Melchor Miralles

Fuente: https://magazine.imaginaciontalento.com/el-mundial-de-qatar/

El Mundial de Qatar lo estrenó el sábado Gianni Infantino, presidente de la FIFA. Con un discurso en el que calificó de “hipócritas” a los que critican que se celebre el evento en un país sometido a un régimen dictatorial. Y tuvo los cojones de decir que “me siento qatarí, árabe, africano, gay, discapacitado y trabajador inmigrante. Los europeos, por lo que hemos hecho los últimos 300 años deberíamos sentirnos culpables antes de dar lecciones a otros. De niño me discriminaron en Suiza porque era pelirrojo y tenía pecas, era italiano y hablaba mal el alemán”. Solo le faltó decir que también se sentía mujer.

Tengo escrito que la FIFA es la organización más corrupta del planeta. Para los interesados en la materia les recomiendo leer “FIFA MAFIA, la historia criminal de la organización deportiva más grande del mundo”, de Thomas Kistner. Editado en España por la Editorial Corner. Kistner es un reputado periodista alemán que durante 20 años ha investigado las actividades delictivas de la FIFA. Y da cuenta de ellas en un libro apasionante.

Que el Mundial se juegue en Qatar no es una casualidad. Como no lo fue que se jugara en la Argentina de Videla en 1978 o en la Rusia de Putin en 2018. Les voy a contar cómo llegó el Mundial a Qatar. Una historia de corrupción magnífica. Todos los pronósticos apuntaban a que la edición de 2022 se iba a celebrar en los Estados Unidos de Norteamérica. Pero Qatar unió fuerzas con la Francia de Nicolás Sarkozy para comprar los votos que necesitaban y lograron su propósito. Sarkozy estaba al servicio de Tamin bin-Hammad Al Thani. Entonces príncipe heredero y hoy jefe del Estado qatarí, que ya se había comprometido además a salvar el futuro del Paris Saint Germain. Al Thani manejaba también al presidente de FIFA, Joseph Blatter y al presidente de UEFA, Michel Platini.

Pocos meses después de la concesión del Mundial a Qatar, el fondo Qatar Investment Authority compraba el 70% de las acciones del club parisino para regocijo de Sarkozy. Dieciséis de los veintidós miembros de la comisión de la FIFA que concedió el Mundial a Qatar aún hoy están encausados en algún proceso penal por aquello. Infantino, en plena ola de críticas a Qatar decidió salir a cargar las culpas en “Europa”, así en general. Supongo que quiere que Europa pida perdón por defender el derecho de cada cual a pensar como quiera. La libertad sexual, la libertad religiosa, los derechos de los trabajadores, la defensa de la mujer, la lucha contra los malos tratos. Todo eso es lo que avergüenza a Infantino, que se baja los pantalones en Qatar hasta los tobillos.


Qatar: compra de votos y de voluntades

Y la otra guinda del sábado fue la de Maluma. El cantante que aceptó intervenir en la Gala de inauguración, que al ser preguntado por los derechos humanos en Qatar se le levantó, dijo que esa pregunta era una falta de respeto y se piró de la rueda de prensa. Igual es que tenía prisa porque le estaban esperando unas novias qatarís. Así en plural, porque a Maluma las mujeres le gustan a granel y en Qatar obedecen a hostias.

Pobre Infantino, que de pequeño se reían de él porque era pecoso. El mismo sufrimiento que las mujeres o los homosexuales o los trabajadores inmigrantes en Qatar. Patético Infantino, el capo de tutti capi de una organización delictiva. Infantino se siente gay pero Qatar ha pedido a los homosexuales extranjeros que no hagan públicas muestras de afecto. A los qatarís no les ha dicho nada porque directamente les detienen y les aplican el Código Penal, que condena a 7 años a quien “incite a la sodomía o a la disipación”. Ojo Infantino, que en la FIFA hay mucha afición a la disipación, que no os pillen que igual os revientan.

Además de los votos compraron muchas voluntades. Ahí están los anuncios protagonizados por dos ilustres “embajadores” de Qatar, Pep Guardiola y Zinedine Zidane, que cobraron un dineral por ejercer de tales. O la famosa entrevista de Xavi Hernández, actual entrenador del Barça. Empezó entrenando al Al-Sadd qatarí. Y antes de su regreso a España, en plena campaña qatarí, concedió una entrevista en la que con un par dijo al diario independentista catalán Ara: “No vivo en un país democrático, pero creo que el sistema aquí funciona mejor que el de allí. Lamentablemente veo que España no funciona de la mejor manera”.

