Los viajes del avión Falcon a la República Dominicana. -Todo huele a putrefacto.
Miguel Bernad Remón, Manos Limpias
El enigma de los viajes del avión Falcon a República Dominicana, en modo alguno debe estar protegido bajo secreto de Estado.
El asunto huele a podrido, corrompido, infecto,… sin duda, huele a putrefacto.
La República Dominicana se ha convertido además de un paraíso turístico, en un paraíso fiscal, donde políticos españoles entre ellos, el Ex-ministro de Defensa del Gobierno de España, José Bono, han adquirido la doble nacionalidad con la finalidad -presuntamente- de evitar que el fisco español pueda detectar incrementos patrimoniales que estarían obligados a declarar en el Estado español.
Que ahora el Falcon se haya utilizado para fines privados por parte del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para asistir a bodas privadas, a mítines del PSOE, es incurrir en malversación de fondos públicos.
Pero, ¿qué cuestiones de Estado puede eximir el portal de transparencia para no dar información de los innumerables viajes a República Dominicana del Falcon?
Los viajes del avión, serían creíbles e incluso aceptables como «cuestión de Estado», si el Falcon del Presidente hubiera hecho viajes a países de la Unión Europea o a Estados Unidos, incluso a China y a Rusia, Canadá y Australia; pero a la República Dominicana, a repostar combustible, como ha manifestado la Ministra de Defensa Margarita Robles para justificar los viajes del Falcon, lleva a la sospecha de que para lo que en realidad han servido -presuntamente- es para depositar en bancos de la República Dominicana, divisas, obras de arte e incluso lingotes de oro…
La opacidad de esos viajes del Falcon deben de ser objeto de una investigación judicial pues existen indicios más que racionales de que, bajo el amparo de razones de Estado, se están cometiendo delitos.
En el Sindicato Manos Limpias nos estamos planteando ejercer las acciones que vienen al caso, para que se apliquen las sanciones penales pertinentes.
La legitimidad de esas acciones está basada en la sociedad civil, dado que se trata de dineros públicos, resultado de la recaudación de los impuestos que pagamos todos los españoles a la Hacienda Pública.
Miguel Bernad Remón, Secretario General de Manos Limpias