Por David de Caixal : Historiador Militar. Director del Área de Seguridad y Defensa de INISEG. Director del Máster de Historia Militar de INISEG / Universidad Pegaso. Director del Grupo de Investigación del CIIA (Centro Internacional de Investigación Avanzada en Seguridad y Defensa de INISEG-Universidad Pegaso. Membership in support of the AUSA (Association of the United States Army) Miembro asesor de la Sección de Derecho Militar y Seguridad del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid). Miembro del Grupo de Investigación de INISEG y “The University and Agency Partnership Program » (UAPP) proyecto universitario para la difusión de la Cultura de la Defensa de Estados Unidos.
Si la oposición sunita al régimen de Assad ganara la guerra civil, la represalia indiscriminada contra los alauitas sería extrema. Esto, a cambio, traería nuevos reclutas a la milicia alauita ya activa. El conflicto entre sunitas y alauitas tiene alrededor de mil años y está en un punto de ebullición, alimentándose de la extrema violencia perpetrada por ambos lados. Con este terrible conflicto entre las dos comunidades, es poco probable que se les impida matarse entre sí a escala masiva a menos que Siria sufra una balcanización similar a la de Yugoslavia en la década de 1990. Los grupos religiosos y étnicos de Siria ya tienen una fuerte concentración geográfica. Por ejemplo, tres cuartas partes de los Alauitas viven en la provincia noroccidental de Latakia, donde constituyen dos tercios de la población. En el contexto de una balcanización, Latakia se convertiría en estrictamente alauita y cristiana, dos grupos étnicos que se llevan bien entre sí y autónomos de las regiones de Siria controladas por los sunitas. Además, los kurdos que pueblan el Norte también serían autónomos. Las decisiones más difíciles serían los destinos de Damasco y Alepo, donde todos los grupos enfrentados están representados en gran número. Al-Assad siempre se ha esforzado por proteger a las minorías religiosas de Siria, como los cristianos, los drusos y los kurdos. La coalición ruso-siria está derrotando poco a poco al conglomerado del Daesh y Al-Qaeda, respaldado a su vez por las potencias occidentales –EEUU, Francia y UK- por Arabia Saudí y, discretamente, por Israel. De paso los EEUU han escogido como aliado en la zona, y para empeorar las cosas, al Partido (kurdo) de la Unión Democrática (PYD), una escisión del antiguo PKK, que busca la creación de un Estado kurdo en el norte de Siria, cosa que Turquía –tradicional aliado de los EEUU (¡?)- no aceptará jamás. En Iraq, han llegado 5000 efectivos y nuevas formaciones del ejército iraquí han sido dotadas con tanques M1 Abrams, Humvees y otros transportes ultramodernos, quizás respondiendo al llamamiento del General Joseph Votel, por más efectivos para “pacificar” la región. En Yemen, la guerra no mediática pero muy real, alentada por una coalición saudí-estadounidense, se cobra muertos día tras día y al mismo tiempo, la marina de los EEUU no cesa en su rifi-rafe con los iraníes que, si se dejaran arrastrar a la guerra, provocarían un conflicto de proporciones mundiales. De manera similar al “surge” del presidente Obama, esto parece más bien un “surge” hacia el caos, ahora que el ejército sirio y Rusia están derrotando al Daesh. El tablero de operaciones –especialmente en Siria- se parece a la guerra de los cien años en Europa, en la que un montón de facciones se combatían entre si respaldadas por potencias foráneas. Sin embargo hay algo claro: la implicación de los EEUU en el conflicto y, en concreto, la carrera por Raqqa es una muy mala noticia porque la cuestión no está relacionada con derrotar al Daesh sino con que, si efectivamente los EEUU ocupaban la ciudad, había pocas o ninguna probabilidad de que el territorio ocupado fuera devuelto a su legítimo dueño, el gobierno Sirio. Más bien, servirá de base de operaciones para implementar en la región las políticas neoconservadoras para el “cambio de régimen”. Si esto es así, la guerra y el caos estarían asegurados para la próxima década en todo Oriente Medio. La solución pasa por hacer causa común con los rusos y el régimen de Assad y aniquilar al Daesh. Todo lo demás conduce al desastre.
Fuente: Mundo Diario
Con ello existirían tres posibles resultados:
1. Una victoria de Assad;
2. Una victoria suní;
3. O un resultado en el cual las diversas nacionalidades acuerden coexistir juntas pero en regiones más o menos autónomas, para que no puedan oprimirse mutuamente.
El presidente de Siria, Bachar al Assad, sostiene que pese al mejor tono y cambio drástico de la Administración estadounidense de Donald Trump, en cuanto a la lucha contra el yihadismo, todavía ser tendría que llegar a una “entente cordiale” para combatir más contra los grupos terroristas y no contra su gobierno. EEUU ha desplegado soldados para apoyar a las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), cuyo mayor contingente son milicias laicas kurdo-sirias, en la ofensiva contra Al Raqa, ‘capital’ del yihadista Estado Islámico. El presidente sirio volvió a insistir en que Occidente condena el terrorismo pero en realidad lo apoya. ‘Los países occidentales que han declarado la guerra al terrorismo, todavía lo apoyan’, considera Al Assad. También acusa a Europa de enviar a Siria a decenas de miles de terroristas que luchan contra su Gobierno, lo que afecta a la propia seguridad del continente. ‘Europa, o muchos países europeos que apoyan a los terroristas, envían a Siria decenas de miles de terroristas o los apoyan directa e indirectamente, con logística, armamento, dinero y todos los demás recursos’, insiste Al Asad. ‘Si Europa quiere protegerse (del terrorismo) en esta fase, el primer paso sería dejar de apoyar a los terroristas en Siria’, según diversas declaraciones del Presidente Al-Assad que se han podido obtener en diversas televisiones occidentales y en Rusia.
