CÉSAR ALCALÁ
Hagamos un poco de política ficción no muy alejada de la realidad:
De no ocurrir ningún imprevisto, el presidente Pedro Sánchez convocará elecciones en otoño-invierno de 2023. Esto es lo que todos esperan y es difícil que no se produzca. Por otra parte el president de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonés, estará obligado a hacer frente a las pretensiones de sus socios, en concreto CUP. Recordemos que hay un acuerdo pactado, mediante el cual, los «cuperos» le daban una tregua de dos años para que pusiera en marcha la independencia, la autodeterminación, el referéndum y todo lo que se les ocurrió… Pero, como nada de todo esto se hará realidad, Pere Aragonés perderá su confianza y, al quedar en minoría, con toda probabilidad se convocaran elecciones.
Lo lógico es pensar que, antes no habrá elecciones. Por mucho que se peleen los dos socios de gobierno -ERC y JxCat- no romperán antes de hora. Hay muchas bocas que se están alimentando gracias a ellos. Son legión los paniaguados, subvencionados, apesebrados, estómagos agradecidos en la Generalitat, en la Diputación y en los diferentes organismos que dependen de que JxCat y ERC. Esta lacra los mantendrá en la cúspide de la Generalitat. Ayer Aragonés en el Parlament le pidió perdón a JxCat. Es una política de humillaciones y de cabreos. Todo marcado por una inutilidad en el momento de gobernar.
Volvamos al tema. Si las encuestas no se equivocan, con toda probabilidad el Partido Popular ganará las elecciones y tendrá el apoyo de VOX. Hasta aquí es lo que dicen las encuestas. Por otro orden de cosas, la mesa del diálogo no funcionará. Se conseguirán algunas cosas, eso nadie lo niega, pero no lo que piden. Con lo cual esto ya les está bien a los independentistas. Y más si gana el PP. ¿Por qué digo esto?
Si finalmente el PSOE pierde las Elecciones Generales y queda fuera del gobierno, los independentistas lo tendrán más fácil: “La extrema derecha gobierna España y nos impiden ser independientes, con lo cual, lo volvemos a hacer”. El guión es así de sencillo. Y eso Pablo Casado lo sabe y también muchos barones del PP. Como pasó cuando el Gobierno Central estaba presidido por Mariano Rajoy, se pondrán de nuevo las armaduras, las cotas de malla y arrancarán la maquinaria para provocar, de nuevo, sucesos como los vividos en el año 2017. Un déjà vu.
El nuevo escenario post-elecciones generales traerá, también, un serio problema para España: Pablo Casado no podrá gobernar España sin Cataluña.
¿Qué quiere decir esto?
En la actualidad el Partido Popular de Cataluña posee 3 diputados. Este es un número insignificante. Mientras que VOX tiene 11 diputados. Esta desproporcionalidad no es buena. Y menos teniendo en cuenta el relato que elaboraran los independentistas. Es cierto que algunas encuestas le dan 6-7 diputados al PPC en unas elecciones catalanas. Pero no te puedes fiar de estas encuestas. En las últimas elecciones les daban 8 diputados y se quedaron en 3. De no haber un milagro el número se quedará en 3 o puede aumentar en uno o dos máximo.
Con esta perspectiva Pablo Casado tiene un serio problema. Sabe que tendrá que enfrentarse a un permanente conflicto abierto en Cataluña, durante cuatro años. Sin duda alguna, será un tiempo muy difícil de sobrellevar y para poder hacer cosas. Para que Casado tuviera calma debería tener el apoyo de 11 o 12 diputados en la cámara y no estoy hablando de sumar los suyos con VOX. Esta alianza aún aumentaría más el conflicto por el eterno debate de «la ultraderecha”.
Por ello es necesario alguna alianza entre partidos que ocupen el centro derecha que, ha quedado huérfano en Cataluña con el hundimiento de Ciudadanos. También es imprescindible que ese centro derecha sea lo que en su momento representó la Lliga de Cambó. Un centro derecha catalanista, con ganas de derrotar al independentismo, con empuje para colaborar, y con ganas de que Cataluña salga de su letargo. Y es aquí donde entre la política ficción. ¿Podrán aquellos partidos que se encuentran fuera del arco parlamentario llegar a acuerdos? De llegar, ¿apoyarían las políticas del Partido Popular? ¿Se puede conseguir estabilizar la política catalana y volver a la normalidad?
La incógnita se despejará con el tiempo. Veremos que pasará.
César Alcalá Giménez es un prestigioso historiador, político y escritor español, especializado en la historia del carlismo y la guerra civil y otros muchos temas relacionados con la historia de España. Colabora en revistas como Actas, Revista del Vallès, e-noticies.com, La Razón, COPE, Economía Digital, El Catalán. Ha colaborado en el Diccionario biográfico español de la Real Academia de la Historia.
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