PERO GRULLO DE ABURDISTÁN
El 19 de octubre se conmemora el Día Mundial contra el cáncer de mama. Octubre es el mes de sensibilización sobre la realidad de esta enfermedad y sobre la importancia de la investigación para seguir mejorando la supervivencia y calidad de vida de las personas afectadas.
Cada año, el 19 de octubre es el día seleccionado para que mujeres y asociaciones de todo el mundo se coloquen un lazo de color rosa, con el objetivo de conmemorar y homenajear a las personas que padecen esta enfermedad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) fijó el 19 de octubre para celebrar este día. En 1991, se empezó a usar el lazo rosa tan característico de esta jornada.
Se estima que, en España, 1 de cada 8 mujeres desarrollará cáncer de mama a lo largo de su vida. Es el tipo de cáncer más frecuente entre las mujeres por delante de los tumores colorrectal, de útero, de pulmón y de ovario. En España, aproximadamente el 30% de todos los cánceres diagnosticados son de mama.
Gracias a la investigación y a los avances producidos en los últimos años, a día de hoy el porcentaje de personas que superan la enfermedad a los 5 años del diagnóstico es elevado y supera el 80%. Sin embargo, debemos tener en cuenta que todavía se trata de una enfermedad no resuelta en su fase metastásica (es decir, cuando el cáncer de ha extendido a otras partes del organismo), y que hasta un 30% de pacientes con un diagnóstico temprano tendrá una recaída con metástasis incluso varios años después de haber finalizado sus tratamientos.
Cualquiera que este día lea periódicos diarios, digitales o de papel, ponga la radio o vea los programas informativos en televisión, comprobará que el despligue acerca del asunto es de una magnitud enorme, a pesar de las corrupciones cientos de Pedro Sánchez y demás enemigos de España, a pesar de la guerra de Oriente Medio, a pesar de ser fin de semana y ser el fútbol un asunto que ocupa multitud de minutos en los diversos medios de información, todos sin excepción dedican minutos y más minutos al asunto del Cáncer de Mama, entrevistas a mujeres afectadas, médicos especialistas en oncología, reportajes de concentraciones de mujeres en multitud de lugares de España y del mundo… Ni que decir tiene que, también, ha habido declaraciones oficiales de muchos gobernantes haciendo referencia al cáncer de mama y sobre la necesidad de decicarle más dinero a la investigación y aumentar el número de campañas de divulgación, de prevención, de detección, y un largo, larguísimo etcétera.
Todo ello formidable, estupendo… y no lo digo con sorna. Pero, a pesar de todo… cuando uno lo piensa bien, hoy es un día de «agravio»… ¿Por qué?
Pues, muy sencillo, el día 11 de junio al parecer fue el Día Mundial del Cáncer de Próstata. Aquel día pasó sin pena ni gloria y, por supuesto, ni este año, ni los anteriores se le dedicó la más mínima atención en los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas, en los que rige la consigna «Sálvese quien pueda, las mujeres primero»…
Según una encuesta realizada por la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), alrededor del 70% de los hombres afirma haber sufrido alguno de los síntomas asociados a la próstata, pero solo el 31,8% había ido a visitar al urólogo. Un dato bastante preocupante si tenemos en cuenta que el 22% de los casos de cáncer en hombres españoles son exactamente cáncer de próstata.
La mayoría de los hombres se niegan a visitar al urólogo, antes de manifestársele algún tipo de síntomas o acabe detectándosele una enfermedad crónica, relacionada con la próstata que necesite alguna intervención de urgencia.
¿Y por qué los hombres no visitan a los médicos especialistas en urología?
Todos los 11 de junio se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Próstata, con el objetivo de sensibilizar a la sociedad acerca de cómo prevenir y evitar esta enfermedad que SÓLO afecta a los hombres, y de llamar la atención respecto de la importancia del diagnóstico precoz, así como de la necesidad de dedicarle más recursos por parte de las autoridades sanitarias, e informar de su tratamiento y su curación.
La próstata es una glándula sexual masculina cuya función es la producción del líquido seminal. Se encuentra situada encima del recto y por debajo de la vejiga, rodeando a la uretra en el punto en que esta se conecta con la vejiga.
El factor fundamental, absolutamente determinante, para sobrevivir a este tipo de cáncer es su detección precoz, ya que cuando se identifica en las primeras fases y es tratado por equipos médicos expertos, hay prácticamente un 100% de posibilidades de curación.
