Los ruidosos silencios de ‘Gran Jefe Indio’ Francisco.

ANTONIO GIL-TERRÓN PUCHADES

Hace unos días, varias organizaciones nicaragüenses le enviaron una carta al papa Francisco pidiéndole que se pronunciara sobre la persecución que está sufriendo la Iglesia Católica en Nicaragua por parte del régimen comunista en el poder. En este sentido, Bianca Jagger hizo un llamamiento a Francisco: «Le ruego, le suplico al Santo Padre que no abandone a sus obispos y a sus sacerdotes, en particular a monseñor Rolando Álvarez, cuya vida corre peligro».

Mientras esto sucedía, el papa Francisco alzaba su voz para manifestar contundentemente que «es urgente reducir el consumo no sólo de combustibles fósiles, sino también de muchas cosas superfluas; e igualmente, en ciertas zonas del mundo, sería conveniente consumir menos carne, esto también puede ayudar a salvar el medio ambiente»… Pero de lo que está ocurriendo en Nicaragua, ´ni pío´.

Quién no ha escondido la cabeza bajo ´el plumero´, ha sido la Unión Europea, que sí que ha condenado –explícitamente- la persecución que lleva sufriendo la Iglesia Católica desde hace años en Nicaragua, y que ha visto recrudecidos los ataques gubernamentales en los últimos días. Además de condenar la persecución religiosa emprendida por el gobierno comunista endogámico, presidido por Daniel Ortega y vice presidido por su mujer Rosario Murillo, la UE recordó que «desde 2018, el régimen nicaragüense ha desatado niveles de violencia sin precedentes contra su propio pueblo. Recurriendo a asesinatos, desapariciones forzadas, encarcelamientos, acoso e intimidación contra opositores políticos, periodistas, defensores de derechos humanos, religiosos y otros líderes».

Quien tampoco ha permanecido muda, ha sido la ´políticamente incorrecta´ abogada Martha Molina Montenegro, integrante del Observatorio Pro Transparencia y Anticorrupción, que ha denunciado como a “la dictadura le gusta que la población aplauda y adule la barbarie que están cometiendo, las arbitrariedades, el nepotismo, y la corrupción”. Martha Molina Montenegro es autora del informe “NICARAGUA: ¿UNA IGLESIA PERSEGUIDA? (2018-2022)”, que recopila 190 ataques contra la Iglesia Católica. Detalló que los actos de violencia se deben a que “la Iglesia Católica no está dispuesta a adular a nadie” como le gusta al régimen.