Viruela del mono
C. J. Hopkins
¡Enciérrense dentro de sus casas! ¡Rompan las máscaras y los protectores faciales profilácticos! Apaguen lo que queda de sus facultades críticas y prepárense para “¡Actuar al dictado de la Ciencia!”
Sí, así es, justo cuando los sobrevivientes de la plaga apocalíptica simulada de 2020-2021 salían de sus búnkeres anti Covid19 y comenzaban a «reconstruir el mundo mejor», ¡Aparentemente se ha desatado otra pestilencia bíblica sobre la humanidad!
Esta vez es la temida viruela del simio, una enfermedad zoonótica viral endémica de África central y occidental que circula entre ratas gigantes, ardillas, lirones y otros roedores y ha estado infectando a los humanos durante siglos o milenios.
La viruela del mono causa fiebre, dolores de cabeza, dolores musculares y, a veces, ampollas llenas de líquido, tiende a desaparecer en dos a cuatro semanas y, por lo tanto, representa una amenaza absolutamente nula para la civilización humana en general.
Los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas no quieren alarmarnos, pero es su deber como periodistas profesionales informar que ¡LA VIRUELA DEL MONO SE PROPAGA A VELOCIDAD SUPERSÓNICA…!
¡MÁS DE 100 CASOS DE VIRUELA DEL MONO han sido confirmados en países de todo el mundo!
¡Se están convocando GRUPOS DE TRABAJO CONTRA LA VIRUELA DEL MONO! ¡Se están difundiendo fotografías en primer plano de LESIONES DE VURUELA DEL MONO DE ASPECTO TERRORÍFICO!
El presidente de los Estados Unidos dice «¡TODOS DEBEN ESTAR PREOCUPADOS!»
¡ La OMS lo llama “un brote de viruela del mono en varios países!” Bélgica ha introducido una cuarentena obligatoria . ¡ El CDC ha pasado al “Nivel de alerta 2!” ¡Se recomienda “extremar precauciones”!
En la ciudad de Nueva York, probablemente los fanáticos de la Nueva Normalidad, los más paranoicos, con máscaras y cuádruplemente «vacunados» sean los más aterrorizados en el planeta Tierra, el Departamento de Salud está instruyendo a todos acerca de cómo usar las máscaras que ya usan para protegerse. tanto del covid19, como de la viruela del simio , la viruela, la viruela y el cáncer transmitido por el aire, ¡y Dios sabe qué otros horrores podrían estar ahí fuera!
En Berlín, la capital de la Alemania de la Nueva Normalidad, Karl Lauterbach, quien, a pesar de gastar cientos de millones de euros en «vacunas» superfluas, intentó «vacunar» obligatoriamente a todos los hombres, mujeres y niños alemanes y, entre otras cosas se comportó como un liberticida, totalitario, lunático, sigue siendo el Ministro de Salud oficial, salta de un lado a otro con entusiasmo y grita como un gibón de la especie Siamang sobre “recomendaciones para el aislamiento y la cuarentena” y otras “medidas de contención de la viruela del mono”.
Esto parece un nuevo «déjà vu».
Excepto que no lo es… o probablemente no lo sea. Antes de que pudiera terminar esta columna, los Ministerios de la Verdad del Gobierno Mundial comenzaron a aminorar el pánico de la viruela del simio.
Al parecer, han acabado afirmando que «es una pandemia gay», o una «pandemia LGBTQ», o una «pandemia LGBTQIA+», o cualquiera que sea el acrónimo oficial cuando hago clic en el botón «publicar» y han añadido que podría no ser absolutamente necesario esta vez ordenar un bloqueo global a gran escala, liberar los drones y los perros robóticos, inyectar a todos drogas experimentales y comenzar a perseguir brutalmente a los «negadores de la viruela del mono».
Realmente no creías que estaban lanzando una nueva versión de Covid toma por toma , ¿verdad?
Los showrunners, productores ejecutivos y guionistas al servicio del Nuevo Orden Mundial pueden ser extremadamente malvados, pero no son estúpidos. Solo los «New Normals» con el cerebro más irremediablemente lavado aceptarían otra «pandemia apocalíptica» antes de que la actual haya sido cancelada oficialmente.
No, desafortunadamente, lo más probable es que solo obtengamos una vista previa de cómo será la «vida» en el Reich de la Nueva Normalidad , donde las masas estarán perpetuamente amenazadas por una variedad inagotable de patógenos exóticos y amenazas pseudopatológicas intercambiables. .