O sea, que Xavi cree que lo que funciona es no admitir discrepancias con el régimen, que las mujeres estén sometidas y sean maltratadas, que los homosexuales sean encarcelados y maltratados, y demás lindezas qatarís. Xavi que, lógicamente, ha anunciado que asistirá al Mundial. Que cuente la pasta que se va a llevar por ello. No vayan a creer que va por gusto. 

Al final, tras pagar decenas de millones de dólares a embajadores y presidentes de federaciones corruptas para obtener su voto, Qatar fue elegida sede del mundial 2022. Los Estados Unidos, que habían llevado al ex presidente Clinton a la ceremonia de designación, se sintieron engañados por la FIFA. Y el FBI recibió órdenes de ponerse a investigar a la organización futbolera universal, que acabó desmantelada. Joseph Blatter, entonces presidente de FIFA, en un movimiento inteligente para tratar de salvar el culo, nombró al ex fiscal general de los EEUU Michael J. García para que abriera una investigación interna y Hans Joachim Eckert fue nombrado presidente del órgano de decisión de la Comisión Etica de FIFA. Etica y FIFA: dos términos incompatibles.

García informó, como no podía evitar, a la fiscalía norteamericana de sus investigaciones y fueron cayendo dirigentes como cerezas. La Corte Federal de Brooklyn ordenó numerosas detenciones. Ricardo Teixeira, presidente de la Federación brasileña, que no ha vuelto a salir de su país para no terminar preso en Nueva York, Alejandro Burzaco, ex presidente de Torneos y Competencias, empresa argentina que compraba los derechos audiovisuales sigue en arresto domiciliario en Nueva York, pero sigue moviendo los hilos, con tentáculos en muchos operadores televisivos. También en España, Sandro Rosell, ex presidente del Barça estuvo en prisión preventiva.

Jaume Roures, el de Mediapro amigo de Ferreras, Pastor y compañía, dueño del diario Público que dirige Ana Pardo de Vera, entregó a la justicia americana la cabeza de Gerard Romy, su número 3 en Mediapro. Procesado porque la filial de Mediapro en Miami, Media World, que él dirigía obedeciendo a Roures, pagó en negro sobornos a dirigentes de la FIFA. La fiscalía neoyorkina estableció que un pago intervenido de 322.000 dólares formaba parte de una partida de más de 5 millones que Mediapro gastó en sobornos para obtener los contratos de los derechos audiovisuales. Finalmente, Roures tuvo que pagar una multa de 20 millones de dólares al tribunal de Nueva York.


Infantino se siente el amo… puro negocio

En Qatar no se respetan los derechos humanos. Mientras se jueguen los partidos, en los calabozos qatarís los homosexuales serán azotados y en muchas viviendas las mujeres serán maltratadas. Ayer vi en La Sexta un video en el que un sociólogo qatarí explica cómo hay que maltratar a las mujeres sin dejar marca. Para ello en el video explicativo se sirve de un niño. El diario The Guardian asegura que han muerto más de 6.500 obreros de los que han construido los estadios por hambre, calor y extenuación. La organización dice que han sido solo 40. Yo me fio más del Guardian que de la organización qatarí o Infantino.

Si tenemos en cuenta que en el emirato han trabajado 1.700.000 inmigrantes, en su mayoría de Nepal, India y Bangladesh, en la construcción de los estadios, insisto en creer más al Guardian. Y ojo, que cada uno de esos trabajadores habían pagado entre 500 y 4.000 dólares a empresas de contratación para poder trabajar en Qatar de sol a sol. E incluso por las noches, en condiciones infrahumanas y con  un salario de 200 dólares al mes que cobraban siempre con retraso. El Mundial se celebra en invierno porque FIFA considera que los jugadores no pueden hacer su trabajo en el verano qatarí, donde las temperaturas llegan a los 53 grados. Pero los inmigrantes construyeron los estadios en medio del desierto durante todo el año.

Así fue la cosa. Puro negocio. Infantino no se siente árabe, ni gay, ni inmigrante. Infantino se siente el puto amo, porque durante este evento que dura un mes lo va a ser con toda le peña bailándole el agua. Y tiene el morro de decir que los europeos tenemos que pedir perdón. Y de las mujeres ni habla. Podía hablar del gasto en putas que va a tener la FIFA. Sí, ocupa buena parte del presupuesto porque Infantino gusta de agradar en la cama a sus esbirros.

Para rematar el show, el jefe de prensa de FIFA, Bryan Swanson, al terminar de hablar el jefe tomó la palabra y dijo: “Soy gay como otros muchos en la FIFA. He pasado tiempo trabajando al lado de Infantino y siempre me he sentido respaldado. Cuando dice que somos inclusivos lo dice en serio”. Pues que tenga cuidado Swanson en Qatar, aunque claro, siendo esbirro mayor del jefe de la mafia, los qatarís a él no le tocarán un pelo.

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RedaccionVozIberica

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