Fuente: Huffington Post
Al cabo de una década de la caída de Hussein, el actual Irak sería un estado fallido y carcomido por la metástasis de la corrupción y la inseguridad e incapaz de aumentar su producción de petróleo estimado en los 3 millones de barriles por día, lo que evidencia el fracaso de los más de 61.000 millones de dólares dedicados desde 2003 por EEUU para erigir un nuevo Estado iraquí basado en la revitalización y modernización del sector petrolero, la formación de un Gobierno central de Coalición y unas Fuerzas Armadas modernas y multi-confesionales.
La teoría del “caos constructivo”
La Doctrina Carter inspirada por Brzezinski (1980), tenía como objetivo la implementación en Oriente Próximo y Medio del llamado “caos constructivo”, concepto que se basaría en la máxima atribuida al emperador romano Julio César “divide et impera”, para lograr la instauración de un campo de inestabilidad y violencia en la zona (balcanización) y originar un caos que se extendería desde Líbano, Palestina y Siria a Iraq y desde Irán y Afganistán hasta Pakistán y Anatolia (Asia Menor). Recordar que Oriente Medio y Próximo presentan un paralelismo sorprendente con los Balcanes y la Europa centro-oriental de los años que provocó la Primera Guerra Mundial, tras la que los vencedores procedieron a rediseñar las inestables fronteras de dicha zona dibujando unas fronteras virtuales que provocaron un extenso periodo de agitación, de violencia y de conflictos en la zona como consecuencia de los conflictos étnicos derivadas de unas fronteras artificiales amén del choque de intereses económicos de las principales potencias europeas en la zona. Así, el ex-presidente de Egipto, Hosni Mubarak, por el ejército, reveló en una entrevista al diario egipcio El-Fagr la existencia del presunto plan para dividir a toda la región de Medio Oriente, consistente en la instauración del citado “caos constructivo” mediante la sucesiva destrucción de los regímenes autocráticos de Irak, Libia, Sudán, Siria e Irán y reservando para Jordania el rol de “nueva patria del pueblo palestino”, para lo cual EEUU se serviría de los grupos takfiríes. Takfir wal-Hijra, (Anatema y Exilio), es un movimiento sectario ultrarradical islamista de orientación sunní, surgido en Egipto en 1969 e inspirado por Sukri Mustafa. La doctrina takfir (luchador de la yihad), promulga la reducción de un musulmán por otro musulmán a la categoría de infiel, o peor aún, de apóstata, de traidor a su religión y por lo tanto resignado al castigo capital. Dicho proceso de balcanización de la zona estaría ya en marcha y tendría su plasmación en países como Irak , devenido en Estado fallido y desangrado por la reavivación de la guerra civil chií-suní y la aparición del EI, en la endémica división palestina entre las facciones de Hamás y la OLP; en la anarquía reinante en Libia con el wahhabísmo salafista instaurado en Trípoli mientras grupos takfiríes (satélites de Al-Qaeda) dominan tribalmente el interior de Libia y en la aplicación de la yihad suní contra el régimen laico de Al Assad y sus aliados chiíes, Irán y Hezbolá que por efecto mimético habría convertido ya al Líbano en un país dividido y presto para ser fagocitado por Israel, quedando el régimen teocrático chíita del Líder Supremo Ayatolah Jamenei como única zona todavía impermeable a la estrategia balcanizadora de Brzezinski.
Los países del Golfo han financiado a grupos fundamentalistas en Libia, Irak y Yemen, a milicias yihadistas enfrentadas en Siria y al sector golpista en Egipto. Arabia Saudí y Emiratos enviaron tropas a Bahrein para aplastar a los manifestantes que exigían libertad en las revueltas de 2011. Arabia Saudí contribuyó activamente a la represión de los Hermanos Musulmanes en Egipto pero ahora busca su alianza en Yemen. La administración Obama permitió la actuación de Irán en su lucha contra el Estado Islámico en Irak pero se posicionó a favor de Arabia Saudí en Yemen -facilitando armas a Riad- en su lucha contra las milicias hutíes que reciben aliento de Teherán. En cuanto a Siria, Obama ha jugado a mantener un peligroso equilibrio consistente en evitar el exceso de poder de los bandos implicados, para que nadie gane, para que todos se desgasten. Por más guerras y contradictorios juegos de alianzas que se tejan, lo cierto es que el recorrido lógico -e inevitable, si no fuera por la contumaz apuesta por el caos de las potencias involucradas- en Oriente Medio exigiría dos medidas urgentes: la ruptura de las alianzas clave de Occidente con países como Arabia Saudí. Las negociaciones en Lausana de Estados Unidos con Irán -en las que han participado Rusia, China, Reino Unido, Francia y Alemania- planean sobre todos los acontecimientos que están ocurriendo en Oriente Medio. No es casualidad que Arabia Saudí, con el apoyo de varios países árabes, comenzara a bombardear Yemen mientras se desarrollaban las conversaciones con Teherán.
