A la ministra Irene Montero (madre de los hijos del estalinista Pablo Iglesias) no le gustan las mujeres de «belleza extraordinaria»
Pero aún hay más: según parece, a Irene Montero, además de la belleza, le molestan las familias unidas.
El Ministerio de Igualdad trabaja incansablemente en pro de los derechos de las féminas y no se le pasa nada por alto. Ahora le ha tocado el turno a las series de televisión, con personajes femeninos protagonistas. El organismo que dirige Irene Montero ha publicado un estudio sobre «los estereotipos, roles y relaciones de género en series de televisión» españolas. El documento critica, entre otros asuntos, que las actrices sean de una «belleza extraordinaria, con un maquillaje y efectos que las hace todavía parecer más bellas». Una pregunta, señora ministra, ¿cuál es el problema, que sean bellas en origen o que las maquillen y sean todavía más bellas? A lo mejor se solucionaría contratando a actrices más ‘del mónton’.
El Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Igualdad, ha sido el encargado de elaborar, junto a la Asociación de Mujeres Cineastas, un informe de más de 80 páginas en las que se analizan las series de producción española con perspectiva de género.
Las series analizadas han sido: Cuéntame, La caza. Monteperdido, Allí abajo, La catedral del mar, Presunto culpable, La verdad, Vivir sin permiso, La que se avecina, La casa de papel, Las chicas del cable, Paquita Salas, Gigantes, Hierro, Vida perfecta, Élite, Skam, Acacias 38 y Amar es para siempre.
Entre otras conclusiones, el documento asegura que en las series protagonizadas por mujeres como Las chicas del cable hay «cierto abuso y cosificación» en la «presentación de las mujeres». Son mujeres «representadas por actrices de una belleza extraordinaria, con un maquillaje y efectos que las hace todavía parecer más bellas, sus vestuarios espectaculares, que realzan aún más sus cuerpos ‘diez’».
Critican también que en la famosa serie «viven y visten muy por encima de sus posibilidades económicas, como trabajadoras con baja cualificación».
Pero aún hay más. Y es que parece que a Irene Montero, además de la belleza, le molestan las familias unidas.
Según el estudio, las series dan una especial relevancia a las familias, algo que no parece agradar especialmente al Ministerio. «Sospechamos que se produce una idealización de éstas, puesto que el amor y el cariño se refleja mediáticamente en la muestra con el doble de apariciones que el conflicto», aseguran. «Frente a cierta idealización en mostrar las relaciones familiares, curiosamente, esto contrasta con el hecho de que las relaciones de pareja no son tan positivas, por lo que se asemejan bastante más a la realidad no ficcionada»… ¿Tiene algún problema con la unidad entre los seres queridos la señora ministra?
Por último, otro de los aspectos analizados han sido los sexuales. En este sentido aseguran que la representación de homosexuales es la adecuada y corresponde con la realidad. No sabemos si a la realidad. A lo que sí corresponde es a una cuota de personajes homosexuales que deben aparecer en las series para que estas prosperen.
A tenor de estos datos, apuntan que «resulta interesante» comprobar como las series apuestan por una sobre-representación de las relaciones homosexuales explícitas.
Conclusiones del estudio
En su nota de prensa de resumen, el Ministerio de Igualdad destaca las siguientes conclusiones, con datos concretos sobre el sector audiovisual en España:
- El 78% de las series españolas son dirigidas por varones.
- Los hombres ocupan dos de cada tres puestos de trabajos en la producción de series (66,9%).
- Las mujeres desempeñan el 61% de los puestos de maquillaje, peluquería, vestuario y decorado, pero solo el 8,3% de los encuadrados en el grupo directivo.
- La violencia masculina, hacia otros varones o hacia mujeres, está representada en el 58,4% de las secuencias analizadas.
- La «femme fatal», la «chica buena», la mujer sumisa o la hipersexualizada son los principales roles femeninos representados en las series, así como los dos estereotipos de madre: la castradora y la sufridora.
Una de las primeras conclusiones es que en la creación de contenidos y en la dirección de las series, la participación de las mujeres es «prácticamente inexistente». Así, de las 18 series más vistas en España durante el periodo 2018-2019 solo una es de autoría femenina.
La cosificación del cuerpo de la mujer
En las series, el universo de la mujer «sigue girando alrededor del mundo masculino» y la cosificación de su cuerpo «buena parte de las veces es empleada para justificar su aparición en el relato».
«Son pocas las mujeres que protagonizan o coprotagonizan una serie que no sean físicamente deseable, a no ser que se planteen como cuota o como contrapunto a otra protagonista -guapa- o para encarnar la maldad femenina. Por tanto, no hay novedades destacables que no pasen por la mirada patriarcal en la representación de las mujeres», ha señalado.
Otros datos sobre la representación de mujeres y hombres y sus relaciones:
- El 45,4% de las series apuestan por un protagonismo mixto, llegando al 68,8% en el rango juvenil. El protagonismo femenino prima en las series de sobremesa o juveniles, mientras que en prime time se reduce al 25,4% frente al 31,9% del masculino.
- El 82,2% de los personajes femeninos responden al estereotipo de “feminidad”, caracterizado por su pasividad, ser figura florero o soporte emocional o por limitar su actividad al cuidado de otros.
- Solo el 14 % de mujeres son representadas en el ámbito laboral.
- En cuanto a las relaciones entre mujeres, el 71,5% son representadas de forma positiva (complicidad, cariño y ayuda), 11,5 puntos más que en el caso de los hombres (60%), y el 28,5% negativa (conflictividad, enemistad o rivalidad), 11,5 puntos menos que para los hombres (40%).
- Sobre las relaciones de pareja, conflicto y armonía se reflejan de manera equilibrada (54,7% frente a 45,3%, respectivamente), aunque en la franja de sobremesa se exaltan más el amor y los cuidados.
- Las relaciones sexuales están presentes en el 8 % de las secuencias analizadas, y de ellas el 14,8% son homosexuales, con una sobrerrepresentación de la homosexualidad femenina.
- En el 6,3% de las secuencias se produce una cosificación explícita de las mujeres, porcentaje que se reduce hasta el 3,2% en las series de sobremesa.