Algunas reflexiones imprescindibles respecto de la Semana Santa Católica.
MARIANO CABANILLAS
«¿Cómo puede ser eso, si yo soy virgen? Contestó el ángel: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el niño santo que nacerá de ti será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel está esperando un hijo en su vejez, y aunque no podía tener familia, se encuentra ya en el sexto mes del embarazo. Para Dios, nada es imposible.”. Dijo María: «Yo soy la servidora del Señor, hágase en mí tal como has dicho.» Después la dejó el ángel.» Evangelio según San Lucas, 1 24-38
FIAT-en Latín- significa HAGASE o dar consentimiento. Fue la repuesta de Maria tan pronto comprendió, como Dios se disponía a obrar en ella. La santísima Virgen fue creada para esa misión, pero a ella no le fue negado el libre albedrio o la libertad de elección. Es por esto que esta palabra es de suma importancia en las Escrituras e hizo, hace y hará eco por la eternidad. Porque gracias a este FIAT, es que Maria le dio el consentimiento a Dios, para que se hiciera según el Ángel lo había dicho.
Esta palabra también cambió el destino de la raza humana y fue parte esencial de la misión de la santísima Virgen. La vida de Maria se alteró radicalmente; también cambiaron los planes de su santo esposo san Jose y así, aunque eran muy buenas las noticias, comenzaron también las agonías y dolores de nuestra Madre. Su Hijo iba ser causa de división para muchos (Lucas 21: 34-35) y él también tendría que morir para la salvación de las almas.
Dios en el Génesis también utiliza la palabra hágase para comenzar la creación. Dios que es el dueño del cielo y de la tierra da su orden y consentimiento para que todo exista…
Introducción
El pasado 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, iniciamos la Cuaresma y una de las frases que nos recordó el sacerdote al imponer la ceniza fue “Conviértete y cree en el Evangelio.. La cuaresma como nos dijo el Papa es una invitación a la conversión. En estos momentos de pruebas cuando nuestra fe se ve, por diversas circunstancias atacada por los vendavales, como la barca de Pedro, ( pandemia, guerra de Ucrania ….) y,sobre todo por la progresiva difusión de ateísmo me pareció muy alentadora la frase del Papa sobre nuestra Fe : ”La fe no nos exime de las tribulaciones de la vida, pero nos permite atravesarla unidos a Dios en Cristo con la esperanza que no defrauda”. También me parece muy alentadora esta frase de S.Agustín: “a través del mal se abre el horizonte del bien”. Esto es lo que se recoge en el FIAT de María.. Por eso he pensado en María como la guía de de nuestra fe, en medio de la oscuridad que nos invade, acompañándola a Ella en los momentos más difíciles de la Pasión y Muerte de su Hijo. Recordamos que en toda su vida se cumplió en Ella la frase de su prima Isabel : “Dichosa tú que has creído”.
María por las fe tuvo el valor de confiar en el Dios de lo imposible ( FIAT) y dejar en sus manos la solución de sus problemas. Cuando tantas veces en nuestras peregrinaciones hemos pedido cantando a nuestra Madre que nos acompañase en nuestro camino, hoy es Ella la que nos pide que le acompañemos en su vía redentora. La síntesis del camino viene recogida en la dos imágenes ,que recogen las introductorias: el principio y el final de nuestra Redención.. Para María la fe siempre significó confianza plena en el Padre Dios aún en los momentos más difíciles. El “Fiat” de María fue una constante en su vida. En nuestra Parroquia de Santo Domingo cantamos con relativa frecuencia esta canciónjaculatoria: “Madre de los creyentes, que siempre fuiste fiel, danos tu confianza, danos tu fe”. Estas reflexiones las presentaré en dos puntos, un resumen la fe de la Virgen a lo largo de su vida y en el segundo apartado hablaré del Fiat más doloroso en la Pasión y Muerte de su Hijo. 1.- El Fiat de María Concilio Vaticano II en la Lumen Gentium nos dice: “Su fiat, su hágase, pronunciado en el día de la Anunciación lo mantuvo sin vacilación hasta el pie de la Cruz”. El Fiat significó para Ella la disposición incondicional para aceptar la voluntad de su Padre Dios. No le resultaría una tarea fácil, humanamente hablando. 1.1- María en la vida de Jesús Desde el momento en que Jesús se encarnó en su vientre, Ella mantuvo el secreto, sin contarlo a S. José. Lo dejó en manos de Dios y Dios, como siempre, acudió en su ayuda. Él fue quien reveló, a través de un sueño, a José el embarazo de María, con estas palabras : No temas, José, lo que ha germinado en Ella es una actuación directa y excepcional del Espíritu Santo.” Dos momentos esenciales de su FIAT CORREDENTOR Desde entonces para José dejó de ser una muchacha atractiva para convertirse en “Santuario de Dios”, hasta el momento que tuvo que viajar a Belén por el empadronamiento donde tuvo lugar el nacimiento de Jesús en el establo . También durante la infancia de Jesús pusieron a prueba su Fiat varios episodios que resumo a continuación:
Viaje al templo de Jerusalén. Cuando Jesús sólo tenía 12 años , María y José sufrieron la pérdida de su Hijo, entre la multitud, al regreso del Templo. Después de dos días de búsqueda lo encontraron en el templo y su alegría encontró como respuesta unas palabras, que desde el punto humano, parecen poco cariñosas de un hijo para su madre: “ ¿ Por qué me buscaís?¿No sabéis que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?” (El Evangelio continúa) “Ellos no comprendieron lo que les decía”. Pero María que todo lo guardaba en su corazón afianzó su FIAT.