Yemen, el país árabe más pobre del mundo, en el que se calcula que hay 60 millones de armas, está siendo utilizado como uno de los elementos para condicionar las negociaciones con Irán, negociaciones que Arabia deseaba sabotear. Ya sabemos por tanto para qué están “sirviendo” las armas que Estados Unidos ha vendido a la monarquía absolutista saudí, en una transacción a plazos que, si no se interrumpe, será la mayor venta de armas estadounidenses de la historia: Arabia Saudí emplea equipamiento militar estadounidense -y también europeo- para intervenir en otros países árabes, contribuyendo activamente a una mayor desestabilización de la región. Yemen es el cuarto país árabe en el que Arabia Saudí actúa militarmente en menos de tres años. A estas alturas no cabe duda de que potencias regionales e internacionales apuestan no por políticas que desembocan en errores -como más o menos inocentemente afirman algunos analistas- sino por políticas que garantizan el caos, el debilitamiento, la división de Oriente Medio. Porque desde el caos se puede perpetuar el control de territorios ajenos. Porque desde el caos se pueden mantener gobiernos títeres. Porque el caos facilita la dominación y ‘justifica‘ las dictaduras como mal menor. Porque el caos fragmenta Estados y crea territorios serviles, elementos clave del nuevo mapa de Oriente Medio.
Fuente: Over Blog
Implementación del Plan Biden
El Plan Biden-Gelb, aprobado por el Senado de EEUU en el 2007 y rechazado por Condolezza Rice, Secretaria de Estado con George W. Bush, preveía la instauración en Irak de un sistema federal con el fin de evitar el colapso en el país tras la retirada de las tropas estadounidenses y proponía separar Irak en entidades kurdas, chiíes y sunitas, bajo un gobierno federal en Bagdad encargado del cuidado de las fronteras y de la administración de los ingresos por el petróleo. Así, asistiremos a la aparición del Kurdistán Libre presidido por Masoud Barzani con capital en Kirkust y que incluiría zonas anexionadas aprovechando el vacío de poder dejado por el Ejército iraquí como Sinkar o Rabia en la provincia de Ninive, Kirkuk y Diyala así como todas las ciudades de etnia kurda de Siria (excepto Hasaka y Qamishli) ocupadas por la insurgencia kurda del BDP. El nuevo Kurdistán contará con las bendiciones de EEUU y dispondrá de autonomía financiera al poseer el 20% de las explotaciones del total del crudo iraquí con la “conditio sine qua non” de abastecer a Turquía, Israel y Europa Oriental del petróleo kurdo a través del oleoducto de Kirkust que desemboca en el puerto turco de Ceyhan. De otra parte, el proyecto del Califato Islámico de Sham con Abu Bakr al-Baghdadi (ya eliminado por EEUU) como emir y con capital en Mosul y que abarcaría desde la parte ocupada de Siria (Alepo) a las ciudades suníes de Ramadi, Faluya, Mosul, Tal Afar y Baquba (triángulo suní), con fuertes conexiones con Arabia Saudí y Emiratos Árabes y que tenía que derivar posteriormente hacia un radical movimiento panislamista que utilizaría el arma del petróleo para estrangular las economías occidentales en el horizonte del próximo quinquenio. Finalmente, como tercera pata del trípode, tendríamos al Irak chíi con capital en Bagdad que ejercería de contrapeso al wahabismo saudí y que gravitaría en la órbita de la influencia de Irán, lo que aunado con el previsible acuerdo iraní en el contencioso nuclear con EEUU, convertirá a Irán en gran potencia regional en clara pugna con Arabia Saudí e Israel. Recordar que Irán adquirió una dimensión de potencia regional gracias a la política errática de Estados Unidos en Iraq, al eliminar a sus rivales ideológicos, los radicales talibanes suníes y a Sadam Husein con el subsiguiente vacío de poder en la zona, por lo que ha reafirmado su derecho inalienable a la nuclearización y en el supuesto de lograrse un acuerdo Irán-EEUU, no sería descartable retomar el acuerdo de cooperación energética del 2010 entre Irak, Irán y Siria para la construcción del gasoducto de South Pars a Homms que conectaría el Golfo Pérsico con el Mar Mediterráneo permitiría la llegada del gas iraní a la Unión Europea y aliviaría la severa dependencia energética europea de Rusia, relativizando de paso la importancia estratégica de Turquía dentro del Proyecto del Gasoducto Trans-Adriático (TAP) así como el papel relevante de Arabia Saudí y Emiratos Árabes como suministradores de crudo a Occidente, con lo que la administración Obama se granjearía la enemistad de Turquía, Arabia Saudí, Emiratos Árabes e Israel.
