El camino de Macarena-Forret Gump
CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN.
“Los tontos son los que dicen -y hacen- tonterías”, “la vida es una caja de bombones, nunca sabes cuál te va a tocar”. FORRET GUMP.
- Forret, ¿por qué camina?
- Forret, ¿Lo hace por la paz mundial?
- Forret, ¿Lo hace por los derechos de la mujer?
- Forret, ¿Por el medioambiente, por «los derechos de los animales»?
- Forret, ¿Por el derecho a la vida y contra el aborto? –
- Nadie podía creer que alguien pudiera caminar tanto sin una razón concreta.
- Forret, ¿Por qué hace esto?
- FORREST: Tenía ganas de correr, de caminar…
¿Quién no se ha sentido identificado en algún momento con estas palabras de Forrest Gump cuando alguien que no camina, que no hace senderismo, pregunta por qué lo hacemos? Pero, ¿Por qué tiene que haber algún motivo?”, generalmente, quienes hacen senderismo, o corren, suelen contetar que lo hacen porque les apetece. Pero, como le ocurría a Forrest Gump, en realidad siempre hay una razón para hacerlo, algo que nos empuja a empezar y a seguir dando zancadas. Forrest empezó a caminar un día porque quería empezar una nueva vida.
FORREST: Mamá siempre decía que tienes que dejar atrás el pasado antes seguir adelante. Creo que fue por eso que caminé tanto.
Pero, el caminar de Forret Gump contiene algo mucho más importante: una crítica a la sociedad necesitada de personas que les digan lo que tienen que hacer o pensar. Una sociedad alienada de forma más o menos inconsciente, pero sumisa, de forma voluntaria.
A Forrest, como ahora ocurre con Macarena Olona en su «camino de Santiago», se le une un grupo de personas que lo ve como ejemplo, una inspiración, un referente a seguir. Un mesías. Lo que está sucediendo estos días en Galicia, posee una gran similitud con otra película clásica, La Vida de Brian, en la que un hombre, una persona corriente, anónima y que nada pretende se ve obliado a correr, para alejarse de un grupo de fanáticos que lo toma por «el salvador», el “elegido”, «el mesías»…
Y… Forret Gump anduvo y anduvo durante tres años, dos meses, catorce días y dieciséis horas.
Y, Forrest se para. El grupo se para detrás de él. Forrest se queda de pie. El grupo espera expectante. Forrest se da la vuelta y les mira.
Uno de sus acompañantes: Silencio. Va a decir algo.
FORREST: Estoy muy cansado, creo que iré a mi casa.
Otro seguidor: ¿Y qué se supone que debemos hacer ahora?
FORREST : Y así, sin más, mis días de caminar terminaron.
Y sus seguidores se quedaron desamparados, sin rumbo, sin camino a seguir, sin proyecto de vida… y suplicaron que Forret Gump los guiara.
Forret Gump no caminaba para ayudar a otros, o porque poseía un espíritu noble, o por alguna causa justa… No, Forret Gump caminaba sin rumbo, sin ton ni son, sin un proyecto concreto, sin unos objetivos, sin una meta… ni siquiera se planteó con qué medios contaba, tanto materiales como humanos, no, sencillamente, se puso a caminar porque «le apetecía»… En ningún momento pensó en los obstáculos que podía encontrarse en el camino. Sencillamente, se puso a caminar, porque era lo que le pedía el cuerpo.
«Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Caminante, no hay camino: se hace camino al andar. Al andar, se hace camino, y al volver la vista atrás se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar. Caminante, no hay camino, sino estelas en la mar…» como decía el poeta Antonio Machado.
Al parecer, siguiendo el ejemplo de Forret Gump, Macarena Olona se ha puesto, también, a caminar, porque le apetecia, para «percibir sensaciones», medir sus fuerzas… y les dice a sus seguidores, acompañantes que «estáis marcando mis pasos, voy de vuestra mano, camino a vuestro lado. Ahí es donde quiero estar”… Y, para regalarles el oído a sus seguidores y acompañantes, afirma que se siente «muy española y que, deseando volver a sudar la camiseta pública y servir a los españoles…
Todo muy emotivo, todo muy sentimental… puro sentimentalismo tóxico. Pero ¿Y qué más hay detras de su caminar? Pues, por lo visto y oído no existe ningún proyecto serio de gobierno, alternativo al actual sistema de cárteles mafiosos que, han llevado a España y a los españoles al borde del abismo; no, en el camino sin rumbo, sin ton ni son, porque le apetece, de Macarena Olona (a la que, al parecer guieren mucho sus seguidores y acompañantes) no hay una meta, no existen unos objetivos concretos, a medio, corto o largo plazo… se trata, sencillamente, de caminar por caminar, como Forret Gump… hasta que, un día, Macarena Olona decida parar y dejar a sus hooligans desamparados, huérfanos, sin saber qué hacer con sus vidas… mientras tanto, Macarena, tal vez consiga abrir telediarios, e incluso entrar en alaguna institución, o colocar a algunos amigos, allegados, parientes, para que vivan de nuestros impuestos.
Y, algún día, cuando se canse de caminar, volverá a pretextar problemas de salud, o cualquier cosa que se le ocurra, y retornará a su puesto en la Administración del Estado… Pero, siempre le quedará la «gloria» y el «cariño» de sus seguidores que, al parecer de momento son muchos, no sabemos si legión…