¿Quiénes son los hombres de Soros en España?
El magnate del Nuevo Orden Mundial (NOM) utiliza a nuestro país como banco de pruebas para destruir la civilización cristiana occidental.
Joaquín Abad es un periodista de investigación que acaba de publicar el libro («vegetal», no digital, que todavía existen) La red secreta de Soros en España, un trabajo admirable.
Admirable porque no pierde el tiempo en divagar, salvo una pequeña introducción y una más sabrosa y breve conclusión. Lo que proporciona esta obra es el listado de españoles simpatizantes o miembros de la red Soros y te especifica cómo entran o contactan en la telaraña de organizaciones, todas ellas filantrópicas, naturalmente, en la red de uno de los jefes, me temo que no el jefe único, del Nuevo Orden Mundial (NOM), el ya famoso George Soros.
Te explica, por ejemplo, cómo captaron a Pedro Sánchez y a Pablo Iglesias, a miembros de otros partidos, también de derechas; a jueces y fiscales (Baltasar Garzón y Dolores Delgado, por ejemplo); al empresario catalán indepe Grifols; a Esteban Beltrán, el chico de Amnistía Internacional; a banqueros de inversión como Borja Prado o, naturalmente, el progre por antonomasia, José Luis Rodríguez Zapatero.
Abad asegura que “Soros ha convertido España en su principal laboratorio de experimentación europeo, donde ensaya, mediante avanzada de ingeniería social, los postulados del Nuevo Orden mundial” (NOM).
Entre sus servidores: personajes de izquierdas y de derechas, empresarios, jueces, periodistas… todos ellos progres y cristófobos
Por cierto, Soros, como buen filántropo, nunca da nada a cambio de nada: lo que hace es invertir en jóvenes promesas pero cuando han llegado al poder les exige que, con dinero público, a ser posible, financian su constelación de entidades, que van mucho más allá de la famosa “Open Society”.
¿Qué es el NOM? Pues es aborto, homosexualismo y demás variantes del feminismo e ideología de género. NOM es acabar con la familia y bajo el paraguas de la multiculturalidad introducir al enemigo más acendrado del cristianismo y de la filosofía realista de la civilización occidental.
Solidaridad que no caridad, humanitarismo, que no cristianismo: así acabe todo el mundo pero que conste que el enemigo a batir no es un país concreto sino la Iglesia católica.
El NOM tampoco se adscribe a una ideología concreta. Es como el Parlamento español: con progresistas y cristófobos. Ejemplo: PSOE, PP, Podemos y Ciudadanos representan ideologías bien distintas. Sin embargo, todos ellos tiene algo en común: son cristófobos y progresistas. Ergo, todos caben en el NOM.
Para el NOM el enemigo a batir no es un país concreto, ni una ideología, sino la Iglesia católica
Por cierto, el único fallo, me temo que inevitable porque todos somos siervos, en mayor o menor medida, de lo políticamente correcto, del estupendo libro de Joaquín Abad es que naturalmente, Soros no puede liderar algo de la envergadura del NOM. Nadie puede, porque el NOM es mucho peor que una conspiración: es un consenso. Y la coordinación de un consenso global le viene grande a Soros: eso es algo que sólo está al alcance de Satán. Pero claro, eso no puede decirlo Abad porque nadie puede probarlo, sólo razonarlo.
Por la misma razón, el objetivo principal del NOM y de George Soros no es conseguir un equívoco poder global: su enemigo, al igual que el de Satán, es el hombre y su objetivo a batir, la Iglesia de Cristo. O comprendemos esto o no entenderemos nada.
La red secreta de Soros en España es un libro imprescindible, escrito con la modestia de los veteranos periodistas de investigación. Quedan pocos como Joaquín Abad: es de los que concluyen de forma atinada… pero antes han proporcionado los datos que les han llevado a esa conclusión. Es más, les molesta lucubrar: simplemente ofrecen datos y que cada cual saque sus propias conclusiones. Lo mejor es que esas conclusiones son inequívocas.
Compren el libro y utilícenlo como enciclopedia de consulta. Sabrán con quién tratan, que no es poco.
Por cierto, a pesar de lo anterior, no crean ustedes que el NOM le hace ascos a captar católicos. Todo lo contrario. Recuerden a Lenin: al cura ortodoxo, matádlo, pero al cura lapso, auparle: es nuestro aliado.