La vida pública de Jesús. La vida pública de Jesús en muchas ocasiones puso a prueba la fuerza del Fiat de María que sentía, a veces escondida, el aparente olvido de su Hijo dedicado, como le había dicho en el el Templo, a las cosas de su Padre. Voy e referirme a dos escenas. Las Bodas de Caná y el Episodio de María acompañando a su Hijo entre la multitud. San Juan nos relata en su Evangelio que hubo una boda en Caná de Galilea, en la que estaba la Madre de Jesús. Nos dice que también invitaron a la boda a Jesús (parece, leyendo este texto, que la invitación se había enviado por separado). María ante el hecho de la falta de vino (movida por su amor misericordioso) se dirigió a Jesús (confiando plenamente en Él) con estas palabras de súplica “No tienen vino”. Jesús le respondió (humanamente hablando de forma despectiva) “a ti y a mi, mujer, qué nos importa. Mi hora todavía no ha llegado”. María, sin embargo, con su permanente FIAT, dijo a los de la boda: “Haced los que Él os diga”. Con la fuerza del milagro que todos conocemos, nos dice San Juan, que Jesús inició así su vida pública.
La verdadera familia de Jesús. Mateo nos habla de este hecho en su capítulo 12 (46-50). Nos dice que mientras Jesús hablaba a la gente su Madre y sus hermanos querían hablar con Él y uno de los presentes le dijo: “Tu Madre y tus hermanos están afuera y quieren hablar contigo” y Jesús responde a sus palabras en estos términos (que para cualquier madre serían muy dolorosas e incomprensibles): “¿Quién es mi madre y quienes mis hermanos?” Y en este momento además pronuncia la siguiente expresión, extendiendo las manos sobre sus discípulos : “Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de mi Padre celestial, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre.” ¡Qué fuerte resultaría para María esta escena!, pero Ella siguió siempre , apoyándose en su FIAT, acompañando su Hijo en su misión redentora. 1.2.- El fiat del mayor dolor.
