Francisco Franco ese héroe desconocido pese a haber salvado España…

“En estos tiempos de mentira universal decir la verdad es un acto revolucionario” George Orwell.

“Una mentira que se repite mil veces acaba convertida en verdad” afirmaba, de forma cínica, hacia 1940, Joseph Goebbels, ministro nazi de propaganda; y bombardeaba las anestesiadas, narcotizadas y atemorizadas conciencias de los alemanes con patrañas engañosas, retorcidas, malintencionadas e insultantemente simples, verdaderos aguijones ideológicos que utilizaba de manera exitosa, en una población que estaba muy receptiva… a base de machaconería, de repetir, repetir, repetir hasta aburrir.

Aunque haya quienes afirman que la frase era de Stalin, es seguro que Joseph Goebbels, tomó nota de los métodos leninistas y los perfeccionó. Su labor, como la de Lenin y Stalin, fue monstruosa, aterradora, aunque enormemente eficaz. Buena parte de sus principios de propaganda los siguen poniendo en práctica líderes políticos para tomar o asegurar el poder y someter a los ciudadanos. Ese es el caso de Pedro Sánchez que, miente incluso cuando duerme, y plagiando a Goebbels y Stalin denigra y despotrica sobre Francisco Franco. Y, más todavía, crea patrañas y más patrañas y agravia a quienes no aceptan sus mentiras. Y su red de entusiastas colaboradores, “bienpagaos” de los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas delatan y denuncian a quienes no se doblegan.

Nos repiten medias verdades y falsedades ad nauseam, hasta aburrir, para evitar o contrarrestar cualquier tipo de razonamiento en contra, para convertirlas -las mentiras y medias verdades- en verdades incontestables o conseguir que la gente se olvide o aburra de ello por absoluto hartazgo… todo ello lo presentan mediante formas diversas, desde numerosos puntos de vista, dando la impresión de que todas las pesadillas del siglo XX en España fueron únicamente una -el franquismo-, desdibujando las otras, u ocultándolas con absoluto descaro, y diluyéndolas deliberadamente en un totum revolutum…

Sólo les falta a Sánchez y demás antifranquistas sobrevenidos afirmar que el régimen del General Francisco Franco fue como la época del “terror” de Robespierre, cuando la revolución francesa: Durante el gobierno de Robespierre se produjeron multitud de masacres y numerosas ejecuciones públicas principalmente debidas a acusaciones de traición por parte del Comité de Seguridad Pública.

No cabe duda que, si nos atenemos a la verdad, el General Francisco Franco fue más un «Cincinato», o un «Cirujano de Hierro» tal como lo denominaría Joaquín Costa, un dictador a la manera de la antigua Roma, que un tirano cruel y sanguinario como pretenden presentárnoslo Pedro Sánchez y demás enemigos de España, para tapar sus vergüenzas y corruptelas.

En la antigua Roma, un dictador era un magistrado de la República romana al que se le confería la plena autoridad del Estado para hacer frente a una emergencia militar o para emprender una tarea específica de carácter excepcional.

No está de más traer a colación que el uso de esta técnica de manipulación de masas es usada con mucha frecuencia en los parlamentos de todas las «democracias liberales»; la reiteración y el impedimento de cualquier clase de debate o discusión dan como resultado que la falsedad, el embuste, se acabe aceptando socialmente como «verdadera» sin ningún análisis crítico por parte de los ciudadanos ya que la reiteración de una mentira, hace que los individuos la acepten y, asumiendo además que no hay posibilidad de anular esa creencia.

Desde las zahúrdas en que fermentan los contenidos de la nueva televisión pública, y los medios de información regados generosamente con nuestros impuestos, nos apalizan y encasquetan, una y otra vez las mismas medias verdades y falsedades, información sesgada, fuera de contexto, nos aplican el método Goebbels, del tostón Goebbels, tomándonos por imbéciles, nos hablan con machaconería del fantasmagórico regreso del fascismo.

Nada complace más a un progresista que comer a dos carrillos en algún afamado restaurante, a ser posible de la guía Michelín, vestir a la última moda, desplazarse en primera en avión o en el tren rápido, un chófer y un guardaespaldas que le haga la pelota, dinero a buen recaudo a ser posible en un paraíso fiscal de los que tanto y tan frecuentemente despotrica, una nueva casa, un nuevo vehículo, una nueva compañera… Pero, sobre todo, si hay cuestiones que le causan un placer especial es emular a Robin Hood, aquello de robar a los ricos para repartir entre los pobres (el que reparte, reparte, se queda la mayor y mejor parte), crear más impuestos y subir los ya existentes con la justificación de que lo hacen con fines sociales; legislar, legislar, legislar para limitar y hacer desaparecer derechos y libertades… y un largo etc. Y para enmascarar todo ello, inevitablemente, para blanquear sus fracasos e incumplimientos, siempre o casi siempre recurren a enemigos pretéritos. En España el recurso más socorrido se llama el General Francisco Franco Bahamonde. Da igual que lo que se cuente sea mentira. Si se repite, acaba por cambiar la percepción de los aborregados, que empiezan a asumirlo como incuestionable. Las estadísticas son retorcidas hasta que claman lo que el amado líder desea.