¿Cómo prevenirlo?
Para prevenir el cáncer de próstata es imprescindible el diagnóstico precoz de la enfermedad, para poder tratarla en su estadio inicial. Para ello, se recomienda realizar pruebas de cribado a partir de los 45-50 años, sobre todo si existen antecedentes familiares.
El cáncer de próstata es generalmente asintomático en los momentos iniciales, y se estima que 1 de cada 6 varones desarrollará cáncer de próstata a lo largo de su vida. La edad es un factor de riesgo ya que más del 75% de los casos se diagnostican en mayores de 65 años. Se considera que las dietas ricas en grasas, el hábito de fumar, el contacto con metales pesados, la escasa exposición al sol, el exceso de peso y una vida sedentaria pueden favorecer el riesgo de cáncer de próstata.
El cáncer de próstata es el segundo cáncer en cuánto a incidencia y el sexto en mortalidad en todo el mundo. Según los expertos, es previsible que dos de cada cien hombres acaben padeciendo cáncer de próstata.
La vergüenza y el pudor son las emociones más frecuentes que suelen surgir en los hombres cuando se tienen que enfrentar a una revisión de la próstata, prejuicios que pueden poner en peligro su vida ya que impiden un diagnóstico precoz de este tipo de cáncer.
En España no llegan al 15 por ciento los varones se someten a las revisiones anuales aconsejadas por los especialistas. Según los informes publicados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), cada año se diagnostican en España más de 30.000 nuevos casos de cáncer de próstata, siendo esta prevalencia superior a la asociada a los tumores de pulmón y el de colon.
El cáncer de próstata suele afectar a alrededor del 15% de los varones menores de 60 años, a un 41,3% de aquellos con edades comprendidas entre los 60 y los 70 años, a un 20,3% de los españoles de 70 a 75 años, y a un 23,1% de los mayores de 75 años.
Aparte de los prejuicios anteriormente mencionados, otra de las principales causas de esa mortandad es la gran similitud de síntomas con los de otras enfermedades. Por ese motivo suele diagnosticarse demasiado tarde, cuando el tumor está demasiado avanzado.
Respecto de realizar diagnósticos a tiempo, existe otro factor especialmente determinante: la falta de “cultura médica” entre los varones, algo que es perfectamente corregible tal como se ha hecho con las mujeres respecto de la prevención del cáncer de mama y otras afecciones típicamente femeninas.
Es imprescindible que las autoridades sanitarias emprendan campañas de información-difusión que inviten a los hombres mayores de cincuenta años a que se sometan a revisiones urológicas con frecuencia, es la única forma de que los afectados sean detectados a tiempo y por lo tanto curados.
Estamos hablando de una cuestión especialmente importante: el que los varones disfruten de una vida de suficiente calidad, para lo cual es necesario que puedan llevar una aceptable vida sexual y que puedan orinar sin dificultad.
Titulaba mi escrito «Cáncer de mama versus cáncer de próstata. El sistema nacional de salud discrimina a los varones y prioriza a las mujeres», pero ¿acaso es sólo cuestión de «celebraciones» o «conmemoraciones» un determinado día del año?, ¿basta con la celebración de uno de los 365 de cada año? Sin duda no basta con un único día, todos los días deberían ser “días mundiales de la salud prostática”, como todos los días del año son días contra el cáncer de mama… todos los días del año deberían las autoridades sanitarias destinar recursos, esfuerzos, campañas para que los varones acudan a los servicios médicos, por aquello tan manido de “más vale prevenir…”
Respecto de lo que vengo hablando, es importante señalar que, dos de cada tres euros que gasta el Sistema Nacional de Salud, van destinados a las mujeres; a lo cual habría que sumar, también, los gastos originados por los cuidados relacionados con la maternidad. La sanidad pública les dedica a las mujeres más atenciones que a los hombres, de manera escandalosa. A pesar de ello las feministas siguen gritando que la salud de las mujeres está “descuidada”.
Dicen que las comparaciones son odiosas, pues, aunque sea a riesgo de ser odiado, permítaseme que compare:
Vaya por delante mi aplauso a las campañas que se vienen emprendiendo por parte de las autoridades sanitarias y de bienestar social para convencer a las mujeres para que pasen por los servicios médicos y se les efectúen mamografías. Es maravilloso que se emprendan acciones de este tipo, encaminadas a la detección precoz del cáncer de mama, enfermedad típica de las mujeres y causa desafortunadamente de un enorme número de muertes, generalmente por no ser tratados a tiempo.