Después de haber vivido la Cuaresma con la espiritualidad donde hemos acompañando a Jesús con nuestros sacrificios y especialmernte en los Via Crucis que, de forma más solemne, lo haremos en los desfiles procesionales. Desde aquí ya se lo pedimos al Señor con esta oración de un Himno de las Horas : ” Déjame hacer junto a Ti este augusto itinerario” Este es el propósito de la reflexión cristiana en el misterio que pronto vamos a vivir: la Semana Santa, acompañando a María en la Vía dolorosa. La piedad popular que vivimos en estos días hunde sus raices en la conmemoración de los misterios de la Redención cristiana que finalizan con el luminoso Misterio Pascual. Un papel fundamental en la exaltación del Misterio Pascual ha sido siempre la entrega apasionada de las Cofradías, como es el caso de la Hermandad de la que recoge su historia D. Manuel Ruiz, Párroco de San Agustín, Badajoz: “Sal de tu casa… a la que te mostraré”. Este libro nos pone de manifiesto todo tipo de dificultades (sociales, políticas, económicas y hasta religiosas) a las que tuvieron que hacer frente las cofradias de la Hermandad del señor Santiago Apóstol, Santo entierro de Cristo y Nuestra Señora de las Lágrimas: De Intramuros a Santa María la Real ( San Agustín) 1800-1904. El Papa Francisco, el pasado año, animaba de forma especial el trabajo de las cofradías en la presentación de la Semana Santa de Valladolid, con estas palabras: “Adelante con vuestra Semana Santa, que es una catequesis para el Pueblo de Dios.” Esta parte de mis reflexión la considero, pues, como una catequesis extraordinaria unidos de la mano de nuestra Madre. La Lumen Gentium nos dice estas palabras de la Virgen María: “Mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz, se condolió vehementemente, con el Unigénito, y se asoció con corazón maternal al sacrificio, consintiendo con amor en la inmolación de la Victima engendrada por Ella misma”. Especial reflexión me sugieren las frases que forman los verbos: mantenerse fielmente, condolerse, asociarse y consentir, para comprender la fuerza de su Fiat Corredentor. Este año en la ciudad de Badajoz se celebra La Procesión Magna el Viernes Santo. Este hecho congregará gran presencia de público. Entre ellos unos serán creyentes y otros no. Para todos será un gozo estético contemplar la belleza de las imágenes. Para los creyentes nos debe llevar a meditar acompañando a nuestra Madre sobre toda la Vía Dolorosa. Estas son mis reflexiones ante algunas de las imágenes, que recorrerán nuestras calles el Viernes Santo: LA SANTA CENA Como la mejor patente de su condición de Dios Amor cuando estaba a punto de ser traicionado por uno de los doce apóstoles, Jesús que había sido enviado por su Padre no para condenar al mundo sino para salvarlo, quiere iniciar su itinerario doloroso con este gran acto de Amor . El evangelista San Juan nos deja estas frases: “Jesús, que había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin” , “(Jesús) luego comenzó a lavar los pies de sus discípulos” y les dijo “ pues si yo os he lavado los pies, también vosotros os los debéis lavar unos a otros” y, como mensaje de despedida, nos dice: “Os doy un mandamiento: nuevo que os améis unos a otros como yo os he amado”. “En esto conocerán que sois mis discípulos”. En la cena tuvo lugar el inmenso acto de Amor de quedarse siempre Jesús con nosotros bajo las especies de pan y vino. Así nos narra la institución de la Eucaristía el evangelista Marcos: “Durante la cena , Jesús tomó pan, lo partió y se lo dio, diciendo:”Tomad,esto es mi cuerpo”. Después tomó un cáliz, se lo pasó a ellos y bebieron de él todos. Y les dijo: “Esta es mi sangre , la sangre de la alianza,que será derramada por todos. Os aseguro que ya no beberé más de este fruto de la vid hasta el día en que beba un vino nuevo en el Reino de Dios”. (Mc.14,22-25) Estos maravillosos gestos de amor, acaecidos en el Jueves Santo, hacen realidad el dicho popular que dice que este día es uno de los tres jueves que relucen más que el sol. En respuesta a este Amor, no dejemos de estar un tiempo con Jesús en el Monumento, como gesto de gratitud de su presencia entre nosotros y repitíéndole muchas veces la frase de Pedro “Señor, tú sabes todas las cosas, tú sabes que te amo”. Antes de contemplar las imágenes de la cruz veremos a Jesús atado a la columna y azotado y coronado de espinas. A todos estas humillaciones y sacrificios lo condenaron en el proceso más injusto de la humanidad que terminó con su condena a morir en la Cruz dictado por las autoridades políticas ( por considerarlo FALSO REY) y las religiosas ( por considerarlo FALSO MESÍAS). El pueblo que poco tiempo antes gritaba alborotado Hosanna al Hijo de David, se unen a la condena gritando crucifícalo. Unos lo hacían porque se sentían defraudados al esperar otro reino, el reino del poder y de la espada y Tú Jesús le anunciaste el Reino de la Verdad, del Perdón y de la Paz. Otros por cobardía y por miedo a sus jefes.. María estaría entre la multitud muy triste y dolorosa pero apoyándose en su Fiat. CON LA CRUZ HACIA EL CALVARIO Fue muy duro este recorrido, caíste tres veces pero seguiste caminando, porque conocías que en esa Cruz estaba la Victoria. En esta Semana Santa quiero acompañarte a ti y a tu Madre, la Virgen de los Dolores, nuestra Virgen y patrona de Badajoz, la Virgen de la Soledad, con la Hermandades que representarán este duro recorrido. Y te diremos que al contemplar vuestros pasos todas nuestra cruces nos resultan suaves y llevaderas. En tu recorrido hasta el Calvario, observarías con tu penetrante mirada actitudes muy diversas: unas agudizaron tu dolor ( los gritos crueles, el odio, el rechazo, la cobardía y hasta la traición de algunos de los tuyos), otras te fueron gratas en medio del dolor (la ayuda del cirineo, la compasión de la mujeres que lloraron al ver tu dolor y, sobre todo, todo la mirada que te produjo mayor impresión que fue el rostro a toda prueba de tu Madre, que en la Cruz nos la entregaría como Madre nuestra).
