De América del Sur a Turquía: Sale a la luz la industria de lavado de dinero de Irán para Hezbolá

Bar Netta

FUENTE: https://www.iranintl.com/en/author/iran-international-newsroom

El oscuro mecanismo de financiamiento de Irán sale a la luz: la red de comercio de oro de la República Islámica en América del Sur ha sido expuesta. Según una investigación realizada por el sitio de noticias iraní en el exilio “Iran International”, los lingotes de oro llegan desde Venezuela a Irán y en Turquía son convertidos en dinero para financiar a Hezbolá y la Guardia Revolucionaria.

Un documento secreto revelado por la compañía de seguros navieros ‘Lloyds’, reveló el negocio ilegal de la República Islámica de Irán para financiar a Hezbolá. El origen de la denuncia es un avión que fue incautado en Buenos Aires, la capital de Argentina, a mediados de junio pasado. A bordo del avión iban cinco tripulantes iraníes, sospechosos de colaborar con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria. El avión, que volaba de México a Argentina con el seguimiento desactivado para que no hubiera seguimiento, volaba bajo la propiedad del gobierno venezolano, pero en realidad pertenecía a los iraníes. Una verificación realizada por el sitio de noticias iraní mostró que la propiedad real de la aeronave pertenecía a la aerolínea afiliada a la Fuerza Quds, Mahan Air.

La República Islámica de Irán anunció que hace un año entregó este avión a Venezuela, Estados Unidos impuso sanciones a Mahan Air por la cooperación con la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria y la sospecha de actividad terrorista. La presencia de 16 tripulantes en el avión de transporte llamó la atención de los argentinos. El avión, que aparentemente transportaba repuestos para un automóvil, y el piloto del avión era Golmarza Ghasemi, ex director ejecutivo y uno de los gerentes de la iraní Fars Air, que tiene antecedentes de transferencia de armas a Hezbolá en Siria y Líbano.

La República Islámica negó cualquier conexión con el avión incautado en Buenos Aires y exigió la liberación de la tripulación iraní. El 29 de octubre, Golmerza Ghasemi, el último tripulante que quedaba en Argentina, fue liberado y se fue a Venezuela.

Seis días después de la liberación de Ghasemi, la compañía de seguros de envío Lloyds informó a sus clientes en una advertencia confidencial que la Guardia Revolucionaria y Hezbolá estaban enviando oro desde Venezuela a Irán para financiar las actividades terroristas de las milicias respaldadas por Teherán en el Líbano eludiendo las sanciones. Según el informe, la República Islámica de Irán recibe lingotes de oro por el petróleo que le da a Venezuela, después de que el oro llega a Irán, se convierte en plata en Turquía y el dinero de este trato negro va al Hezbolá del Líbano.

Según informes en Argentina, hay otros aviones que transportan oro desde Caracas a Teherán, pero la incautación de este avión jugó un papel central en el descubrimiento de la fuente financiera de Hezbolá en el Líbano. Se han publicado las identidades de las personas vinculadas a la operación de transferencia ilegal de oro que parte de Caracas, pasa por Teherán y llega a Turquía, con el dinero recibido llenando las arcas de Hezbolá y la Guardia Revolucionaria. Uno de los tripulantes arrestados en el asunto del avión es Ali Asir, un ciudadano libanés de 30 años, quien colabora en la actividad financiera y el lavado de dinero a través de actividades comerciales principalmente entre Estados Unidos, China y Paraguay.

Según la investigación, Asir trabaja con dos empresas en Siria y Líbano bajo la dirección de Mohammed Kassem al-Bazal, quien realiza transacciones para la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria y Hezbolá. En el marco de estas dos empresas, Ali Kasir intercambió oro por millones de dólares y realizó otras operaciones económicas en el desarrollo petrolero. La tercera persona involucrada en la operación de transferencia de oro es Muhammad Jaafar Kasir, tío de Ali Kasir, ciudadano del Líbano y residente en Damasco. Es activo en la venta de petróleo crudo en Siria. Al mismo tiempo, es el líder de la Unidad 108 de Hezbollah en Líbano, que se encarga de transferir armas y tecnología de Siria a Líbano, junto con la Unidad 190 de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria.

Kasir también estuvo detrás de muchas operaciones de contrabando de armas a Gaza, Yemen y Siria. Estados Unidos puso en la lista de terroristas a estas tres personas, pero aún no se ha publicado su actividad en el campo del contrabando de oro. Ali Kasir y su tío Muhammad Jafar Kasir son los representantes de Hezbolá en la venta ilegal de oro en Oriente Medio, mientras que Badardin Naimai Mousavi, otra figura revelada durante la investigación, sirve de conexión entre Venezuela y Hezbolá. El empresario iraní, de 47 años, es el principal accionista de Iran Equipment Industries y posee una empresa en Dubái, otra forma de facilitar el transporte ilegal de oro de Caracas para ser convertido en plata en Turquía.

Según la investigación, el trabajo de Mousavi es obtener el oro con descuento en Teherán y luego volar a Turquía, donde lo vende en el mercado negro. El resultado de esta operación ilegal fue la provisión de millones de dólares para las actividades terroristas de Hezbollah en el Medio Oriente. También se realizan operaciones de transferencia de oro con aviones Boeing, uno de los cuales está en proceso de ser confiscado por Estados Unidos, luego de que fuera incautado en Argentina, y se revelaran algunos de sus secretos. El resultado de la enrevesada ruta es la conversión del dinero del petróleo de Irán en oro y su venta en el mercado negro para financiar el Hezbolá del Líbano y la Fuerza Quds del IRGC.

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