El Banco Central Europeo y la Reserva Federal de los EEUU primero negaron que hubiera inflación… y luego nos dijeron que la tenían controlada y que, además, era buena…
CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN.
La Reserva Federal de los EEUU y el Banco Central Europeo en primer lugar nos dijeron que no había inflación.
Luego, nos dijeron que no nos preocupáramos cuando la inflación acabó siendo algo innegable, porque solo era “transitoria”.
Luego, cuando se hizo evidente que la inflación no era meramente transitoria, nos dijeron que no nos preocupáramos porque la inflación en realidad es algo bueno.
Luego, cuando se hizo evidente que la inflación no era buena, nos dijeron que no nos preocupáramos porque la tenían controlada.
¿En qué quedamos, a quién creemos?
Tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal de los EEUU deberían haber perdido credibilidad hace mucho tiempo para cualquier persona con un mínimo de materia gris en su cabeza.
La Reserva Federal de los EEUU y el Banco Central Europeo se están desacreditando a sí mismos debido a las mentiras ridículas que han estado diciendo durante los últimos dos años, como «la inflación es buena».
¿Qué tipo de persona piensa que el aumento de los costos de los alimentos, de la gasolina, de la ropa, del alquiler, de las hipotecas… y de la atención médica son buenos?
Los únicos que lo hacen son los tontos o los que se benefician de bajar el nivel de vida de todos los demás. Es como decir que cualquier país necesita más epidemias de lo que sea… Sería repugnante
Por favor, no te creas en los absurdos engaños de los bancos centrales.
Te están escupiendo, meándote encima y diciéndote que está lloviendo. Es «gaslighting» puro y duro: abuso emocional en la que la víctima es manipulada para que llegue a dudar de su propia percepción, juicio o memoria. Esto hace que la persona se sienta ansiosa, confundida o incluso depresiva.
La realidad es que la inflación está fuera de control, nada puede detenerla y es venenosa para las personas y la economía.
Esta es la forma correcta de pensar y abordar el problema.
¿Sabía que los gobiernos de EE. UU y la Unión Europea han impreso y puesto en circulación más dinero recientemente que durante toda su existencia?
Desde el estallido de la histeria de Covid en marzo de 2020, los gobiernos de los EE. UU y la UE han inflado la oferta monetaria en alrededor de un 41%.
Esa cantidad de impresión extrema de dinero nunca antes había ocurrido. Así que esto es lo que significa…
Si tu riqueza después de impuestos no ha aumentado en un 41 % desde entonces, no se está manteniendo al día con la degradación monetaria y está perdiendo terreno. Estás en el camino de la servidumbre.
Es solo una anécdota, pero no conozco a nadie cuya riqueza después de impuestos haya crecido un 41% desde marzo de 2020. Imagino que la mayoría de la gente tampoco conoce a nadie.
Aquí está el resultado final.
La mayoría de la gente se está empobreciendo y los bancos centrales, y los diversos gobiernos, tienen la culpa.
Pero, entonces… ¿No es cierto que los gobieros occidentales y los bancos centrales puedan controlar la inflación?
La única verdad es que los bancos centrales de EEUU y la UE son los motores de la inflación y son empujados, día tras día, crear mucho más.
Poner a los bancos centrales a controlar la inflación es como poner a Marlboro a controlar el cáncer de pulmón, o sea, al zorro a cuidar el gallinero…
Además, es algo más que evidente para cualquier persona medianamente formada e informada que la planificación central no funciona.
En el Manifiesto Comunista de Marx llama a la “centralización del crédito en manos del Estado, por medio de un banco nacional, con capital estatal y monopolio exclusivo”.
Esa es una descripción perfecta de la Reserva Federal de los EEUU y otros bancos centrales.
En realidad, los bancos centrales no son más que politburós de burócratas que intentan planificar centralmente la economía jugando con el dinero y las tasas de interés, los precios más importantes en el capitalismo, en los países con economía de mercado. Incluso si suposiéramos que los bancos centrales tiene intenciones benignas, que no las tienen, la planificación central es una tarea imposible y un fracaso inevitable.
Es por eso que el Banco Central Europeo y la Reserva Federal Norteamericana están en una situación imposible, lo mismo que era una tarea imposible para los soviéticos planificar centralmente su economía.
Lo mejor que pueden hacer los inversores es reconocer que la Reserva Federal de los EEUU y el Banco Central Europeo no pueden salvar más de lo que podría hacerlo el Comité Estatal de Planificación de la URSS; o sea NADA… y hacerse consecuentes de las decisiones equivocadas que vienen tomando desde hace años.
Dado que los bancos centrales pueden crear una cantidad ilimitada de dinero falso, salido de la nada, las deudas de los diversos gobiernos siguen aumentando ad infinitum, a la vez que hipotecan el futuro de las siguientes generaciones…
La deuda pública se ha acabado convirtiendo en un enorme problema para los bancos centrales y para los gobiernos occidentales, un problema de difícil solución (pues no hay voluntad para solucionarlo) y al que debería hacérsele frente; y ese problema, la deuda pública, se debe a que la inflación está fuera de control y, para más INRI los bancos centrales pretenden combatirla elevando las tasas de interés, el precio del dinero…
Sin embargo, la cantidad de deuda pública de los países occidentales actualmente es tan gigantesca que incluso un retorno de las tasas de interés a su promedio histórico, significaría pagar un gasto de intereses que consumiría más de la mitad de los ingresos fiscales, de lo que los gobiernos sean capaces de recaudar mediante impuestos. Los gastos de intereses superarían enormemente a los gastos de seguridad social y defensa y se convertirían en el elemento más importante del presupuesto de los diversos gobiernos occidentales.
Pese al falseamiento de las estadísticas llevadas a cabo por los diversos gobiernos, que tratan de minimizar y blanquear el problema, los aumentos de precios se están disparando a niveles de hace tres o cuatro décadas atrás. Lo cual significa que un regreso a la tasa de interés promedio histórica no sería suficiente para controlar la inflación, y ni siquiera acercarse. Ese sería el resultado y, para colmo de males, los gobiernos pagarían una inmensa cantidad de dienero en intereses, para pagar la deuda pública, siempre inferior a la cantidad de dinero que son capaces de recaudar en impuestos.
En resumen, los bancos centrales están atrapados en un callejón sin salida.
Elevar las tasas de interés, hasta la altura suficiente como para reducir la inflación llevaría a los gobiernos occidentales a la bancarrota.
La Reserva Federal de los EEUU y el Banco Central Europeo podrían intentar frenar el aumento de precios retomando las tasas de interés de años atrás; pero, hoy debido a los niveles extremos de endeudamiento, no existe esa opción, lo que significa que la inflación continuará descontrolada.
Es por eso que la situación es muy peligrosa. Las decisiones que vienen tomando y poniendo en práctica los bancos centrales occidentales a lo único que conducen es a la destrucción de la economía, a la destrucción de los medios de subsistencia de las personas y, en última instancia a la destrucción del dólar y del euro…