Porque cuando estabas ya agonizando nos dejaste estas lecciones sobre las que queremos meditar en el desfile procesional de este año. Estas son las lecciones:
La lección del Perdón. El Perdón es la sublimación del Amor. Estas fueron tus palabras: “Perdónalos, Padre, porque no saben lo que hacen”
La lección de la esperanza, para los que en Ti creemos. “Hoy estarás conmigo en el Paraíso” que dirigiste al buen ladrón.
La lección del bien morir: “Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu”.
La lección de la perseverancia hasta el final: “Todo está consumado” Y he dejado para el final el gran don de tu cláusula testamentaria: “Mujer, ahí tienes a tu hijo” y mirando a Juan, el discípulo amado, le dijiste: “Ahí tienes a tu Madre.” El Evangelio nos presenta la escena en que se pronunciaron estas palabras de la siguiente forma: “Junto a la Cruz de Jesús estaba, de pie, su Madre”.(Jn.19,25) Como hemos reflexionado, María, a lo largo de su vida siempre procuró quedar oculta, en un segundo plano, pero ahora en el momento de la humillación, se coloca en primer plano junto a su Hijo. Con la forma de expresar Jesús en la cláusula testamentaria “he aquí a tu hijo, he aquí a tu madre”, nos parece indicar, a primera vista, un rasgo de delicadeza y amor filial hacia su madre que se quedaba sola. Esta, como he dicho es la primera impresión , pero tiene un significado mucho más profundo. En unas palabras tan trascendentes, lo más importante se pronuncia en primer lugar, recomendando a María y encomendándole el cuidado de Juan, que según la primera impresión debía de ser al contrario, por lo tanto el deseo de Jesús mostraba algo mucho más trascendente. Esto nos lleva a considerar que en esta escena Jesús nos entrega su Madre como Madre de toda la humanidad. Desde entonces ¡¡ TENEMOS MADRE!!. Desde ese momento, todos los redimidos, por su expresa voluntad: Nuestra Madre es la propia MADRE DE JESÚS. La última imagen de Jesús, que podemos contemplar en Badajoz es la del Descendimiento, extraordinario Paso de la Parroquia de San Agustín. Madre, cuando, al bajarlo de la cruz, depositaron a tu Hijo en tus brazos repetirías constantemente el SÍ que diste para su Encarnación. Este doloroso SÍ conllevaba para todos la Fe en su triunfo, la FE en la Resurrección. A los tres días, como había dicho abandonó el Sepulcro. El sepulcro está vacío. Así lo anunciaron las mujeres y los apóstoles.Este mensaje lo recoge el bello cartel de la Semana Santa de mi amigo el escultor Gamero Gil. A nosotros el repique de campanas de nuestros templos nos anuncia la alegría pascual. ¡Aleluya!¡Cristo ha resucitado! TÚ, Cristo Resucitado, eres la fuerza para nosotros como lo fuiste para tus primeros discípulos. TÚ, Cristo Resucitado, eres la fuente de nuestra alegría. Nadie en el mundo tiene tanto motivo para estar alegres como los que creemos en Ti. TÚ ,Cristo Resucitado, eres la razón de nuestra esperanza. Así nos lo dice San Pablo “Dios, que resucitó al Señor, nos resucitará también a nosotros”., Como pensamiento final repitamos y hagamos realidad el grito que decimos en el memorial eucarístico en todas la misas :”Anunciamos tu muerte y proclamamos tu Resurrección” . AMDG et BMV.-Mariano Cabanillas.