Para que un mensaje cale, ha de ser simple. Es mejor que los enemigos aparezcan como un todo unificado, casi abstracto, dispuesto a la traición o la violencia. La lucha contra ellos es por el hipotético bien común, por la justicia. Una jocosa y patética dialéctica de amigos y enemigos.

La lucha contra Franco (que murió en la cama de un hospital de la red pública que su régimen puso creó) al que no fueron capaces de vencer y al que no se atrevieron a oponerse, se lleva a cabo por un hipotético bien común, por la justicia.

Ni que decir tiene que, todos los que se oponen a esa supuesta noble lucha comparten los mismos rasgos canallas, indeseables, del General Franco y son tan «fascistas» o más que él y su régimen político, o forman parte de un complot contra Pedro Sánchez y pretenden derrocarlo.

Y, si alguien intenta argumentar, razonar, siempre echarán mano del tan socorrido “y tú más” para anular cualquier posibilidad de discusión razonable. Y, cuando no es suficiente con criminalizar a quien les osa responder, recurren a la caricaturización. Se trata de exagerar hasta la parodia los rasgos del enemigo fascista, deshumanizarlo, hasta convertirlo en un monigote, en un muñeco de pim pam pum al que golpear o lapidar.

La manipulación de masas emprendida por Pedro Sánchez y sus secuaces, con la inestimable colaboración de los medios de información afines y de la derecha boba, no duda en caer en el esperpento y soltar sandeces a mansalva, a sabiendas de que, tras el lavado de cerebro realizado hasta la actualidad el ganado que pastorean está absolutamente receptivo a cualquier estupidez que se les largue.

Ni que decir tiene que, todo ello va acompañado de sentimentalismo tóxico, procurando pulsar alguna tecla emocional, tergiversando la historia a conveniencia, adulterando todo vilmente y con total zafiedad, sin recato alguno pues, insisto, saben sobradamente que el ganado que pastorean está especialmente receptivo.

Para empezar con el desenmascaramiento de quienes pretenden condenar al olvido, aplicar la damnatio memoriae, a los logros del régimen del General Franco, durante este año, 2025, que echa a andar, empezaremos por citar algunas de las «reformas» emprendidas por sus gobiernos y algunas cuestiones más que su régimen nos legó:

En 1975 (hace cincuenta años) España no era una nación empobrecida y hambrienta, sino un auténtico milagro, ejemplo claro de lo que España puede conseguir cuando está bien gobernada. En solo 25 años, España experimentó el mayor crecimiento económico y social en cuatro siglos. De un país básicamente subdesarrollado pasó a tener el décimo PIB mundial, hoy el decimoquinto (por detrás de EEUU, China, Alemania, Japón, India, Gran Bretaña, Francia, Brasil, Italia, Canadá, Rusia, Méjico, Australia y Corea del Sur…)

De una renta per cápita en 1950 equivalente al 45% de la de los nueves países de Europa que en 1975 constituían la Comunidad Económica Europea, al 83%, el mayor grado de convergencia con la Europa rica jamás alcanzado desde el siglo XVI, en la actualidad apenas es el 71%.

De una industria que en 1950 representaba el 12% del PIB, se pasó al 36% en 1975, y hoy está hundida siendo escasamente el 15%, con una estructura productiva tercermundista de enchufados públicos, especuladores y camareros.

