Así organiza la extrema izquierda su guerrilla en Twitter y demás redes sociales.

En el grupo cuyas conversaciones en Telegram se han filtrado a la red participaban, entre otros, Rubén Sánchez (Facua), Mario Gálvez (Innovación y Estrategia en redes sociales de Podemos) y Miky de la Cueva (redes sociales de Izquierda Unida).

En los últimos días han «filtrado» y salido a la luz conversaciones que entre 2017 y 2018 mantenían un grupo de personas vinculadas a la izquierda en un grupo de Telegram llamado “OkTertuliaVOX”.

La filtración deja al descubierto cómo actúa la extrema izquierda en Twitter, la red más ‘guerrera’ de cuantas hay. Unas conversaciones que la red del pajarito azul ya ha bautizado como #FacuoGate, dado que el grupo parece estar liderado por Rubén Sánchez, portavoz de FACUA. Además de Sánchez, en el grupo participan, entre otros, el responsable de la cuenta de Izquierda Unida en Twitter, Miky de la Cueva , así como uno de los responsables de redes sociales de Podemos, Mario Gálvez. Junto a ellos, el historiador y docente Alejandro Sánchez Moreno, vinculado a IU y al PCE en Sevilla.null

Además, en el chat participaban conocidas cuentas de izquierdas anónimas como @protestona1 o, con perdón, Perra Roja de Satán. También el periodista del equipo de comunicación de Facua, Juan Miguel Garrido.

En el grupo, sus miembros se intercambiaban fotos de familiares del médico andaluz Spiriman (muerto no hace mucho tiempo), acuerdan atacar a concejales del PSOE, desprestigiar a colaboradores de medios de comunicación y periodistas como Cristina Seguí, Alfonso Rojo, Iñaki López, entre otros, o critican a los errejonistas. Además, acuerdan las etiquetas que lanzarán, así como el momento en que lo harán, para lograr los ansiados Trending Topic.

Que en internet la guerra de guerrillas en el ámbito político es una realidad, no constituye novedad alguna. En la red oscura se espía, se planifica y se trama. Los Trending Topics suelen ser artificiales, preparados para que la prensa pase al off-line los deseos de algunos del online. Desde los tiempos del IRC-Hispano en que los usuarios del mítico canal #Política acordaban enviar pings a la misma hora a una víctima determinada -que solo resistían los usuarios de Mac- hasta hoy en día, ha llovido mucho. Pero las tácticas de ‘swarming’, guerra de guerrillas, siguen ahí. Sobre todo entre la izquierda, que suele ser más numerosa en redes sociales como Twitter, la preferida para este tipo de “ataques”. Algo parecido a esto debió ser el origen de la suspensión, ya subsanada, de la cuenta de Consuelo Ordóñez, presidenta de COVITE, días atrás. Y es que un fallo en un formulario, un algoritmo poco inteligente y la desidia de Twitter lo han puesto fácil. Ya en agosto del año pasado hubo quienes denunciaron que se habían suspendido cuentas a izquierda y derecha.

El grupo ahora destapado edita vídeos, los mueve en redes, crea etiquetas y se pone de acuerdo para así lograr el ansiado “trending topic”. Pero también “alecciona” a la izquierda que no sigue sus ideas. Así, el grupo se pone de acuerdo para acosar a la concejal del PSOE en el ayuntamiento de Madrid, Mercedes González, porque “no para de atacar a José Manuel Calvo”, de Ahora Madrid. “Hay que recordarle su apoyo a la Operación Chamartín”, dicen.

Una de las víctimas preferidas del grupo fue el médico andaluz Spiriman, al que tildaban de “fascista” y al que persiguieron con especial inquina y saña. No se limitaban a arremeter contra el sanitario, sino que sus usuarios, entre chanzas, recopilaban fotos de sus familiares para hacerlas públicas y llegabanincluso a pedir que lo metieran en la casa de Gran Hermano VIP,… “y luego le prendemos fuego a la casa”. Spiriman llegó a pedir explicaciones a Rubén Sánchez. Quien, por cierto, llega a bromear con ofrecer 500 euros por “desvirtualizar” a un conocido perfil anónimo de Twitter de derechas, @Losantosposts, al que califica de “caza mayor” porque, afirma, “nunca tuitea un enlace y tampoco pincha en enlaces cuando se le envían por DM [mensaje privado]”.

A un conocido consultor, colaborador habitual en tertulias de televisión, uno de los cabecillas del grupo lo califica de “hijo de puta” y propone soltar en las redes que es cocainómano con el fin de desprestigiarlo. “¿Algún fake con el que decírselo sin riesgo?”, pregunta a sus compañeros de guerrilla tuitera. Lo que quiere saber, es si alguno de sus amigos maneja una cuenta falsa, un pseudónimo, desde el que poder desprestigiar al contertulio desde el anonimato.

Quien no era santo de la devoción del grupo, ya antes de Vista Alegre II, es Iñigo Errejón. “Todos los patinazos en feminismo han sido de errejoners”, se lamentan. “A Ínigo lo que le hace falta es un buen beso en los morros”, se chotea otro usuario. Algo a lo que @protestona1, quien cree que “la corte de errejonistas no deberían ser destituidos, deberían dimitir inmediatamente, añadiendo que no se va a prestar. Sea como fuera el grupo también actuó como “controlador” del errejonismo, al que desprecian casi casi tanto como a “los rancios de IU”.

“Twitter en verdad somos 35 personas con 3.348 cuentas cada uno”, es el resumen de la filosofía de este grupúsculo, hoy desenmascarado y sospechosamente silencioso.

Varios medios de información han intentado ponerse en contacto Rubén Sánchez, y éste ha declinado confirmar o desmentir si él participa en el grupo de Telegram. Se ha limitado a afirmar que “Sobre publicaciones que se han producido de forma delictiva no tengo nada que decir. Son unas prácticas que vulneran el código penal”, ha dicho. Tampoco ha querido contestar si va a presentar denuncia contra quienes afirma que él forma parte del referido grupo de Telegram. Lo mismo se ha intentado con redes sociales de Podemos, sin haber obtenido respuesta por el momento.

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