¡Cosas veredes y oyeres del Vaticano II que harán temblar a las paredes! El cura de Don Benito y su «novio»: sodomía, consumo y tráfico de drogas…
CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN
El cura y su novio detenidos en Don Benito tenían 2 kilos de mefedrona, droga de ‘ambiente gay’. La Guardia Civil también decomisó más de 3.000 euros en la vivienda de los detenidos en Don Benito
La Guardia Civil arrestó ayer al párroco de la parroquia de San Sebastián de Don Benito, provincia de Badajoz, Alfonso Raúl Masa Soto que, junto a su compañero sentimental, traficaba con Viagra y otros estimulantes.
La Guardia Civil ejecutó ayer una operación contra el tráfico de sustancias y estupefacientes en la localidad de Don Benito (Badajoz). Lo singular de esta operación es que se llevó a cabo contra el párroco del pueblo (A. R. M.) y su compañero sentimental. Según fuentes de la investigación, ambos hombres convivían en la casa sacerdotal desde la que, presuntamente, distribuían la Viagra y «otros potentes afrodisiacos». Algo que, por cierto, era de sobra conocido en la ciudad.
El registro se llevó a cabo en la casa sacerdotal y en la parroquia de San Sebastián, de la que el sacerdote es titular. Los arrestos se produjeron durante la mañana de ayer, lunes 19 de febrero, en la vivienda que la pareja compartía. Allí la Guardia Civil se incautó de abundantes cantidades de material estimulante que, al parecer, el párroco distribuía cada vez con más éxito.
Según parece, una de las personas que compraba la Viagra y los otros estimulantes reconoció que las personas que le abastecían de esas sustancias eran los dos detenidos. Por el momento no se han llevado a cabo más detenciones, aunque a última hora de la tarde de ayer los agentes de la Guardia Civil no descartaron que se pudieran producir más arrestos. Por su parte, los investigadores tienen absoluto convencimiento de que los dos detenidos, el párroco y su compañero sentimental, eran los dos cabecillas de la actividad.
Tras su detención, el Instituto Armado llevó a cabo durante toda la tarde un minucioso registro en el «domicilio conyugal» en el que se intervinieron «abundantes sustancias listas para vender«. De esta manera, la Guardia Civil acusa a los dos detenidos de un delito de tráfico de sustancias perjudiciales para la salud fuera del circuito legal.
Protección divina
Según señalan varias fuentes, el sacerdote actuaba con «total impunidad» debido a que creía que gozaba de una «protección divina». Por ello, el párroco se creyó impune, lo que hizo que en determinados momentos se relajara y bajara la guardia, algo que facilitó que la investigación se llevase a cabo.
El delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha confirmado esta mañana la detención de las dos personas en Don Benito y ha esquivado ofrecer más información alegando que la operación «sigue abierta», por lo que ha instado a «dejar que la Guardia Civil haga su trabajo».
El juzgado instructor decretó ayer secreto de sumario y estaba previsto que los detenidos pasaran a disposición judicial a lo largo de la mañana. Por su parte, también se prevé que el Obispado de Plasencia, del que depende Don Benito, publique a lo largo de este martes un comunicado para calmar el revuelo provocado entre los vecinos y feligreses de la localidad.
Tras ser conducidos, el cura y su «compañero sentimental» a presencia del juez, éste, titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº2 de Don Benito ha decretado este martes libertad provisional para el párroco, con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes en el Juzgado. Al otro detenido dentro de la operación contra el tráfico de sustancias estupefacientes lo ha enviado a prisión provisional.
De momento, los investigadores no han detenido a más personas relacionadas con estos hechos aunque a última hora de la tarde de ayer no descartaban que pudieran producirse más arrestos en una nueva fase de la investigación. Independientemente de lo que suceda en un futuro, los investigadores no tienen dudas de que el párroco y el otro hombre, su compañero sentimental, son los que dirigían la actividad de narcotráfico.
Las detenciones supusieron la culminación a unas pesquisas que arrancaron hace meses después de que los agentes del Instituto Armado tuvieran conocimiento de las presuntas actividades ilícitas del sacerdote y su acompañante. Al parecer, era constante el trasiego de personas en la casa sacerdotal, ubicada en la misma parroquia en la que el detenido oficiaba las eucaristías.
Tras los correspondientes seguimientos, los agentes del Instituto Armado comprobaron el trasiego de personas que acudía a la casa y que, efectivamente, el sacerdote y el que los investigadores consideran su compañero sentimental distribuían las sustancias ilegales.
La Diócesis de Plasencia (Cáceres) pide respeto para los detenidos y asegura que desconocían el asunto, aunque según han indicado, se muestran dispuestos a colaborar en lo que haga falta con la justicia.
El obispado ha asegurado que, de momento, no ha recibido ninguna comunicación oficial y que está a la espera de conocer «más datos» sobre lo ocurrido. Unos hechos «descritos por el dolor, sufrimiento y escándalo que suponen», reza el comunicado difundido este martes por el Obispado de Plasencia, del que depende Don Benito.
«Estamos aguardando a que se esclarezcan los hechos. La investigación sigue su curso. Atentos a su desarrollo, con prudencia y respeto hacia las personas implicadas, desde el obispado mostramos nuestra disposición a colaborar en todo lo que sea necesario y se nos requiera y afrontar las actuaciones pertinentes», añade el comunicado.
¿Qué es la mefedrona?
La mefedrona es un estimulante que produce efectos similares a las anfetaminas, el éxtasis y la cocaína. Todavía se desconoce mcuho sobre su composición y posibles impactos, pero desde principios de la década se ha establecido como una de las drogas favoritas de consumo en fiestas y discotecas entre jóvenes de entre 16 y 30 años.
Aunque está prohibida en Europa desde el año 2010, la mefedrona, «mefe» o «miau miau», es muy fácil de conseguir. Se compra por internet y es muy barata.
Entre los efectos adversos que se le conocen está la sudoración abundante y taquicardia. En la calle su venta oscila alrededor de los 30 euros el gramo, y su consumo se asocia al sexo y a los locales de ambiente gay.
Los expertos alertan de su elevado poder de adicción y de la falta de control de los efectos si se mezcla con alcohol.