La humillación (y la hipocresía) de la inmersión lingüística

CÉSAR ALCALÁ

He venido a apoyar a la dirección educativa de este centro ante este ataque intolerable al modelo de escuela catalana. Nuestro modelo es de éxito, mantiene la cohesión social, la equidad y la igualdad de oportunidades. En Cataluña no existe ningún problema con la lengua por mucho que algunos se lo inventen. Pueden repetir muchas mentiras, pero no las convertirán en verdad”.

Nosotros somos la convivencia. La anomalía de estas sentencias es que no se ajustan a la realidad lingüística de Cataluña y menos a una clase de P5 donde no hay ni asignatura de catalán ni de castellano”.

Estas fueron las palabras de hace unos días, del Consejero de Educación del Gobierno de la Generalidad de Cataluña, Josep González-Cambray. Porque, claro, les estaban tocando donde les dolía: el idioma.

A ver si algunos se enteran de una vez por todas, el modelo lingüístico catalán es una imposición de un sector de la sociedad hacia otro. Me voy a explicar mejor:

Es un castigo. Así de claro.

Un colegio de Cornellà impone el uso del catalán durante la hora de recreo  | Barcelona | elmundo.es

En su día Jordi Pujol no lo quería, el estaba en la idea de que en Cataluña sólo se estudiara en catalán. Lo convenció del modelo de inmersión lingüística una socialista, Marta Mata. A ella se debe el actual modelo que lleva más de 30 años aplicándose en Cataluña. Un modelo que pretendía catalanizar a los castellano-hablantes.

Todos aquellos hijos de la inmigración, hijos de charnegos, pasarían a ser catalano-parlantes, gracias a la inmersión, humillando sus raíces y haciéndoles olvidar el idioma que hablaban en casa. Pretendían que se sintieran catalanes y no aragoneses, andaluces, gallegos o extremeños. Era la manera de reinvertir un hecho social que, supuso convertir la economía catalana en una de las primeras de España. Si eras y te sentías catalán, tenías que ser forofo del Barcelona y hablar catalán. Sino eras un “charnego”.

Esta palabra se usa mucho para hablar de los hijos de la inmigración que nacieron de un matrimonio entre un castellano-hablante y una catalano-parlante o viceversa. Es un adjetivo despectivo.

Pero, que nadie se equivoque: Inicialmente, se denominaba charnego al hijo de una matrimonio formado por un catalán y una francesa. Los hijos de estas parejas mixtas eran los charnegos o gavatxos. No olvidemos las palabras de Jordi Pujol: “catalán es todo aquel que vive y trabaja en Cataluña”.

Aquel hecho despectivo del que hablábamos, hizo se que estableciera el modelo lingüístico catalán. Ahora pretenden poner dos profesores en las aulas. Uno para dar el 75% de clases en catalán y el otro para dar el 25%. Es surrealista. Es como si al profesor que deba dar las clases en castellano-español, si se pasa al catalán le coja urticaria, o al revés.

El modelo lingüístico catalán es para las clases bajas de la sociedad, no nos olvidemos. Y buena prueba de lo que decimos es la educación que reciben los hijos del Conseller de Educación. Él forma parte de la élite o al menos esto es lo que él se piensa. Nunca formará parte de las familias que, desde siempre, han tenido mando en Cataluña. Alguien con apellido González siempre será, para ellos, un advenedizo. Ahora bien, puesto que a lo largo de su vida siempre ha estado en la administración y se considera miembro de una raza superior, le han hecho creer que es alguien.

Los defensores del bilingüismo no se creen los cambios del Govern de Torra  con la inmersión

Pues bien, como ha publicado El Confidencial, a las hijas del conseller esta guerra no les afecta.

¿Por qué? El papá les puede pagar un colegio con una cuota muy diferente a la que defendía hace unos días en Canet de Mar. Leamos:

El consejero tiene escolarizadas a sus hijas en el centro Frederic Mistral, una escuela catalana que destaca en su página web su modelo de plurilingüismo, introduciendo el inglés y una segunda lengua extranjera. Evidentemente, en detrimento del catalán. Así, se imparten cuatro idiomas: catalán, castellano-español, inglés y francés o alemán, a escoger por los padres. Con las tres primeras, además de las clases específicas, se van haciendo asignaturas en inglés, por ejemplo, un año, Matemáticas y el siguiente Ciencias Sociales, el otro Ciencias Naturales. Pasa lo mismo con el castellano. Por ejemplo, en 1º de ESO, se imparten Matemáticas en castellano y Sociales en inglés y el resto todas en catalán. Pero eso supone asumir el 25% de castellano”.

El asunto no es éste, pues el conseller es libre de llevar a sus hijas donde le dé la gana. El asunto es otro. No es un caso aislado. Son muchos los miembros del Govern y no Govern que llevan a sus hijos a este tipo de colegios para que no les afecte la inmersión lingüística catalana. No quieren que sus hijos no sepan hablar ni escribir en castellano. También quieren que sepan idiomas y, lo del catalán, dado que lo pueden aprender en la calle o en TV3, tampoco nos debemos preocupar.

Con lo cual, volvemos a darnos cuenta del cinismo de los políticos catalanes. Harán lo imposible para mantenerse en la poltrona. Alimentarán a asociaciones para que protesten en contra de todo y de todos. Venderán que la justicia y España quiere acabar con el catalán. Montarán espectáculos para que las plataformas de pago emitan películas en catalán… Harán todo lo imposible para seguir viviendo de este cuento, llamado independentismo, que a muchos ha hecho ricos, pero está hundiendo Cataluña.

CÉSAR ALCALÁ

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