CATALUÑA SUFRE UN RÉGIMEN NACIONAL-SOCIALISTA Y EL GOBIERNO DE PEDRO SÁNCHEZ LO PERMITE Y PROTEGE
Francisco Rubiales Moreno
El NAZIFASCISMO en Cataluña es real. Los adversarios de los separatistas son señalados y perseguidos de manera parecida a como comenzaron en la Alemania nazi el acoso a los judíos. Los NAZIFASCISTAS son, precisamente los nacionalistas que pretenden romper España, que tienen como objetivo la «independencia», los que no soportan la realidad de que la mayoría de los catalanes siguen utilizado el idioma español y se sienten y quieren seguir siendo españoles. Casi todos los NAZIFASCISTAS son miembros de los partidos nacionalistas o pertenecen a organizaciones próximas al gobierno catalán.
Los catalanes que aman a España se sienten -con razón- abandonados y traicionados. La Generalidad de Cataluña los señala, acosa y maltrata y el gobierno social-comunista que preside Pedro Sánchez, incumpliendo la Constitución, no los defiende y los deja en manos del creciente y brutal NAZIFASCISMO catalán.
El caso del niño acosado y maltratado porque su familia quiere que reciba el 25 por ciento de su enseñanza en idioma español (a lo cual obliga una reciente sentencia del Tribunal Supremo de España), está abriendo los ojos en toda España sobre la suciedad reinante en Cataluña, donde el NAZIFASCISMO anida en el gobierno y en parte de la sociedad. sin que el gobierno de España haga nada por proteger los derechos de los catalanes que aman a España, que día tras día son violados
El maltrato a los catalanes que quieren seguir siendo españoles es una de las suciedades más rastreras y vergonzantes de la España actual y una de las violaciones más graves y sangrantes de los derechos humanos en toda Europa.
El NAZIFASCISMO catalán acosa y maltrata al niño que desea recibir el 25 por ciento de sus clases en idioma español, como manda la ley. No se puede dudar de que el gobierno de Pedro Sánchez es cómplice de ese NAZIFASCISMO catalán que no para de crecer, cebado, atiborrado de odio y camuflado como simple nacionalismo blando. Lo que impera en el gobierno de la región catalana y entre los catalanes ya no es regionalismo sino una acumulación de odio y rechazo a España y a todo lo que huela a español que se llama NAZIFASCISMO.
El jefe de los agentes de los Mossos separatistas, Albert Donaire, indica el camino para evitar que las familias pidan la aplicación de la reciente sentencia del Tribunal Supremo de España, que indica que se debe impartir un 25% de las horas lectivas en lengua española. Lo ha hecho a raíz de la petición de una familia de Canet de Mar y ésta es su propuesta: «Este niño se tiene que encontrar absolutamente solo en clase. En las horas que se hacen en castellano, los otros niños deberían salir de clase. Reaccionamos o nos matan la lengua».
Este policía, que sólo destaca por su profesión y por su furia NAZIFASCISTA, no sólo sigue en activo sino que goza de la protección de la Consejería de Interior de la Generalidad de Cataluña y de sus mandos, con Josep Lluís Trapero al frente. El aprendiz de NAZI también pide que los colegios desobedezcan la resolución del Tribunal Supremo de España y se hace eco de mensajes partidarios de la violencia, contra quienes reclaman que se respeten sus derechos y los derechos lingüísticos de sus hijos. Así, retuitea textos de este tenor: «Si algún día vienen a mi escuela a imponer el castellano porque una p… familia lo pide, os juro que hago algo gordo».
Cataluña está infectada de odio y los que tienen el deber de defender los derechos fundamentales de quienes viven en la región, se ponen de perfil y cierran los ojos. El gobierno de Sánchez no ha dicho nada en favor del niño acosado y maltratado y el socialismo catalán (PSC) guarda un silencio tan cobarde como cómplice.
El conocido «cómico» del sistema mediático separatista, Jair Domínguez, aboga por utilizar procedimienetos al estilo de la Alemania hitleriana, como la creación de un gueto escolar: «Sería bueno poner a todos los hijos de las familias que denuncian juntos en la misma clase. Full 100% horas en castellano. Bonito conjunto de premios Nobel saldría de ahí».
Los ojos de los españoles -tanto de Cataluña como del resto de España- indignados se vuelven hacia Pedro Sánchez y se preguntan hasta dónde va a seguir consintiendo el presidente del Gobierno de España las constantes violaciones de la Constitución Española de 1978 que, tan hipócritamente dice defender sólo porque los violadores, rebosantes de odio y rencor, son sus aliados y le prestan sus votos para gobernar.
Los niveles de vileza crecen al unísono en la CATALUÑA NAZIFASCISTA, a la vez que en el gobierno -cobarde y cómplice- de España que, está obligado por ley a defender los derechos que son violados en tierras catalanas.
Esa mitad larga de catalanes que se sienten españoles y hablan español son cada día más rehenes de los NAZIFASCISTAS SEPARATISTAS, en una región española, Cataluña, en la que el odio une a los golpistas, los independentistas y a los psicópatas hijos del odio y el rencor, un conjunto nauseabundo que España debería extirpar aplicando la ley, como por ejemplo un 155 en la educación para garantizar que en las escuelas y universidades catalanas, los que aman a España no sean continua y sistemáticamente vejados y moralmente aplastados.
Los españoles que viven acosados en Cataluña se sienten abandonados por el gobierno de Sánchez, al que acusan de aceptar la ignominia y el NAZIFASCISMO activo a cambio de los votos que necesita para permanecer en la Moncloa. Sánchez ni siquiera obliga a sus socios catalanes, como es su deber, que cumplan la sentencia del Tribunal Supremo de España que obliga a impartir -como mínimo- el 25 por ciento de las clases en español.
Todo un festival de vileza con dos epicentros: el palacio de la Generalidad, en Barcelona, y el de la Moncloa, en Madrid.