Fuente: Real Instituto ElCano
El gasoducto Trans-Adriático es competidor directo del proyecto Nabucco en su vertiente más al sur para transportar hasta la UE el gas procedente de la región del Mar Caspio, ya que con él se prevé conectar Tesalónica (Grecia) con Puglia (al sur de Italia) con un trazado de 520 km que atraviese Albania y el Mar Adriático, con un coste estimado de 1,5 billones de dólares. Se prevé que, una vez finalizado el proyecto, este gasoducto tenga capacidad para transportar hasta 20 bcm/año de gas natural procedente de Azerbaiyán. El pasado 28 de septiembre de 2016 los gobiernos de Italia, Grecia y Albania firmaron un Memorando de Entendimiento confirmando su apoyo político a este gasoducto. Hasta la fecha se han realizado los estudios de ingeniería sobre la viabilidad del proyecto y las empresas EGL, Statoil y EON Ruhrgas han constituido una joint venture para su desarrollo. Por su parte, el 25 de febrero de 2011, TAP y la compañía estatal de gas de Croacia Plinacron Ltd firmaron un Memorando de Entendimiento en el que se plantea en un futuro la extensión de este gasoducto hasta Montenegro, Bosnia y Croacia, se articula la cooperación con el proyecto de gasoducto Ionian Adriatic Gas Pipeline (IAP), y se prevé la construcción de una planta de almacenamiento de gas en Albania. Este gasoducto fue auspiciado por Croacia, Albania y Montenegro en 2007 para interconectar los citados países con el gasoducto Trans-Adriático.
El Cuarto Corredor Meridional de la Energía forma parte del Paquete de Infraestructuras Energéticas con el que se pretende reducir la dependencia y diversificar los aprovisionamientos de hidrocarburos de la UE. El 27 de noviembre de 2016 el PE, el Consejo y la CE alcanzaron un acuerdo político sobre el articulado de este Reglamento comunitario, en el que se establecen una serie de directrices encaminadas a garantizar la construcción de aquellas infraestructuras energéticas transfronterizas de carácter estratégico y, en particular, aquellos proyectos considerados de interés común que son necesarios para implementar los denominados corredores energéticos y áreas prioritarias. A día de hoy el gas procedente de Asia Central tiene salida únicamente a través de los gasoductos rusos. Se trata, por tanto, de ofrecerles una vía alternativa que, por un lado, permita a estos países vender su gas a un mejor precio a los consumidores finales y, por otro, ofrezca a Europa la posibilidad de disponer de nuevos suministros a los que poder acudir en competencia con el gas ruso. De este modo, el Cuarto Corredor se sumaría a los corredores energéticos procedentes de Rusia, Noruega y el Norte de África y, con su entrada en operación, la UE lograría diversificar sus fuentes de aprovisionamiento de gas, permitiendo así que todas las regiones europeas tengan acceso físico, al menos, a dos fuentes de abastecimiento distintas.
Corredores prioritarios de hidrocarburos de la UE para 2020
Fuente: Comisión Europea
El proyecto del gasoducto Trans Adriático fue declarado en el año 2003 por la empresa suiza de energía EGL (actualmente Axpo), pero estudios de viabilidad se completó en marzo de 2006. Fue presentado dos opciones: una ruta del norte a través Bulgaria, la República de Macedonia y Albania u otra ruta del sur, que fue elegido a través Grecia y Albania. El diseño básico avanzado de la tubería se completó en marzo del año 2007. El 13 de febrero de 2008 EGL Group y la empresa noruega de energía Statoil firmaron el acuerdo sobre la creación de la «Trans Adriatic Pipeline AG» — empresa común para la elaboración, construcción y explotación de la tubería
Los representantes de Italia, Grecia y Albania durante la firma del acuerdo intergubernamental
Fuente: Comisión Europea
En junio de 2008 la compañía junto con las autoridades griegas presentó una solicitud para la construcción de gasoducto de 200 km desde Salónica hasta la frontera greco-albanesa. En enero de 2009, el proyecto TAP realizó un estudio sobre el estado del medio marino en el mar Adriático para verificación la ruta marina para el gasoducto futuro. La investigación de la ruta se comenzó en Albania en julio de 2009. En enero de 2010, TAP abrió oficinas en Grecia, Albania e Italia. En marzo de 2010, TAP presentó una solicitud a las autoridades italianas para la inclusión en la red de gas. El 20 de mayo de 2010, se anunció que EON ha sido un parte del proyecto. En febrero de 2012 el TAP ha sido el primer proyecto, que fue elegido para llevar las negociaciones exclusivas con el consorcio de Shajdeniz. En agosto de 2012, los socios del consorcio British Petroleum SOCAR y Total S.A. firmaron un acuerdo sobre financiación con accionistas de TAP, incluyendo la posibilidad de proponer hasta un 50% de las acciones en el proyecto. El 28 de septiembre de 2012, Albania, Grecia e Italia firmaron un memorando de entendimiento, con lo que han confirmado su apoyo político. Un poco después, el 22 de noviembre de 2012, el consorcio de TAP y el gasoducto Trans-anatolia firmaron un memorando de entendimiento, que estableció un marco de cooperación entre las dos partes El 13 de febrero de 2013, Albania, Grecia e Italia firmaron un acuerdo intergubernamental. El 28 de junio de 2013, fue anunciado del cierre del competidor principal — el gaseoducto Nabucco y ahora el TAP es un proyecto prioritario. Un poco después, en 2013, BP SOCAR, Total y Fluxys han sido los accionistas del proyecto. En diciembre de 2015 Snam se unió al proyecto, adquiriendo el 20% de las acciones de Statoil. En septiembre de 2014 Enagás el principal transportista de gas natural de España he mantenido un 16% del accionariado.
