EL PSOE, PARTIDO SOCIALISTA -OBRERO- ESPAÑOL, REALIZÓ EL MAYOR ROBO DE LA HISTORIA, EN SEPTIEMBRE DE 1936: EL SAQUEO DEL BANCO DE ESPAÑA.
Ocurrió en Madrid en la madrugada del 13 al 14 de septiembre de 1936, y fue el mayor robo de todos los tiempos. Los socialistas españoles asaltaron el Banco de España y robaron sus reservas en oro, que eran las cuartas mayores del mundo. Mas de 500 toneladas de oro puro. Aquel dinero convertía a España en un país solvente, pero al ser esquilmado quedó desguarnecido e insolvente. El botín, que más tarde se completo con el robo de las cajas de seguridad de los bancos y con las joyas empeñadas en los montes de piedad, fue enviado a Moscú y a México. La mayor parte se lo quedó Stalin, el mayor asesino de la Historia, y las joyas y valores enviados a México sirvieron para que algunos exiliados republicanos vivieran el exilio a cuerpo de rey. Es una historia siniestra y malvada, protagonizada por un partido político cuya historia está llena de delitos y abusos.
Aunque no lo admita, el PSOE se avergüenza de su historia, plagada de traiciones, robos y crímenes, y lucha a muerte por ocultarla. Dice el historiador Stanley Payne: «El PSOE tiene una historia siniestra y cuenta con un pasado de terrorismo en 1934, 1936 y 1937, incluso con participación en asesinatos en masa».
Hoy Voto en blanco, cumpliendo con su misión de luchar por la verdad y contra la corrupción, el abuso de poder y la falsa democracia, publica una descripción detallada de aquel robo brutal, que los socialistas quieren que se olvide y por el que nunca han pedido perdón.
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Hoy se cumplen 84 años del mayor atraco de la historia de la humanidad. Así, como suena.
Sucedió en Madrid y es desconocido en sus verdaderas dimensiones por la mayor parte de los españoles porque el aparato de propaganda de socialistas y comunistas, eficaz y excelente, se encargó de ocultarlo y sumergirlo en el olvido, a pesar de que el tema da para realizar películas, escribir novelas y reportajes y Hasta para componer óperas.
Veamos la verdad:
En la madrugada del 14 de septiembre de 1936 un grupo de cerrajeros, sindicalistas y pistoleros de la motorizada, la guardia personal del líder del PSOE Indalecio Prieto, la misma que menos de dos meses antes habían asesinado a Calvo Sotelo, asaltaron el Banco de España que estaba entonces donde ahora, en la madrileña plaza de Cibeles.
Los enviaba el ministro de Hacienda, miembro del PSOE, Juan Negrín.
El gobierno lo presidía Francisco Largo Caballero, también del PSOE.
Arramplaron con la que era la cuarta reserva de oro del planeta.
El cajero mayor se suicidó de un disparo en su despacho, abrumado por semejante expolio. El presidente de la República, Manuel Azaña, no fue informado y tampoco las Cortes, lo que demuestra que aquello no fue una operación de Estado sino un atraco.
El 25 de octubre, los buques soviéticos Kine, Kursk, Neva y Volgoles zarparon de Cartagena con el oro, cientos y cientos de toneladas, una de las cuatro mayores reservas mundiales de oro, rumbo a Odesa, donde el asesino Stalin se quedó con todo para siempre.
Posteriormente a ese robe le siguió el saqueo de las cajas de seguridad de los bancos de Madrid y de las joyas depositadas por el pueblo en la casas e empeño.
Hasta hoy nadie ha pedido perdón por aquel robo miserable.
Hoy España está gobernada por el mismo partido que perpetró aquel gigantesco atraco y ese gobierno prepara una nueva ley de memoria histórica que pretende condenar con más intensidad todavía el Franquismo, sin que el texto aluda a ninguno de los crímenes cometidos por las izquierdas, que van desde secuestros a torturas, robos, violaciones y asesinatos.