Atacan la sede de Periodista Digital
Las hordas comunistas de Podemos vuelven a atacar las oficinas de Periodista Digital.
Ala misma hora en que el vicepresidente Pablo Iglesias descansaba aplaciblemente en su inmenso chalet de Galapagar custodiado por decenas de guardias civiles —’empapelando’ con multas a cualquiera que osara pasar por la puerta—, sus hordas de comunistas aterrorizaban de madrugada la zona del madrileño barrio Barrio del Pilar con pintadas y actos vandálicos destruyendo todo a su paso con total impunidad.
El blanco elegido ha sido la fachada de la sede de Periodista Digital que este 28 de septiembre de 2020 ha aparecido esta madrugada pintada con las siglas ‘JCE’, que refieren a las violentas Juventudes del Partido Comunista en Madrid, e imágenes del genocida comunista Joseph Stalin con el mensaje «Con Stalin no había paro».
La fecha elegida para dejarnos este mensaje vandálico de odio —a tono con la agenda ideológica del Gobierno de Pedro Sánchez y sus siniestros socios— ha sido el 27 de septiembre en memoria de «los últimos fusilados del franquismo y a todas las víctimas del fascismo español».
Si lo que buscaban es amedrentarnos imponiendo un clima de odio, huelga decir que no lo conseguirán. La denuncia ya ha sido presentada en la comisaría correspondiente bajo la tipificación de ‘deslucimiento de fachada’. Y las cámaras de seguridad están siendo analizadas para tratar de descubrir la identidad de los vándalos.
En esta ocasión se trata de Juventudes del Partido Comunista en Madrid, (JCE), que se vanagloriaban de lo ‘conseguido’ en la madrugada desde su propia cuenta de Twitter…
Y es que basta darse un paseo por las cuentas de Twitter personales de individuos como Monedero, Echenique o Pablo Iglesias, cargados de odio y de mensajes subliminales (y directos), intentando movilizar a la gente y sacar sus odios más primarios:
Juan Carlos Monedero@MonederoJC· Llevamos pidiendo perdón desde que pudimos salir del franquismo. Y como era mejor que la dictadura, a tragar con todo. Hasta los mismísimos de jueces, reyes, antidisturbios, peperos, franquistas, periodistas, fachas y mercenarios que nos perdonan la vida todos los putos días.
OTRO ATAQUE A PERIODISTA DIGITAL QUE SE SUMA A LA LISTA
No es el primer ataque que sufrimos en la sede de Periodista Digital, medio independiente y libre como ninguno otro, por parte de estas hordas de vándalos.
Desde 2017, son varios los ataques de una u otra forma que ha recibido esta sufrida sede de Periodista Digital. La primera de ellas fue un ataque con mensaje:
La redacción de Periodista Digital amanecía este 11 de marzo de 2017 con una pancarta que rezaba así: «Los medios difaman, los nazis apuñalan». Este ataque viene a coincidir con la denuncia que el 6 de marzo de 2017 realizaba la Asociación de la Prensa de Madrid sobre las presiones, coacciones y amenazas de diverso pelaje que Podemos estaba ejerciendo sobre varios profesionales de los medios de comunicación
Las dos siguientes afrentas, únicamente se trataron de un robo a la bandera de España de gran tamaño que este periódico digital tiene en su fachada. En la primera:
Con ayuda de una escalera, estos violentos (y cobardes) fascistas se colgaron de un mástil ubicado a casi tres metros del suelo y arrancaron la bandera, según las imágenes que pueden verse de la cámara de seguridad. La bandera se había colocado recientemente en el mes de mayo de 2018 durante las obras de remodelación de la fachada y la colocación de un cartel luminoso de PD.
Poco tiempo después se repitió el ataque:
Sólo que esta vez no se conformaron con robar la bandera sino que robaron también el mástil en el que ondeaba ubicado a casi tres metros del suelo.
Un trabajo que la Policía sospecha que no ha sido obra de unos simples delincuentes comunes sino que ha sido planificado, posiblemente en grupo y donde se han utilizado herramientas de precisión, escaleras y vestimenta con capuchas para no ser identificados por las cámaras de seguridad.
De nuevo, varios ataques cobardes encaminados a símbolos y lanzar proclamas que, como mucho, tardarán unas horas en borrarse y desaparecer.
About Author