Fuente: DW
Nadie puede predecir el futuro, pero al menos podemos echar un vistazo a cómo será probablemente nuestro suministro de energía en el año 2042, dentro de treinta años. Esto es así porque por lo general se tarda unos treinta años antes de que se dejen sentir todas las consecuencias de la inversión y las decisiones políticas que tomamos hoy. ¿Qué podemos decir sobre el mundo de la energía en el año 2042? Es inevitable que las decisiones de hoy serán inducidas por dos acontecimientos importantes. Uno es que no habrá suficiente petróleo para hacer frente al aumento del 40 % de la demanda mundial de petróleo que pronostican los expertos. El segundo es que el cambio climático será tan evidente que los políticos no tendrán más remedio que tomar medidas drásticas contra el empleo en gran escala de combustibles fósiles, en particular petróleo y carbón. Esto significa, entonces, que el mundo se verá obligado a sustituir a más del 60 % de su abastecimiento energético actual, muy pronto y muy rápidamente. Y esto conducirá inevitablemente a una guerra de la energía que se jugará en todo el mundo durante los próximos treinta años, con enormes consecuencias tanto para las naciones del mundo como para algunas de las empresas más poderosas del mundo, que no podrán sobrevivir a la hecatombe. Los ganadores determinarán cómo (y lo mal que) viviremos y trabajaremos dentro de treinta años, y se beneficiarán enormemente como consecuencia de ello. Los perdedores desaparecerán o serán desmembrados, tanto si se trata de estados como si se trata de empresas. Aunque no podamos hacer prácticamente nada para evitar esta guerra de la energía, por lo menos podemos tratar posicionarnos en el lado ganador de esta nueva Guerra de los Treinta Años. Nadie puede saber, por supuesto, como será el nuevo Tratado de Westfalia que ponga fin a esta nueva guerra, ni quiénes serán los ganadores y quienes los perdedores. Durante los próximos 30 años, sin embargo, es indiscutible habrá mucha violencia y mucho sufrimiento. Tampoco nadie puede decir hoy cuál de las distintas formas de energía resultará dominante en 2042: gas natural, nuclear, eólica y solar, biocombustibles y algas, hidrógeno o nuevas energías desconocidas. Si hubiera que apostar, quizá la mejor apuesta sería la de sistemas de energía descentralizados, que sean fáciles de hacer e instalar y que requieren niveles relativamente modestos de inversión inicial. Por analogía, pensemos en el ordenador portátil de 2020 en comparación con los ordenadores gigantes de las décadas de 1960 y 1970. Cuanto más cerca llegue un proveedor de energía al modelo de ordenador portátil, probablemente más éxito tendrá. Desde esta perspectiva, los gigantescos reactores nucleares y las enormes plantas de carbón tienen, a largo plazo, menos probabilidades de prosperar, salvo en lugares como China, donde los gobiernos autoritarios todavía tendrán la última palabra. Mucho más prometedores, una vez que los avances técnicos necesarios lleguen, serán las fuentes renovables de energía y los biocombustibles avanzados, que se pueden producir en una escala más pequeña con menos inversión, por lo que se podrían integrar en la vida cotidiana, incluso a nivel de una comunidad o de un barrio.
Los países que avancen más rápidamente para adoptar estos o similares tipos de energía, y que sean capaces de disminuir la cantidad de energía que necesitan para mantener su economía, serán los que tendrán más posibilidades de estar en condiciones de llegar al año 2041 con sus economías boyantes. Las demás naciones van a pasarlo muy mal. Huelga decir que no todo el mundo está de acuerdo en que la producción de petróleo (y mucho menos de carbón) sea incapaz de satisfacer la demanda futura, ni en que el cambio climático sea un desastre. Lo que está claro, sin embargo, es que el petróleo será cada vez más difícil de encontrar y más caro de explotar, pero es posible que también sea cierto que el clima se caliente lo suficiente para abrir nuevas y potencialmente enormes reservas de gas y petróleo en el Ártico. Algunas naciones ya se están preparando técnica, política y militarmente para tener acceso a estos yacimientos. Algunas compañías petroleras también, como ExxonMobil, con sus recientes acuerdos con la rusa Rosneff, propiedad del Kremlin. Nos espera un futuro muy incierto, guerras, miseria, crisis sanitarias y energéticas derivadas de los conflictos bélicos y del intento del control financiero a nivel mundial.