Con solo 700.000 empleados públicos formados y capaces, España funcionaba perfectamente, pero 50 años después, no sabemos cuántos hay. Según cifras más o menos oficiales, en estos 50 años se ha quintuplicado el número de personas que trabaja para alguna de las administraciones (más tres millones y medio), habiéndose incrementado la población en poco más del 50%…

Pero si en lo económico y en la eficacia de la gestión se degradado, ocultado, desprestigiado, condenado al olvido, mentido, etc. todo lo realizado durante el régimen del General Francisco Franco, denominándolo de forma despectiva ‘desarrollismo’, como lo concerniente a haber logrado un crecimiento del 7,5% anual acumulativo durante 15 años; utilizando un sectarismo y una miseria moral inéditas en Europa; o llamando ‘tecnocracia’ al conocimiento y la excelencia en la gestión pública, frente a la ignorancia y la incompetencia, en lo social el engaño alcanza proporciones de una magnitud inconmensurable: 

Quienes denostan y pretenden condenar al olvido, aplicar la damnatio memorie, afirman sin sonrojo que la Seguridad Social fue creada por el PSOE, cuando Felipe González era presidente del gobierno, allá por la década de los años 80 del siglo XX… y mientras, a cientos de miles de viviendas sociales para la clase obrera se les arrancan las chapas para ocultar su origen… realmente alucinante.

En 1975, hace cincuenta años, los diversos gobiernos del régimen del General Franco habían entregado más de 9.000.000 de viviendas de Protección Oficial, entre construidas y reconstruidas. La entrega de viviendas de Protección Oficial, era rigurosamente selectiva, a bajo precios que rondaban entre nada y poco más que simbólica.

No hay espacio para muchos detalles, pero lo que sigue es un pequeño resumen de lo creado durante el mandato de Franco.

Creación de la sanidad pública universal. Todos los grandes y más importantes hospitales públicos fueron construidos antes de 1975, y Franco murió en uno de ellos.

Creación de la pensión de jubilación, y también de la de viudedad. Establecimiento de la edad obligatoria de jubilación.

Establecimiento del salario mínimo interprofesional. El salario mínimo en España era el 90% del salario mínimo europeo. Ahora es el 45% del salario mínimo europeo.

Creación del Auxilio Social, sembrando España de comedores gratuitos para los más necesitados.

Creación de escuelas de Formación Profesional y de Universidades Laborales. En 1975 había en España 21 universidades laborales y multitud de centros de formación profesional.

Construcción de una enorme red de pantanos por todo el territorio de España, casi mil trescientos durante el régimen del General Franco.

En 1946 Franco crea Pegaso, (ENASA) para que España tenga camiones de fabricación completamente nacionales.

1955- Franco inaugura la Seat para que España tenga fabricación nacional de automóviles.

1967- Franco inaugura el polí­gono industrial más grande de Europa en la localidad de Paterna (Fuente del Jarro).

1969- Se inaugura la central de energía nuclear de Zorita.

1969- Franco inaugura el denominado Plan Sur (un nuevo cauce del rio Turia) porque Valencia se inundó en 1957.

1971- Franco inaugura el hospital La Fe de Valencia (el más grande de Europa).

1971- Se inaugura la central nuclear de Garoña (la más grande de Europa).

1975- España era la 2ª potencia mundial en el sector servicios.

1975- España tenía la 2ª flota pesquera del mundo faenando libremente en los principales caladeros del planeta.

1975- España era el tercer productor mundial, en astilleros.

1975- España era la novena potencia industrial del mundo.

1975- Paro: 510.500 desempleados. Tasa de paro: 3,78% (26% de paro en la actualidad).

1975- España habí­a entregado más de 9.000.000 de viviendas de Protección Oficial, entre construidas y reconstruidas.

1975- Clase Media: 56% de la población (43% en 2008). Actualmente casi extinguida.

1975- 7.3% de deuda pública sobre el PIB (más del 100% en la actualidad).

Cuando murió el General Franco, en 1975, existían en España tres niveles de ayudas a familias numerosas, según el número de hijos. Se corregía el nivel adquisitivo entre familias con más o menos hijos.

En 1975 los trabajadores españoles disfrutaban de un mes o 30 días naturales, de vacaciones retribuidas al año.

1975- Paga extra de Navidad.

1975- Paga extra del 18 de Julio.

1975- Dos medias pagas extras, por beneficios de empresa.

1975- Pagas extras mensuales, por trienios o quinquenios.

1975- Incremento mensual en nóminas, de pequeña cantidad en metálico, por cada hijo de cada trabajador (Conocido como «Puntos»).

1975- La legislación impedía que la riqueza permaneciera inactiva, o pudiera ser destruida indebidamente ni usada para fines ilí­citos.

1975- Retorno gratuito en medios de transportes públicos urbanos, en billetes expendidos hasta las 9:00 horas.

1975- Todos los bienes privados, eran inembargables. (Art. 32 Fuero de Los Españoles).

1975- Los españoles pagaban sus hipotecas como máximo en 15 años.

1975- Persecución implacable sobre toda forma de usura (Cap. IX. 3º Fuero del Trabajo).

