Tenemos un gran problema: en España la «derecha» no existe
CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN.
Sin duda hay gente buena e inteligente tanto en VOX como en el PP. Sin embargo, tras las sucesivas elecciones habidas en España no queda otra conclusión posible que afirmar que tanto el partido liderado por Abascal como el liderado por Feijoo han FRACASADO como alternativa al gobierno de socialistas, etarras, comunistas y separatistas que encabeza Pedro Sánchez.
La razón fundamental es que, aunque haya sido con la nariz tapada, los españoles han optado por gente sin principios, sin programa de gobierno, o mejor dicho, con principios y un programa de gobierno de centroizquierda y por lo tanto, tanto PP como VOX están siempre dispuestos a pactar, a transigir e incluso a apoyar, de una u otra manera a la izquierda más fanática y extrema. No es una exageración, a la trayectoria de ambos partidos en ayuntamientos, diputaciones, cabildos insulares, parlamentos y gobiernos regionales y Congreso de los Diputados me remito. Basta echar un vistazo a la hemeroteca para comprobarlo.
Y es más, en las circunstancias -terribles y desgraciadas circunstancias que sufren España y los españoles- VOX jamás habría tenido un espacio ni hubiera logrado representación en las diversas instituciones si el resto de la «derecha» no se hubiera corrido tanto a la izquierda; sin olvidar que el relativo éxito de VOX también radica en sus propuestas intervencionistas, estatalistas y antiliberales.
Ahora, tras haber sido cómplice de la izquierda en la demonización de VOX en los diversos comicios convocados en España, el PP recurre a culpar a Santiago Abascal y sus oligarcas de su fracaso e incluso le exige a VOX no presentarse en las próximas elecciones que haya en España, como es el caso de las elecciones regionales de Galicia…
Esto no solo refleja que el centro «derecha» es, intelectualmente, parte de la centroizquierda con la que se siente cómoda, sino que, además Feijoo y sus secuaces no entienden absolutamente nada acerca de la extrema izquierda antidemocrática que nos gobierna con el apoyo de serparatistas y etarras.
Como no entienden demasiado de política, quienes dicen ser la «centroderecha», por darle el gusto a la izquierda extrema pretende constantemente pactar, llegar a acuerdos con Pedro Sánchez, «dialogar», reunirse con él… e incluso con el resto de enemigos de España (hasta con el PNV y el partido de Puigdemont se han reunido no se sabe bien para qué), traicionando a sus votantes, con nocturnidad y alevosía… dándole a los separatistas y etarras que casi estaban derrotados, nuevas oportunidades para recuperar terreno y apoyos.
El PP y los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas afines al partido de lidera Feijoo, que se manifiesta fanáticamente como partidarios del consenso y de la moderación, se dedicaron a celebrar, a festejar anticipadamente su triunfo antes de las elecciones generales del verano pasado, e intercambiando cromos, haciendo conjeturas sobre quiénes compondrían el nuevo gobierno tras desalojar a Pedro Sánchez y demás enemigos de España, estaban comiéndose el conejo antes de cazarlo… y tras llevarse un enorme chasco, ahora acusan a VOX de la catástrofe… Pero, en realidad las elecciones generales de 2023 las ganaron Sanchez y demás enemigos de España porque tanto VOX como PP compraron el discuros fantasioso de que había posibilidades de desalojar a Sánchez si asumían las propuestas de la izquierda, al carecer ambos de un programa de gobierno alternativo… Tanto VOX como PP pretendieron ser tanto o más izquierdistas que la izquierda y asumieron su agenda, su lenguaje, sus principales ideas: feminismo, ecologismo, cambio climático, y demás; dejando a un lado la defensa de la vida -desde la concepción hasta la muerte natural-, la defensa de la institución familiar, la defensa del derecho a la libertad individual y de la propiedad, la defensa de la unidad de España, etc. dando por sentado que la agenda de la izquierda era lo urgente y lo que deseaban mayoritariamente los españoles.
Lamentable, VOX se está haciendo el harakiri y como muchos vaticinamos ha acabado siendo un grandísimo fraude, una estafa y posiblemente siga el camino de Ciudadanos, UPyD y «Podemos»… Y del PP de Feijoo poco o nada podemos esperar pues, el PP es el PSOE pero con cuatro o cinco años de retraso.
Como venimos requeterrepitiendo desde hace años en VOZ IBÉRICA, la única posibilidad de derrotar a quienes quieren destruir España y aplicar la cirugía de choque de la que está urgentemente necesitada España exige la refundación y unificación de al Derecha Española Decente, lo cual también exige que las elítes empresariales abandonen la zona de confort en la que están instaladas y se lancen a liderarla… Si la refundación y unificación de la Derecha Española en un sólo bloque no se produce, tendremos a Pedro Sánchez y sus secuaces para rato, y los diversos comicios que se convoquen seguirán ganándolos; a menos que Abascal y Feijoo reconozcan su ineptitud y se echen a un lado.
Sea lo que sea lo que nos aguarda a corto, medio o largo plazo, lo que sí está claro es que ser de derechas y pretender ser más izquierdista que la izquierda es del género tonto, como el que pretendió asar la manteca… Practicar políticas de «centro derecha» es aplicar políticas socialdemócratas, apuntalar el sistema y no derogar nada de lo puesto en marcha por la izquierda en casi medio siglo lo único a lo qu ha conducido a sido a un mayor deterioro… Al parecer, quienes dicen no ser de izquierdas en España no acaban de entender que a la izquierda no se le puede ceder un milímetro y que cuando está casi derrotada lo que hay que hacer es que apuntillarla en lugar de acudir a reanimarla…
Con esta realidad política solo queda esperar, salvo que las élites empresariales y los buenos profesionales liberales den un paso adelante, que España siga profundizando en su camino de decadencia, acercándose cada vez más al abismo… camino que el centro derecha ha contribuido a empedrar, adoquinar y asfaltar…