No obstante, volviendo nuestra mirada analítica al conflicto sirio, hay que recordar que en mayo de 2015, Judicial Watch publicó documentos anteriormente clasificados del Departamento de Defensa y del Departamento de Estado de EEUU, después de que el grupo de vigilancia presentó una demanda según la Ley de Libertad de Información (FOIA) contra las dos agencias gubernamentales. Uno de los documentos importantes contenidos en la publicación fue un informe del 2012 de la DIA (Defense Intelligence Agency), que revelaba un informe donde matizaba que las potencias que apoyaban a la oposición “moderada” siria, que luego se ha visto que no eran más que grupos terroristas, pretendían –“Países occidentales, los Estados del Golfo y Turquía” – crear una especie de principado salafista en Siria oriental a fin de aislar al régimen sirio. En 2006, un mapa potencial de un futuro Oriente Próximo fue publicado por el teniente coronel Ralph Peters en el que presentó Iraq dividido en tres regiones; un Iraq suní en el Oeste, un estado árabe chií en el Este y un Kurdistán libre en el norte. El mismo modelo de balcanización y caos que vemos en Iraq y Siria también vale en Libia. Después de la guerra de la OTAN en 2011, el país cayó en un abismo de caos y guerra civil con lo que el país ha sido dividido en tres partes: Cirenaica incluyendo el Este del país y el Oeste dividido entre Tripolitania en el noroeste y Fezzan en el sudoeste. Libia es ahora un estado fracasado carente de gobierno central, afligido por la guerra tribal, en la cual milicias rivales que antes combatían en conjunto se enfrentan ahora las unas contra las otras. No obstante, el acuerdo nuclear iraní ha marcado sustancialmente un cambio en el nuevo escenario geoestratégico y geopolítico occidental en Oriente Medio, donde se trabajara con potencias regionales para promover la estabilidad y se abstendrían de las intervenciones militares, aunque analizando la situación actual en la región es poco probable que Occidente se mantenga al margen de las intervenciones y de los intereses geoestratégicos de cada una de las potencias implicadas. La doctrina geopolítica de Obama diseñada por Zbigniew Brzezinski seria en gran parte deudora de dicho manual, pues intenta desentrañar las raíces de un conflicto y buscar una solución, aplicando la máxima de Sun Tzu “la mejor victoria es vencer sin combatir y esa es la distinción entre el hombre prudente y el ignorante” con lo que se adelantaría casi 2.500 años el desenlace del contencioso nuclear iraní. El acuerdo con Irán incluiría el beneplácito de Washington para que Teherán pueda enriquecer el uranio y lo transforme en combustible para el reactor iraní, (siempre bajo control de la OIEA, lo que permitiría un mejor control del stock de uranio enriquecido de Irán y fuente de inquietud entre los occidentales e Israel, que temen que Teherán lo pueda emplear para fabricar armas atómicas. Así, en una entrevista a Brzezinski realizada por Gerald Posner en The Daily Beast (18 de septiembre de 2009) afirmó que “una colisión estadounidense-iraní tendría efectos desastrosos para los Estados Unidos y China, mientras Rusia emergería como el gran triunfador, pues el gran cierre del Estrecho de Ormuz en el Golfo Pérsico por donde navega el transporte del petróleo destinado al noreste asiático (China, Japón y Corea del Sur) llevaría a que Europa y EEUU, elevaran el precio del petróleo a niveles estratosféricos y tendría severas repercusiones en la economía global, pasando a ser la UE totalmente dependiente del petróleo ruso”
Teniente Coronel del US Army Ralf Peters. Fuente: Clarin
Irán poseería según los expertos, las terceras mayores reservas del mundo en petróleo y gas, pero carecería de la tecnología suficiente como para extraer el gas en los yacimientos más profundos y como tal necesitaría una urgente inversión multimillonaria para evitar un deterioro irreversible en sus instalaciones, pues de acuerdo con el quinto plan quinquenal de 2010-2015, el Gobierno iraní estaría obligado a invertir unos 155.000 millones de dólares para el desarrollo de la industria petrolera y gasística, lo que en la práctica se traduce como un enorme pastel para las multinacionales rusas, chinas y occidentales y en un incremento de la oferta de crudo iraní hasta los 1,5 millones de barriles / día en el plazo de un año con el consiguiente desplome de los precios de los crudos de referencia Brent y Texas. Debemos ser conscientes de que la Guerra de Siria e Irak nos está llevando a una nueva Guerra Fría entre las potencias implicadas en el conflicto. Tanto Moscú como Pekín, tienen intereses muy importantes en la zona que no se circunscriben a aspectos económicos y geoestratégicos. Rusia se ha convertido en el nuevo protagonista en la escena geoestratégica internacional centrada en el conflicto de Siria e Irak, desbancando a EEUU y Arabia Saudita del tablero de ajedrez de la geopolítica internacional del medio oriente, no obstante, Rusia ha iniciado esta etapa con dos aliados, China e Irán. La declaración del senado ruso autorizando la intervención militar, lo ha realizado como política preventiva y defensiva de Rusia, en la lucha contra el terrorismo islamista, recordemos que hay unos 2.000 chechenos combatiendo con el Estado Islámico, con lo que Rusia pretende eliminar con los ataques en Siria cualquier posibilidad de atentados o amenazas en suelo ruso por parte de retornados o células terroristas enviadas a Rusia por parte de terroristas chechenos o de otras ex-repúblicas musulmanas de la antigua Unión Soviética.
