EL COMPORTAMIENTO DESLEAL Y AMORAL DE CCOO Y UGT COMO REPRESENTANTES DE LOS TRABAJADORES.

Miguel Bernad-Manos Limpias

Santiago Abascal ha definido a CCOO y UGT como «tontos útiles», una apreciación subjetiva que, sin duda, está basada en hechos objetivos.

Pero hay que profundizar en un análisis más riguroso  del comportamiento de los que se autoproclaman como representantes de los trabajadores, y añaden que son los «más representativos».

En primer lugar hay que reseñar que las cuotas de sus afiliados son meramente simbólicas, apenas cubren los gastos mínimos. Es gracias a la subvenciones de las tres Administraciones (Central, Autonómica y de Ayuntamientos) que se pueden permitir funcionar. Si a ello añadimos el patrimonio inmobiliario adquirido en el denominado patrimonio sindical acumulado cedido por la Administración del Estado, nos encontramos con unos sindicatos que actúan con unos medios económicos y con una situación de privilegio que en los países de nuestro entorno (UE) no existen.

Durante la pandemia solicité en nombre de Manos Limpias, se congelaran las subvenciones a sindicatos y a partidos políticos y ese dinero se dedicara a los más necesitados y vulnerables.

La respuesta, el silencio más absoluto.

La legión de los liberados sindicales, es otro escándalo monumental, pues hay un uso abusivo de esta figura. ¿Por qué decimos comportamiento desleal y amoral?

El fraude masivo de los cursos de formación; el fraude de los EREs de Andalucía son dos grandes corrupciones que deberían haber concluido con la ilegalización de ambos sindicatos, al menos en sus circunscripciones territoriales.

Pero hay otro hecho, que ha pasado desapercibido y que es de una transcendencia gravísima, nos referimos al apoyo incondicional de ambos sindicatos al proceso independentista catalán, para no perder las subvenciones de la Generalidad, respaldan a su “amo” que es quien les nutre económicamente. ¿Acaso es función de unos sindicatos apoyar un proceso secesionista?

Sindicatos politizados y bajo el control del PSOE y de los partidos de la izquierda más radical no pueden representar a los trabajadores.

Se me podrá argumentar que los agentes sociales, han conseguido elevar el salario mínimo interprofesional, una reforma del estatuto de los trabajadores, la garantía del poder  adquisitivo de los pensionistas, evidentemente pero ello, no sirve para tapar los grandes casos de corrupción.

Ha saltado a la luz pública el rechazo del Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Valladolid, a un curso organizado por CCOO donde se invitaba al Magistrado emérito Martín Pallín a pronunciar una conferencia sobre la “extrema derecha”. Este Magistrado emérito, cuando estudiaba la carrera de derecho en Valladolid, año 1960, se pavoneaba de acudir con un mercedes de color blanco, matrícula de Tenerife, mientras el resto de alumnos acudíamos a pie.

He hecho referencia a esta anécdota que pone de manifiesto de qué manera espuria se utilizan las subvenciones por parte de los sindicatos.

El art. 7 de la Constitución Española regula la función de los sindicatos de los trabajadores y asociaciones empresariales pero su regulación y funcionamiento, ni son democráticos, dependen del “amo” que los nutre y finalmente realizan funciones desleales a su cometido primordial: la defensa de los trabajadores.

Fdo. Miguel Bernad

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