El psicópata, Pedro Sánchez, va Israel a proponerle a Netanyahu que haga como él y le conceda a los terroristas palestinos todo lo que pidan, territorios y amnistía…

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN

No es de extrañar que el Ministerio de Exteriores de Israel haya convocado este viernes a los embajadores de España y Bélgica como represalia por las afirmaciones realizadas en las últimas horas por el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el primer ministro belga, Alexander De Croo, ya que consideran que supone un «respaldo implícito a los atentados terroristas de Hamás».

Son muchos los que en estos momentos dicen que Pedro Sánchez es un «tarado» por haber tenido la ocurrencia de viajar a Israel (en calidad de presidente de turno del Consejo Europeo y acompañado del primer ministro belga, que será su sucesor), a darle lecciones a Benjamín Netanyahu acerca de cómo solucionar el conflicto con los musulmanes palestinos que atacaron a Israel hace semanas, secuestraron, violaron, masacraron, descabezaron a ciudadanos judíos y un largo etcétera.

La primera osadía (en la cual se ha hecho acompañar por el primer ministro de Bélgica) ha sido equiparar a los terroristas de Gaza con el ejército de Israel; lo segundo ha sido afirmar que el conflicto existente en Oriente Medio es similar al terrorismo vasco que sufrió España durante décadas… También ha hecho mención -¿Cómo no?- a la tan reiterada «proporcionalidad» y que Israel no debe «pasarse» en la ofensiva emprendida en el territorio gazatí y tópicos por el estilo repetidos por doquier por los medios de información occidentales y de manipulación de masas… ¿Responder de forma «proporcional» significa responder con terrorismo a quienes aterrorizan a israelíes, aplicar el «ojo por ojo, diente por diente, o algo parecido?

Pero, el colmo de los colmos, el remate final ha sido aquello que ha añadido de que «el terrorismo no se puede combatir solamente con la fuerza»… ¿Y cómo si no se puede contrarrestar el terrorismo?

Para terminar su glorioso viaje a Medio Oriente ha puesto de ejemplo el modelo antiterrorista español: blanquear a las organizaciones terroristas, abrirles las puertas para que estén presentes en las instituciones, rebajarles las penas de prisión a los criminales, asesinos, excarcelarlos, indultarlos… y amnistiarlos; aparte de concederles todo lo que ahora piden y hasta hace años exigían por la fuerza.

De veras que hay que ser un malvado psicópata para ir a Israel a exponer tales ideas y acabar afirmando que «su gobierno» va a reconocer oficialmente al estado palestino, con o sin el apoyo de la UE.

El primer ministro israelí proyectó ante Sánchez, y ante el primer ministro belga también presente en la reunión, las imágenes grabadas por los mismos terroristas de Hamás del asalto a los kibutz del sur de Israel en la razzia del 7 de octubre.

Las imágenes son extremadamente explícitas y muestran los asesinatos, torturas y mutilaciones ejecutadas por los terroristas contra sus víctimas israelíes. En el ataque murieron 1.400 personas.

Además, Netanyahu recordó que los terroristas de Hamás están tratando de destruir el Estado de Israel, para lo cual usan a civiles como escudos humanos.

Recordó que Israel está tomando medidas para minimizar todo lo posible las bajas civiles, «pero si las democracias decimos que en ninguna circunstancia podemos actuar porque lamentablemente morirán civiles, entonces habremos perdido».

«Si (los terroristas) salen victoriosos, intentarán destruir Oriente Medio, y luego irán a por Europa», advirtió.

«Odian nuestro mundo libre y quieren destruirlo. Su ideología es una locura», añadió.

Además, Netanayahu subrayó que el objetivo de Hamás «va mucho más allá de la destrucción de Israel, son parte de un eje de terror», en el que también incluyó a Irán, Hezbolá y los Houthis de Yemen. Un eje que «desea la muerte de América, que es el Gran Satán, mientras que Israel es el pequeño Satán y, espero que no lo encuentren ofensivo –decía un socarrón Netanyahu– ustedes son un Satán de talla media«.

Sobre la muerte de civiles en Gaza, recordó que Israel ha habilitado corredores humanitarios, pero los terroristas de Hamás impiden a los civiles escapar porque los quieren como escudos humanos.

«Cuando intentan escapar, Hamás los pone en su objetivo porque no les importa que sus civiles mueran», recordó.