En realidad, la Nueva Normalidad nunca estuvo directamente relacionada con el Covid. Fue un simple pretexto. Siempre se trató de crear, poner en funcionamiento una nueva “realidad”, una “realidad” patologizada-totalitaria, no tanto gobernada como discretamente “guiada” por entidades gubernamentales supranacionales, no gubernamentales, corporaciones globales y una variedad de multimillonarios que no rinden cuentas, en la que el Covid, o la viruela del simio, o la viruela canguro, o cualquier otra enfermedad viral zoonótica, o cualquier crisis económica, o relacionada con el clima, o una tendencia ideológica o conductual aberrante, podrían usarse como pretexto para fomentar otro brote de histeria colectiva sin sentido e imponer restricciones adicionales a la sociedad y limitar o suprimir derechos y libertades.
Esa nueva «realidad» se ha llevado a cabo… quizás no tan firmemente como se pretendía originalmente, pero se acabó poniendo en práctica de todos modos. Estamos siendo condicionados a aceptar esta nueva “realidad”, como fuimos condicionados a aceptar la “realidad” de la Guerra contra el Terror, a quitarnos inútilmente el calzado en el aeropuerto, colocar nuestros líquidos en contenedores de tamaño de viaje, someternos a manoseos por parte de “seguridad”. personal”, y de lo contrario vivir en un estado de miedo constante de bajo nivel de un “ataque terrorista”, ya que ahora estamos condicionados a usar máscaras donde se nos dice, someternos a la “vacunación” obligatoria y vivir en constante precariedad… y angustiados, temiendo al próximo patógeno supuestamente mortal.
Lamentablemente, la mayoría de la gente aceptará todas las rectriciones que los gobernantes impongan y se adaptará a los «inconvenientes menores», a los daños soportables, a los males menores que vayan viniendo en cada momento. Después de todo, ¿qué diferencia hay realmente si tenemos que usar una pequeña máscara en un avión, en el transporte público o en el consultorio del médico?
¿Vamos a consentir que los gobernantes violen nuestros derechos fundamentales a la libertad de expresión, libertad de movimiento, asociación, privacidad y autonomía corporal básica… seguiremos permitiendo que los gobiernos y las empresas multinacionales globalistas censuren nuestras opiniones políticas, nos impidan viajar, nos prohíban protestar y nos obliguen a someternos a tratamientos médicos invasivos para mantener un trabajo?
Nos acostumbramos a quitarnos los zapatos en el aeropuerto y ver al “personal de seguridad” acariciar los genitales de nuestros hijos, e invadir y bombardear otros países y asesinar familias enteras con drones, ¿no? Seguramente, también nos acostumbraremos a esto.
O… OK, yo no lo haré, y probablemente tú tampoco, pero la mayoría de las masas lo harán. Simplemente lo demostraron con bastante claridad, ¿no es así? Como lo demostraron durante la Guerra Global contra el Terrorismo. Como lo demostraron durante la Guerra Fría. Como lo demostraron… oh, no importa.
Lo siento, realmente quería terminar esta columna con una nota positiva.
Muy bien, ¡aquí va una! ¡Una pequeña buena noticia, por fin! Según los verificadores de hechos profesionales de Reuters , resulta que
no hay ninguna evidencia de que la reunión anual del Foro Económico Mundial [que se está llevando a cabo en Davos en estos días] estuviera programada para coincidir con estos brotes de viruela del mono”,
… y cualquiera que diga que existe, o insinúe que existe, o que se desvíe o cuestione los “hechos”, o la “Ciencia”, o lo que sea, es un “negador de la viruela del mono, partidario de conspiraciones, antivacunas, partidario de Putin- amante de la desinformación”, por lo que todo va realmente sobre ruedas,… ¡o irá tan pronto como les enseñemos a esos malvados rusos una pequeña lección termonuclear!
No sé ustedes, pero eso me quita un peso de encima. Por un momento, pensé que estábamos en problemas.
CJ Hopkins es un dramaturgo, novelista y satírico político estadounidense muy galardonado que vive en Berlín. Sus obras son publicadas por Bloomsbury Publishing y Broadway Play Publishing, Inc. Su novela distópica, Zone 23 , es publicada por Snoggsworthy, Swaine & Cormorant. Los volúmenes I y II de sus Consent Factory Essays son publicados por Consent Factory Publishing, una subsidiaria de propiedad total de Amalgamated Content, Inc. Puede contactarlo en cjhopkins.com o consentfactory.org .
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