BARRA LIBRE PARA LOS POLÍTICOS PARA INJURIAR A LAS INSTITUCIONES Y AL JEFE DEL ESTADO
Miguel Bernad Remón- Manos limpias.
La jurisprudencia de la Sala 2ª del Tribunal Supremo otorga licencia a los políticos, incluidos Ministros, para injuriar y calumniar a las Instituciones del Estado y el Jefe del Estado.
En el art. 504 Del Código Penal en el delito de injurias y calumnias, debe incluirse un párrafo en el sentido siguiente: “quedan exceptuados de este artículo los políticos y los Ministros”
Desde Iñaki Anasagasti, Otegi, y hasta Alberto Garzón, Irene Montero, Peré Aragonés, Victoria Rosell, Margarita Robles, Dolores Delgado, han podido con toda impunidad y amparándose en un derecho de expresión, privilegiado para ellos únicamente, lanzar todo tipo de injurias, calumnias, vejaciones contra las Instituciones del Estado y del Jefe del Estado.
Se les ha concedido licencia para manifestarse sin ningún tipo de limitación.
Quiero recordar alguno de los improperios, injurias y calumnias:
- “El Rey es un mierda.”
- “El Rey es tonto y un payaso”.
- “La Monarquía es indigna de pisar suelo vasco.”
- “Su Majestad el Rey es el máximo responsable de los torturados y ampara la tortura.”
- “Jueces machistas, fascistas de toga, prevaricadores,”
- “Los Magistrados conservadores del Consejo General del Poder Judicial están sistemáticamente vulnerando la ley y la Constitución.”
- “Estoy avergonzada de mis compañeros del Consejo General del Poder Judicial.”
- “El Rey es un ladrón y un delincuente acreditado.”
ARGUMENTOS DEL TRIBUNAL SUPREMO PARA CONCEDER BARRA LIBRE A LOS POLÍTICOS
“La libertad de expresión goza de un amplio cauce y ha de ser lo suficientemente generosa para que pueda desenvolverse sin timidez y sin temor”
Los Diputados y Senadores gozaran de inviolabilidad, no solo por las opiniones manifestadas en el ejercicio de sus funciones, sino también se ha EXTENDIDO a los actos EXTERNOS a la vida de la Cámara”.
“La formación de la opinión pública libre le hace inmune a restricciones”.
“La libertad de expresión comprende las ideas, afirmaciones que chocan, ofende o inquietan”.
“Las frases versan sobre asuntos públicos”
“Las declaraciones son injustas, oprobiosas y ajenas a la realidad”.
Esas manifestaciones injuriosas, calumniosas y vejatorias, no las han realizado en sede parlamentaria, las han efectuado en foros fuera del Congreso de los Diputados.
¿Qué casualidad que estas declaraciones injuriosas y calumniosas que avala el Tribunal Constitucional bajo el derecho a la libertad de expresión la efectúan políticos de izquierda, de extrema izquierda e independentistas?.
Las han efectuado prevaliéndose del carácter público que ostentan y con publicidad.
Nos encontramos en un marco donde nuestros representantes políticos tienen patente de corso para injuriar, calumniar y vilipendiar.
Incluso cuando se les acusa de estar con menores en Colombia (Cartagena de Indias) y no les parece que sean injurias ni calumnias.
La degradación es de tal magnitud, que podemos afirmar: “España está en la “UVI”, España está agonizando” españoles es hora de despertar.
EL PARAGUAS DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN
El derecho a la libertad de expresión de los políticos, no puede servir de paraguas y de patente de corso para tapar delitos de injurias y calumnias.
LA DIGNIDAD Y PROPIA IMAGEN DE LAS INSTITUCIONES ES PAPEL MOJADO.
Ante este poder omnímodo, avasallador que el Tribunal Supremo concede a la libertad de expresión de los políticos, nos lleva inexorablemente a la conclusión que los derechos a la propia imagen y dignidad de las instituciones es simple papel mojado.
El equilibrio de los diferentes derechos, reconocido en el Título I de la Constitución, ha quebrado por una interpretación de privilegio otorgada a los políticos.
DISCREPANCIA CON LAS RESOLUCIONES DEL TRIBUNAL SUPREMO
No quiero ni es mi intención dar lecciones de derecho a los Magistrados, que infinitamente están mucho mejor preparados que yo. Pero en el caso que nos ocupa, no se trata del derecho a la libertad de expresión para rechazar las denuncias de Manos Limpias, se trata lisa y llanamente de injurias calumnias e imputaciones de delitos.
Nos encontramos según el Tribunal Supremo ante un nuevo caso de ensoñación como los secesionistas del proceso.
Fdo.: Miguel Bernad Remón