Muere en la cárcel este anciano de 83 años, arrestado por escuchar música clásica demasiado alta en su casa
El hombre, que sufría problemas de audición, había sido encarcelado en varias ocasiones por el mismo motivo…
No ha pasado en España, donde la Justicia es una lotería y las sentencias de los jueces caen con frecuencia en el despropósito, pero podría haber ocurrido.
Ian Trainer, 83 años y bastante sordo, que fue encarcelado por escuchar música clásica demasiado alta en su casa falleció el pasado 23 de noviembre de 2020 mientras permanecía arrestado.
El pensionista, residente en Merseyside (Reino Unido), ya había sido encarcelado en varias ocasiones durante los últimos años por el mismo motivo.
Según informa el Daily Mail, en 2019 ya recibió una orden que le prohibía reproducir cualquier audio que superara los 65 decibelios, el equivalente a un volumen normal de conversación, entre las 9 de la mañana y las 10 de la noche, pero tras saltarse esta restricción, volvió a ser encarcelado hasta el pasado mes de febrero, cuando salió de prisión.
Sin embargo, las repetidas faltas por el mismo hecho le llevaron de nuevo a la cárcel, en cuyo hospital falleció, según confirmaron tanto el Ministerio de Justicia como el departamento de Prisiones.
No han trascendido los motivos de su muerte.
En una de las inspecciones en la casa de uno de sus vecinos, las autoridades pudieron comprobar la «contaminación acústica» que había en el lugar y que los vecinos del fallecido llevaban soportando varios años.
Problemas de audición
Tras la última denuncia, el anciano replicó a la policía que le gustaba escuchar música a altos niveles y, según explicó el diario The Liverpool Echo a principios de año, un fuerte resfriado había provocado que el octogenario perdiera audición en uno de sus oídos y tampoco podía llevar auriculares.
Tras conocer su muerte, algunos vecinos de la ciudad han reaccionado mostrando su malestar por haber encarcelado a un hombre tan mayor en lugar de tratar su problema de sordera o incluso conocer si tenía alguno psicológico tras saltarse las restricciones de forma reiterada.
«Es absolutamente vergonzoso encarcelar a un jubilado por escuchar música alta porque es sordo, que bajen la cabeza avergonzados por esto».
Otros, sin embargo, han defendido la actuación de las autoridades pese a su edad por saltarse continuamente las normas y perjudicar de esta forma al resto de vecinos.