Fuente: El Espectador (Generales Petreus y Allen) junto al Presidente Obama
La administración Obama se ha debatido entre las posiciones de los Generales Allen y Petreus y el omnipresente senador John McCain partidarios de una acción de fuerza, aunque eso implicara la guerra contra Rusia y China; frente a otras opciones dirigidas por el General Ashton Carter partidario de seguir la vía de negociaciones a nivel político y diplomático. El liderazgo del Presidente Obama en la cuestión de Siria, ha sido, es y será permanentemente un continuo vaivén de propuestas encontradas y en ocasiones antagónicas. El ataque desatado por las potencias occidentales contra Siria e Irak sobrepasa a todos los anteriores por el número de frentes abiertos y por la extensión geográfica, que sumaría unos 600.000km2, incluyendo Siria. Y sobre todo por la cantidad y calidad de material de las fuerzas combatientes de Daesh, Al-Qaeda o alguna otra facción o franquicia, dotados de armamento pesado, carros de combate, vehículos lanzamisiles, artillería autopropulsada y misiles anticarro provenientes en gran parte de los almacenes de la OTAN. El que el Ejército Sirio haya podido frenar el avance de los terroristas ha cambiado sustancialmente el balance militar en esta primera fase del conflicto. Lo que ha hecho el ejército sirio, deteniendo una ofensiva de cerca 100.000 combatientes terroristas, con 2.500 grupos diferentes implicados, lo acercaría al milagro o al mito. Oficiales sirios del EAS denunciaron ante medios de comunicación internacionales como el “The Independent” de que los yihadistas del Estado Islámico están utilizando armas de última generación y que se han descubierto misiles de guiado térmico en manos del EI. Las premisas para nuevo mapa en la balcanización de Siria, eran la defenestración de Al Asad y la posterior partición de Siria en tres partes. Así tendremos la Siria alawita, protectorado ruso que abarcaría desde la costa mediterránea hasta Alepo, el Kurdistán sirio tutelado por EEUU y la zona sunita del sur sirio que se englobaría en el nuevo Sunistán sirio-iraquí. Asimismo, la OTAN asumirá próximamente el papel de gendarme en los países árabes del arco mediterráneo con el objetivo inequívoco de establecer un anillo de seguridad que impida la salida anual de cerca de 150.000 personas rumbo a Europa. Especialmente desde Libia, Estado fallido en el que el llamado Gobierno de Unidad Nacional sería impotente para controlar la anarquía reinante con el wahhabísmo salafista instaurado en Trípoli mientras grupos takfiríes (satélites de Al-Qaeda) dominan tribalmente el interior. También estaría en ese plan la balcanización de Paquistán, aunque los talibanes han sido expulsados de algunas zonas de su bastión del sur de Afganistán, los combatientes del grupo insurgente afgano Haqqani (afín a los talibán), siguen cometiendo ataques transfronterizos desde sus bases paquistaníes situadas en la frontera oriental con Afganistán. Así, podríamos decir que Sirajuddin Jallaloudine Haqqani, sería uno de los líderes más prominentes e influyentes, de la red Haqqani, (grupo de combatientes con estrecha cooperación tanto con los talibanes como con Al-Qaida) y habría sido uno de los principales comandantes de la red desde 2004, heredero natural del carisma y la autoridad de su padre, Jalaluddin Haqqani, comandante militar de los talibanes y ministro del régimen talibán. Por su parte, el actual Presidente de Paquistán, Mamnoon Hussain habría sido acusado por EEUU de “tibieza en la lucha contra Al Qaeda para lograr desbaratar las redes terroristas en Pakistán y para degradar cualquier habilidad que tengan para planear y lanzar ataques terroristas internacionales», lo que aunado con su escaso entusiasmo por “fortalecer las capacidades de contrainsurgencia de Islamabad” y su peligroso acercamiento a China hacen predecir un incierto futuro para él. En consecuencia, no sería descartable un golpe de mano auspiciado por la CIA para lograr la balcanización de Pakistán, su debilitamiento como Estado y posterior sumisión a China, para lo que la CIA recurrirá al endémico contencioso de Cachemira que será un nuevo episodio local entre un Pakistán aliado de China y una India apoyada por Rusia, con el agravante de disponer ambos países de misiles balísticos nucleares.
¿Será Xinjiang el siguiente objetivo del DAESH?
Según un artículo publicado por el New York Times, una buena parte de la producción petrolera de Irak tendría como destino China, dado que las compañías occidentales (Exxon Mobil, Shell, BP y otras serían reacias a invertir en dicho país, pues las regalías, impuestos y otros cargos cobrados en Irak suelen engullir el 90% o más de las ganancias de una empresa petrolera, mientras que las inversiones en EEUU consiguen una ganancia del 50% aunado con el hecho de que EEUU importa tan sólo el 3% de sus necesidades petrolíferas de Iraq. Así, el Gobierno de Al Maliki firmó en 2008 un acuerdo con China cifrado en 3.000 millones de dólares, mediante el cual la firma estatal China National Petroleum Corp. (CNPC) obtuvo los derechos de explotación durante 23 años del campo petrólifero de Al Ahdab (el mayor yacimiento abierto en Irak durante las dos últimas décadas con una producción estimada de 25.000 barriles diarios) recibiendo de parte china la condonación del 80 por ciento de la deuda heredada de la época de Sadam Hussein, estimada en unos 8.500 millones de dólares. Ello suponía un misil en la línea de flotación de la estrategia brzezinskiniana cuyo objetivo confeso sería cortar las fuentes de alimentación energéticas de China para lograr la total ruso dependencia energética china y en una fase posterior acabar enfrentándolas entre sí y finalmente someterlas e implementar la nueva geopolítica en la región, por lo que bajo la excusa de “acabar con las fuentes de financiación del Estado Islámico”, estaríamos asistiendo al bombardeo sistemático de refinerías y campos petrolíferos controlados por el EI.