Pues como decía, voy a comparar. Lo primero que se me ocurre preguntar es ¿por qué no se le dedica apenas atención, o ninguna, al cáncer más frecuente entre los varones?
E insisto, a riesgo de ser malinterpretado, ¿no es hora ya de orientar también esfuerzos, recursos, atenciones a otros miembros de la comunidad además de a las mujeres?
Vuelvo a repetir: no digo que se las desatienda, nada más lejos de mis intenciones. Pero es que con tanta “discriminación positiva” (ninguna discriminación puede ser positiva, habría que hablar de trato de favor o atención preferente) acaba habiendo sectores de la sociedad, que también son vulnerables y qué sí están clara y escandalosamente desatendidos. Por poner un ejemplo, los varones.
La muerte de varones por cáncer de próstata (además del de pulmón y del de colon) es una de las razones de que las mujeres tengan una esperanza de vida de alrededor de siete años más que los varones… ¿Se imaginan que la cuestión fuera al revés?
Imaginen que las mujeres vivieran, como media, siete años menos que los hombres. Es seguro que ya se habrían hecho multitud de investigaciones, de estudios exhaustivos acerca de las causas de la discriminación vital para erradicarlas.
Imaginen también que, se descubriera que las mujeres se suicidan cinco veces más que los hombres, y que ésta, también, fuera una de las muchas causas de la terrible “brecha vital” entre hombres y mujeres. Tampoco duden de que se investigarían las enfermedades mentales que empujan a las mujeres al suicidio, y las razones por las que la sociedad las lleva a tomar tan terrible decisión.
¿Sería de extrañar que los diversos organismos, institutos, fundaciones, etc. reclamaran programas, seguimientos, campañas, denuncias de casos, legislación de discriminación “positiva”, y un largo etc.?
Demos un paso más y supongamos que, en la “brecha vital” entre hombres y mujeres, también influyeran enfermedades que afectaran más a las mujeres: cánceres de órganos propios de su sexo, u otros tipos de tumores, infartos… Pueden estar seguros de que, de inmediato se harían estudios, investigaciones, campañas, colectas, día del cáncer tal o cual, lacito de color, exigencia a las autoridades de que se invierta dinero en erradicar la mortandad, cursos de concienciación de vida saludable para hipertensas e “infartables”…
Abordemos otro ámbito: supongamos, también, que otra de las causas de que los hombres vivieran mayor número de años que las mujeres, fuera el trabajo de las unas y de los otros, y que el trabajo de las mujeres fuera de mayor riesgo, afectando los accidentes de trabajo con resultado de muerte al 95% de trabajadoras jóvenes. Piensen en la cantidad de campañas de seguridad laboral, de prevención de riesgos directamente dirigidos a mujeres. Imaginen los noticiarios de las televisiones, día tras día, con varias mujeres muertas en su lugar de trabajo, con el pie de foto: “siguen muriendo mujeres todos los días”.
Si tenemos en cuenta estas reflexiones (y muchas más que darían para llenar un libro), se llega a la conclusión de que, en verdad el sexo “débil” es el masculino, el que “menos dura”, el más desatendido por las autoridades en general, y las sanitarias en particular.
Nos dicen todos los días que hay que proteger a la gente que está en situación de mayor vulnerabilidad, a los más desfavorecidos, a los más débiles… que no hay que dejar a nadie atrás que, esté necesitado… pero, no hay una sola campaña, un solo programa para hombres, tampoco ponen en las televisiones y demás medios de información, lazos en el día del cáncer de próstata, ni se estudia la razón por la cual los hombres se suicidan muchísimo más que las mujeres, ni hay programas de vida saludable para sujetos de alto riesgo: los hombres…
Fernando del Pino Calvo-Sotelo Una de las principales batallas que se está librando en Occidente…
MANOS LIMPIAS Al juzgado de Instrucción que por turno corresponda de Madrid Miguel Bernad Remón…
Miguel Bernad Remón, Manos Limpias Uno de los pilares básicos de nuestro sistema constitucional, es…
CAROLUS AURELIUS CALIDUS UNIONIS Pues sí, el 20 de noviembre de 1975 el General Francisco…
CAROLUS AURELIUS CALIDUS UNIONIS Mientras el gasto anual de Muface por paciente es de 1.014…
MIGUEL BERNAD REMÓN, Manos Limpias. Manos Limpias amplia la querella que tiene interpuesta ante la…