“EL PARIPÉ” DE LA MAGISTRADA-JUEZ TERESA PALACIOS, PONENTE EN EL JUICIO AUSBANC – MANOS LIMPIAS.
MIGUEL BERNAD, MANOS LIMPIAS.
En el juicio político a Miguel Bernad, cocinado por las cloacas del Estado, la Ponente, la Magistrada Teresa Palacios, mediante un artilugio propio de una encantadora de serpientes, tuvo la desfachatez e insensatez de considerar como hechos probados, que la negativa a dar la «venia» a Luis Pineda (AUSBANC) por parte de Miguel Bernad (Manos Limpias) en el caso Volkswagen, fue un “paripé”.
- «Dar la venia»: comunicación que realiza el abogado al colega que tenía anteriormente encomendado un determinado caso, declaración que constituye norma de respeto y consideración entre compañeros.
Luis Pineda, solicitó la venia para ejercer la querella contra Volkswagen por el escándalo de las emisiones de Audi.
Pues bien, le fue denegada, y esa prueba quedo acreditada en el sumario y en el juicio oral, así como en los e-mails que se cruzaron Luis Pineda y Miguel Bernad.
Sin el más mínimo rigor y responsabilidad, la magistrada, con enorme desfachatez manifiesta que era un “paripé”.
Mucho antes de que se detuviera a Luis Pineda y a Miguel Bernad, la querella contra Volkswagen estuvo siempre dirigida por el letrado de Manos Limpias sin la más mínima intervención de Luis Pineda.
Carece de toda lógica que esa denegación de venia, fuera un “paripé” urdido entre Luis Pineda y Miguel Bernad.
Hay un dato más que avala que no fue un “paripé” y es el hecho de que cuando Miguel Bernad se encontraba preso en la cárcel de Navalcarnero, dio instrucciones a su abogado para retirarse de la causa.
¿Por qué Teresa Palacios manifiesta que fue un “paripé”?
La respuesta es contundente.
Hacer ver que la presunta extorsión la ejercía Luis Pineda en connivencia con Miguel Bernad utilizando el Sindicato Manos Limpias.
Pero lo gravísimo de esta infame condena política, estriba en la falsedad de la ponente, al no aceptar una prueba fundamental, acreditada mediante correos electrónicos (e-mail) y en el juicio oral, y acabar dándole una interpretación torticera, sesgada, para incriminar a Miguel Bernad.
El “paripé” no lo hicieron Luis Pineda y Miguel Bernad, lo hizo con absoluta desfachatez, sin el más mínimo pudor, sin ponerse colorada una Magistrada-Juez que compartía asiduamente mesa, mantel y amistad con el Jefe de las Cloacas del Estado, el comisario Villarejo.
Por este “paripé” -el de la Magistrada Teresa Palacios- se acaba condenando a Miguel Bernad a un año de cárcel.