Erin Pizzey y Murray Straus: Un enfoque alternativo al social y políticamente correcto, acerca de la violencia doméstica

PERO GRULLO DE ABSURDISTÁN
La violencia doméstica ha sido tradicionalmente interpretada bajo el prisma de una narrativa que señala al patriarcado como causa principal. Sin embargo, figuras como Erin Pizzey y Murray Straus han cuestionado esta visión, proponiendo un enfoque más amplio y basado en datos empíricos que destaca que la violencia en las relaciones de pareja es de doble sentido…

El legado de Erin Pizzey
Erin Pizzey, pionera en la creación de refugios para mujeres maltratadas, desafió la perspectiva predominante al afirmar que la violencia no tiene «género». Según sus observaciones, muchas mujeres que acudían a su refugio eran igualmente violentas que sus parejas masculinas. Esta postura le valió el rechazo del feminismo militante, amenazas de muerte y el exilio temporal. Pizzey también destacó que la violencia es un comportamiento aprendido en la infancia y no una consecuencia directa de pertenecer a un determinado sexo biológico.
La contribución de Murray Straus
En noviembre de 2013, Murray Straus presentó los resultados de décadas de investigación en el IV Congreso Español de Victimología. Sus estudios revelan que:
- La violencia bidireccional es predominante: En aproximadamente el 54 % de los casos, ambos miembros de la pareja ejercen violencia. En el resto, se divide casi equitativamente entre hombres y mujeres como perpetradores únicos.
- Encuestas nacionales: En Estados Unidos, una muestra de más de 8.000 entrevistas mostró que el 24 % de los casos involucraban violencia masculina exclusiva, el 23 % femenina exclusiva y el resto bidireccional.
- Violencia femenina en estudios transnacionales: En parejas universitarias, las mujeres perpetraron casi el doble de agresiones físicas que los hombres.
Straus también criticó las metodologías sesgadas que excluyen la posibilidad de que las mujeres sean perpetradoras. Según él, estas metodologías perpetúan una visión unilateral que invisibiliza a los hombres como víctimas.
Factores y consecuencias
Straus identificó varios factores detrás de la negación sistemática de la simetría en la violencia doméstica:
- Amenaza ideológica: La evidencia contradice la narrativa feminista que utiliza el patriarcado como explicación central.
- Intereses económicos: Fondos y recursos destinados a programas exclusivos para mujeres podrían verse comprometidos.
- Identidad política: La explicación feminista se ha convertido en una seña ideológica para ciertos grupos políticos.
Además, subrayó que las agresiones afectan tanto al perpetrador como a la víctima en términos de salud mental y que un tercio de los niños agredidos se convierten en agresores adultos.
Implicaciones para la prevención y tratamiento
Straus concluyó que ignorar la simetría de género en la violencia doméstica ha paralizado los programas de prevención y tratamiento. Propuso sustituir los enfoques centrados exclusivamente en hombres por programas neutros en cuanto al sexo. También sugirió realizar un cribado individualizado para determinar las intervenciones necesarias.
Conclusión
Las investigaciones de Erin Pizzey y Murray Straus desafían las narrativas tradicionales sobre violencia doméstica, proponiendo un enfoque basado en datos empíricos y alejado del sesgo ideológico. Este enfoque abre nuevas posibilidades para comprender y abordar este problema desde una perspectiva inclusiva y efectiva. Sin embargo, su trabajo ha enfrentado resistencia debido a intereses políticos e ideológicos arraigados.