Divorciados católicos: los proscritos sacramentales
ANTONIO GIL-TERRÓN PUCHADES
Jesucristo, cuando instituye el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, durante La Última Cena, no pide a los apóstoles una confesión previa de pecados y faltas; ni tan siquiera les demanda arrepentimiento, por lo hecho o por lo que van a hacer. Prueba de ello es que todos los asistentes participan en el banquete Eucarístico, incluido Judas Iscariote. Esa es la generosidad de Cristo, su amor, su misericordia.
Tras este acto, punto cardinal del Evangelio, todo un ejército de iluminados, teólogos doctrinales, burócratas de lo sagrado, desmenuzando, complicando, interpretando, adaptando, desarrollando, articulando, regulando, enmascarando, excomulgando y comerciando, durante siglos y siglos aquello que Cristo hizo sencillo – dentro de lo sublime-, con generosidad, con entrega plena.
La Redención Salvadora de la Eucaristía es de entrega plena, voluntaria, universal y gratuita, con una generosidad incondicional que no pone límites a un amor que desborda y así lo debe de entender la Iglesia cuando no deniega la comunión al ex jefe de ETA José Luis Álvarez Santacristina, alias Txelis, responsable de más de doscientos asesinatos. Sin embargo, la jerarquía de la Iglesia Católica niega farisaicamente la Eucaristía a los católicos divorciados vueltos a casar.
Una persona casada por el rito católico que acabe divorciándose, por haber fracasado estrepitosamente su primer matrimonio, y que haya formado un nuevo hogar con hijos, en donde se viva con respeto, armonía, fidelidad, con entrega mutua, compartiendo evangélicamente la alegría y la tristeza, la salud y la enfermedad, luchando unidos frente a la adversidad, compartiendo sueños y enjugando lágrimas, hasta que la muerte los separe y más allá, a esa persona la Iglesia le niega el Sacramento de la Eucaristía.
Ahora bien, si esta misma persona mata a su mujer y a sus hijos habidos de su segundo matrimonio civil, se arrepiente y confiesa, a esa persona, la Iglesia ya no le niega el Santísimo Sacramento de la Eucaristía.
Nota: Extracto del libro «LA SOMBRA DE CAIFÁS – EL AMOR ARTICULADO», ©Antonio Gil-Terrón, 2012 – ISBN: 978-84-615-7515-2.