Por otra parte, la Doctrina Kissinger abogaba por la implementación del G-2 (EEUU y China) como árbitros mundiales. Así, en un artículo publicado por el New York Times, titulado “La ocasión para un nuevo orden mundial”, Kissinger considera ya a China una gran potencia (felow superpower), desaconseja el proteccionismo o tratar a China como enemigo (lo que llegaría a convertirla en verdadero enemigo) y pide que se eleven a un nuevo nivel las relaciones entre Estados Unidos y China sobre la base del concepto de destino común, (siguiendo el modelo de la relación trasatlántica tras la segunda guerra mundial), con lo que asistiríamos a la entronización de la Ruta Pacífica (América-Asia) como primer eje comercial mundial en detrimento de la Ruta atlántica (América-Europa).
Sin embargo, el objetivo inequívoco de EE.UU. sería la confrontación con la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS), fundada en 2001 por los Cinco de Shanghai (China, Rusia, Kazajistán, Kirgistán, Tajikistán) más Uzbekistán y convertida junto con los países del ALBA e Irán en el núcleo duro de la resistencia a la hegemonía mundial de Estados Unidos y Gran Bretaña, teniendo a Xinjiang como escenario para sus operaciones desestabilizadoras tras el traslado desde Siria e Irak de los 10.000 combatientes de etnia uigur que combatirían con el Dáesh. El Turkestán oriental o Xinjiang (“Nueva Frontera”), fue incorporado al imperio chino en el siglo XVIII y representa el 17% de la superficie terrestre del país y el 2% de su población) y la etnia uigur de Xinjiang (de origen turco-mongol y con un total de 8.5 millones de habitantes), conserva características étnicas e islámicas que les situarían muy próxima a sus parientes de Asia central y Turquía, por lo que sería el caldo de cultivo ideal para implementar la estrategia brzezinskiniana del “choque de civilizaciones”, consistente en lograr la balcanización de China y su confrontación con el Islam (cerca de 1.500 millones de seguidores) así como secar sus fuentes de petróleo de los países islámicos del Asia Central, pues varios de los más importantes gasoductos de China pasan por Xinjiang en procedencia de Kazajstán, Turkmenistán, Uzbekistán y Rusia, lo que explicaría la importancia estratégica de dicha provincia dentro de la estrategia brzezinskiniana de lograr la total ruso dependencia energética china para en una fase posterior acabar enfrentándolas entre sí y finalmente someterlas e implementar el nuevo orden mundial.
En este caso nos deberíamos preguntar lo siguiente:
Como han llegado estas armas a los yihadistas?
Fue a través del mercado internacional
O a través de los opositores moderados que han recibido estas armas de EEUU y luego se las vendieron al EI o fueron capturadas cuando estos grupos se pasaron a los yihadistas como el Movimiento el Hazm y el Frente Revolucionario Sirio.
Disponen de vehículos blindados, artillería pesada, cohetes antitanque, misiles antiaéreos portátiles, Kalashnikov (generalmente el AK-47)… Mucho de su arsenal lo han arrebatado al ejército sirio y al de Irak. Entre las armas del Estado Islámico nos encontramos carros de combate T-55, T-72, T-80 y M1A1 Abrams norteamericanos capturados a los iraquíes; vehículos blindados BTR80 de la era soviética, BMP1 y BMP2 también del parque móvil soviético, modernizados. También disponen de la última generación de vehículos blindados norteamericanos MRAP de la OTAN capturados a los iraquíes, vehículos sobre cadenas M-113, miles de vehículos blindados Humvee de procedencia norteamericana capturados a las tropas iraquíes en sus continuas retiradas al inicio de la expansión del Estado Islámico en Irak. Disponen de miles de fusiles M-16, ametralladoras M-60, Cohetes antiaéreos SA-7 Grail de origen ruso, misiles antiaéreos FIM-92 Stinger también figuran en el catálogo del arsenal del EI, Lanzadores de cohetes de diverso origen como chino HJ-8, Unidades antiaéreas ZU-23-Z, Artillería pesada de 155 milímetros M-198 con un alcance de 25 kilómetros. Asimismo, los yihadistas tienen los misiles perseguidores infrarrojos tierra- aire FIM-92 Stinger. En el verano de 2016 el Estado Islámico publicó fotos y un video de sus milicias posando delante de un cohete balístico en la ciudad siria de Raqqa. Presuntamente, se trataría del cohete R-17, En octubre de 2014 varios medios de comunicación informaban de que los yihadistas del EI se apoderaron en Siria de varios cazas MiG-21 y MiG-23. También supuestamente tienen en su poder varios helicópteros de producción estadounidense UH-60 Black Hawk. Y sin olvidarnos de miles de fusiles de asalto Ak-47 el omnipresente Kalashnikov.
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