La Internacional Comunista se reune con el Papa Francisco.
PERO GRULLO DE ABSURDISTÁN
El titular sonaba a una de esas manipulaciones de los canales de comunicación controlados por el Kremlin. Noticias fabricadas o tergiversadas, que dan paso a campañas de intoxicación. A fin de cuentas Russia Today (RT) es para Putin lo mismo que El País para Sánchez: un activo más del aparato de agitprop. La noticia de RT —del 13 de enero— reproducía un llamamiento del Papa a cristianos y marxistas: «tienen una misión común, la de construir un futuro mejor en un mundo dividido por guerras y polarizaciones».
En la foto que ilustra la información, quince personas rodean a Francisco. En lugar destacado, a su derecha, el dirigente comunista austriaco Walter Baier, presidente de Izquierda Europea (EuropeanLEFT), la Internacional fundada en 2004 por los partidos comunistas de España, Francia, Italia, Austria y Finlandia y de la que forman parte un total de 24 organizaciones marxistas. Walter Baier es quien entrega al Papa el obsequio que le hace la delegación. Un ejemplar de Humanity, libro de fotografías de Jimmy Nelson (39 euros en Amazon).
No era una manipulación. Vatican News confirma la información. El pasado 10 de enero, el Papa recibió en audiencia a DIALOP, una asociación creada por iniciativa del Pontífice para favorecer el dialogo entre la Iglesia católica y la izquierda marxista europea.
Hace 10 años, el 21 de septiembre de 2014, el periódico La Stampa informaba del encuentro de Francisco con Alexis Tsipras, líder de Syriza (el Podemos griego que ganaría las elecciones a los pocos meses), y Walter Baier, en ese momento coordinador de Transform!, la Fundación de la Internacional marxista. El Papa los animó para «lanzar un diálogo transversal (por supuesto) capaz de implicar a las capas más amplias de la sociedad» y Tsipras se apuntó: «Estamos de acuerdo en la necesidad de continuar el diálogo entre la izquierda europea y la Iglesia cristiana». Una iniciativa que hubiese hecho las delicias de Willi Münzenberg, el comunista alemán a quien Lenin encomendó las campañas de propaganda de la Komintern.
Tras la audiencia, a la que asistieron «7 marxistas y 8 de la parte católica», Walter Baier declaró: «Creo que la hostilidad de cristianos y marxistas es uno de los grandes malentendidos del siglo XX…». Cuidado con las trampas del lenguaje. En Butovo, un santuario recuerda unos de esos «malentendidos». Allí, en medio de un bosque a 18 kilómetros de Moscú, fueron fusiladas en catorce meses —entre 1937 y 1938— 20.765 personas por orden de Stalin. «Entre ellas, y exclusivamente por su condición de cristianos, 7 obispos ortodoxos y unos 1.000 sacerdotes, monjes y laicos. Los obispos ortodoxos asesinados en la Rusia soviética rondan los 250; y los sacerdotes, monjes y clérigos pasan de los 200.000» (Alfa y Omega, 12 octubre 2013). Cerca de Madrid, en Paracuellos del Jarama, un camposanto recuerda otro de esos «malentendidos» entre marxistas y católicos.
En septiembre de 2019, los eurodiputados de EuropeanLEFT votaron en contra de la Resolución del Parlamento Europeo (RC-B9-0097/2019) que advertía que «mientras los crímenes del régimen nazi fueron evaluados y castigados gracias a los juicios de Núremberg, sigue existiendo la necesidad urgente de sensibilizar sobre los crímenes perpetrados por el estalinismo» y recordaba «que los regímenes nazi y comunista cometieron asesinatos en masa, genocidios y deportaciones y fueron los causantes de una pérdida de vidas humanas y de libertad en el siglo XX a una escala hasta entonces nunca vista en la historia de la humanidad». El PSOE votó a favor en Europa y en contra en el Parlamento Español. «La izquierda cierra filas para evitar que el Congreso condene el comunismo», se leía en titulares el 23 de marzo de 2021.
En el encuentro, el Papa evitó referirse a los crímenes del estalinismo: «No olvidemos que las grandes dictaduras, pensemos en el nazismo, desechaban a los vulnerables, los mataban». Sentado frente a él, el jefe de esos eurodiputados que habían votado contra la condena del comunismo debió sentirse aliviado ante el olvido del Obispo de Roma, quien sí se felicitó por lo que representa DIALOP: «la promoción del bien común a través del diálogo entre marxistas y cristianos. ¡Un gran programa!», destinado a formular una ética social común que pueda proponerse como una nueva narrativa para una Europa en busca de identidad. «Una política verdaderamente al servicio del hombre no puede dejarse dictar por las finanzas y los mecanismos del mercado», añadió Francisco. El dirigente comunista lo confirmó: «Tengo que decir que no sólo un diálogo, sino también una cooperación entre socialistas, comunistas, marxistas es en realidad algo orgánico».
El 29 de noviembre de 1971, Fidel Castro se reúne en Santiago de Chile con 140 sacerdotes. Son los impulsores del movimiento Cristianos por el Socialismo. El dirigente cubano enunció dos principios que fueron recogidos por los participantes: los cristianos deben considerarse aliados estratégicos de los marxistas, y no meramente tácticos, en el único proceso de liberación de América latina. El cristiano puede aceptar con conciencia tranquila el marxismo como método, sin comprometer en nada su propia fe. Fidel Castro invitó a Cuba a 12 sacerdotes chilenos. Estos, al terminar su inmersión, publicaron, el 6 de marzo de 1972, una Declaración, en el diario Granma, órgano del Comité Central del Partido Comunista Cubano. En ella establecen las tesis fundamentales del Movimiento de Cristianos por el Socialismo: la denuncia del capitalismo como fuente de todos los males de América latina; la necesidad histórica del socialismo; la obligación moral para los cristianos de luchar juntamente con los marxistas, por la liberación de la violencia institucionalizada, implantada por el capitalismo. Ha pasado medio siglo. También para la Carta Apostólica Octogésima Adveniens de Pablo VI: «Hoy día, los grupos cristianos se sienten atraídos por las corrientes socialistas y sus diversas evoluciones… Ahora bien, esta corriente histórica asume diversas formas bajo un mismo vocablo, según los continentes y las culturas, aunque ha sido y sigue inspirada en muchos casos por ideologías incompatibles con la fe. Se impone un atento discernimiento».
Es posible que al próximo encuentro transversal que organice la Curia Romana acudan los sacerdotes que colaboraron con los terroristas de ETA. Podrán reflexionar sobre el papel de los cristianos en los movimientos de liberación nacional.