EL FANATISMO , LA CEGUERA DEL IGNORANTE.
PILAR ENJAMIO
Vemos en la actualidad que el fanatismo mora en nuestra sociedad y a la larga, redunda en problemas mayores. Fanatismo es creer a ciegas , sin pensar y sin saber el motivo verdadero. Es el pensamiento único, nada flexible y sin argumentos. A veces y en numerosas ocasiones se produce primero una agresión verbal y luego incluso física hacia el contrario, con el que se difiere y tiene opinión propia.
El principio básico que debe regir toda sociedad es la libertad y la toma de decisiones personales e individuales. A veces el fanático llega a actitudes propias de psicópatas lo cual es la sinrazón y la justificación de cualquier daño al diferente.
El fanatismo es una obsesión, una idea fija y repetitiva que no admite replicas.
Hemos visto culturas y familias donde se decidían matrimonios concertados, y se decidían por sus miembros en nombre del honor, … ¿Existe mayor deshonor que restarle libertad a alguien?
Entre las personas fanáticas predominan las obsesivas, religiosas de ritos diarios y que todo lo justifican basándose en religión y una determinada ética para eliminar lo que consideran mal.
Luego están los fanáticos políticos y gregarios sin personalidad propia que odian al que no es afín y recurren habitualmente a los insultos en redes sociales y en la calle . Tanto unos como otros, los borregos y sus líderes, repiten un discurso como loros, sín saber lo que dicen y no admiten errores ni respetan a quienes consideran contrarios. Son narcisistas, narcisismo en el que siempre subyace un enorme complejo. Con ellos es imposible la comunicación y el razonamiento, e ignorarlos es la mejor opción. Ser libres de decisión, de opinión y de VIVIR con mayúsculas es el mayor de los tesoros.
Luchemos por ello.