1975- El trabajo tenía prioridad sobre cualquier otro aspecto. No se podí­a molestar u obstruir a personas en el ejercicio de su trabajo.

1975- El Impuesto de Tráfico de Empresas, (ITE, actual IVA) era del 2%. Actualmente se aplica el 21%.

1975- La presión fiscal era el 18,4%. En 2013 era 32,9%.

1975- La apertura de pequeños negocios o comercios apenas necesitaban requisitos legales más allá de seguridad e higiene.

1975- Una única ley y normativa nacional, agilizaba y dinamizaba la economía productiva interterritorial.

1975- Las diputaciones Provinciales, coordinaban la relación polí­tica entre estado y municipios; nada que ver con el maravilloso invento del «estado de las autonomías».

1975- Prohibición de interrumpir el suministro de agua, electricidad o carbón en hogares, por impago.

1975- El nivel adquisitivo de los españoles rondaba entonces entre 1.000% y 1.500% respecto del actual. (En hogares con un solo ingreso).

1975- Derecho a pensión a partir de dos años cotizados a la seguridad social. Ahora a partir de 35 años.

1975- Los salarios eran netos, totalmente exentos de retenciones y del pago de impuestos.

1975- Existía el impuesto de lujo del 33%. Los «demócratas» lo derogaron y nos cargaron IRPF y 21% de IVA, a los trabajadores. NINGÚN ESPAÑOL HIZO CON FRANCO DECLARACIÓN DE LA RENTA, con el impuesto de Lujo e impuestos indirectos y ministros de mentes prodigiosas Franco podía hacer las cosas.

1975- La jornada laboral estaba sujeta rigurosamente a 8 horas, permitiendo horas extras en casos de emergencias y previa negociación de precios.

1975- Drogas, corrupción, traición, telebasura, exhibicionismo gay en vías públicas, abortos y otros, estaban por conocer y se solucionaban muchos problemas de ellos con la Ley de Vagos y Maleantes; que, por cierto, resultó de reformar una anterior de la Segunda República.

1975- En 40 años se produjeron 3 casos de corrupción en España: Sofico, Matesa y Redondela.

1975- El domicilio de los españoles era inviolable, bajo dura persecución penal. Ahora es patrimonio de ladrones y «okupas».

1975- Los bajos niveles de delincuencia, casi despreciables, ofrecían alta seguridad en poblaciones y en todo el territorio nacional, 24 h.

1975- Millones de hogares, templos y otros edificios, nunca usaban llaves en sus puertas.

1975- 15.000 presos en las cárceles. Ahora 85.000 en las cárceles y otros tantos en las calles y en las diversas administraciones del estado, que gozan de completa y absoluta impunidad.

1975- Los bancos y las cajas de ahorro (desmanteladas y saqueadas por el progresismo patrio con la complicidad de la derecha boba) pagaban entre 1% y 3% de intereses al saldo, según fueran cuentas de ahorro o corrientes. Ahora cobran mantenimiento.

1975- La gran mayoría de españoles no tenía cuentas bancarias. Dinero y valores, se guardaban en el hogar, dada su inviolabilidad.

Etcétera, etcétera.

Finalmente, es imprescindible resaltar que un importante informe de 1945, el Banco de España recomendó al Gobierno hacer todos los esfuerzos posibles para integrarse en los sistemas monetario y de comercio mundiales. El aislamiento internacional impidió al Gobierno seguir el camino, siendo obligado por mera necesidad de supervivencia a un sistema autárquico ineficiente y con bastantes carencias y travas.

Finalmente, España entró en el FMI -Fondo Monetario Internacional- en septiembre de 1958, después de la visita a España del General estadounidense Eisenhower desapareciendo el bloqueo internacional y con él la autarquía y poniendo a España en el camino hacia el mayor periodo de crecimiento de su historia. Luego, España sería miembro fundador de la OCDE en 1961.

Pero, sin duda, en lo que respecta a acuerdos internacionales, el más decisivo y trascendental de todos fue el Acuerdo Económico Preferencial con la CEE, gestionado por Alberto Ullastres, uno de los mejores ministros junto con López Rodó de toda la historia de España, en octubre de 1970.

Mediante aquel acuerdo, la Unión Europea, entonces denominada Comunidad Económica Europea, redujo un 30% los aranceles de casi todos los productos españoles. Este acuerdo era infinitamente más ventajoso para España que la negociación de la entrada de pleno derecho en 1986, realizada de forma desastrosa para los intereses de los españoles, a costa del desmantelamiento industrial de nuestra nación, algo que, como todo lo demás, se oculta al pueblo español; mientras se denigra el legado del General Franco…

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