El I Congreso Nacional Covid-19 ha representado un mazazo a la conciencia de los españoles y a la frivolidad de los políticos
Francisco Rubiales
El I Congreso Nacional Covid-19 ha dado un elegante pero sólido golpe sobre la mesa y ha acusado a los políticos españoles de haber gestionado mal la crisis del Covid-19, al mismo tiempo que reclaman más protagonismo para la ciencia y para los que de verdad saben combatir las enfermedades, que son los profesionales de la medicina.
No hay una forma más elegante y eficaz de denunciar que colocar a políticos al frente de los hospitales y del sistema sanitario ha demostrado ser una imbecilidad de grado supino. Sin decirlo abiertamente, han dejado claro que los políticos son los principales culpables del deterioro y el fracaso de todo un sistema sanitario español que antes de la pandemia exhibía con orgullo una musculatura que estaba atrofiada.
Los médicos han sabido poner el dedo sobre la llaga. Todas las sociedades médicas, reunidas en el exitoso congreso virtual Covid 19, piden a los políticos unidad y que se guíen por evidencias científicas, según se ha hecho saber en la clausura del I Congreso Nacional Covid-19, en el que han participado 171.656 profesionales sanitarios de 55 sociedades científicas. En este contexto, de forma telemática, han firmado un manifiesto en favor de una respuesta «coordinada, equitativa y basada en la evidencia científica» ante esta crisis sanitaria.
El manifiesto también reivindica la necesidad de disponer de un protocolo nacional «basado en la mejor evidencia científica disponible en cada momento y necesariamente flexible en función del avance del conocimiento», consensuado por las instituciones y la comunidad científica. Así, apuntan que es necesario «fortalecer y reforzar» los mecanismos de coordinación entre las autonomías y el gobierno central, «sin menoscabo del ejercicio de las competencias sanitarias», aclaran.
«Pedimos a todas las personas e instituciones que tienen responsabilidades políticas en la gestión de la pandemia que se guíen por criterios estrictamente sanitarios, basados en la mejor evidencia científica disponible, y desligados de cualquier otro interés que no atienda al interés general de la población».
Los expertos han señalado que la ciencia debe jugar un papel más relevante en la esfera pública y en la toma de decisiones. Por eso reivindican que se establezcan procedimientos entre la comunidad científica y los políticos con el objetivo de «garantizar que las medidas y estrategias adoptadas responden a la mejor evidencia y consenso científico y sanitario».
En ningún momento los médicos españoles han dicho que los políticos son los principales culpables del drama español frente al coronavirus, pero esa acusación ha presidido el espíritu del Congreso y ha estado presente en todas las deliberaciones y ponencias.
En este sentido, a través de este texto los médicos han querido recordar la necesidad de “lealtad y colaboración entre partidos políticos e instituciones. «Apelamos a la responsabilidad de nuestros representantes para alcanzar un clima de diálogo y consenso que permita adoptar las mejores decisiones y estrategias en la gestión de la pandemia», indican.
Aunque no han señalado de forma específica a ninguna comunidad autónoma, sí han hecho referencia a las “acciones y estrategias que han tenido que ser tomadas con carácter de urgencia y con un limitado conocimiento científico y experiencia”. Por ello, solicitan una revisión constante de las mismas basadas en criterios científicos.
Lo que las sociedades médicas de España han denunciado que ocurre en el sector de la sanidad ocurre también en casi la totalidad de los sectores de la vida española: los políticos se han adueñado de la educación y la han arruinado, de la seguridad, de la convivencia, de la democracia, de la fiscalidad, de la cultura, etc., introduciendo por todas partes el fracaso y la ruina. España necesita ser «despiojada» de políticos.
Francisco Rubiales