España, a la cabeza del aumento fiscal en la Unión Europea

José Ramón Riera

En un país con «democracia fiscal», todos los ciudadanos son iguales frente a los impuestos, no se hacen diferencias y normalmente se les trata con respeto…

FUENTE: https://www.eldebate.com/economia/20250201/espana-cabeza-aumento-fiscal-union-europea_265217.html

Hasta que volvamos a tener más datos acerca de la recaudación de impuestos, conviene hacer un análisis de lo que ha pasado en la Unión Europea desde el año 2018 hasta el año 2024, tomando como referencia los nueve primeros meses. He escogido esta fecha porque sirve para comparar que ha pasado en la Unión Europea, en la Eurozona, en los países más importantes y en algunos otros, como los países nórdicos, que tienen la fama de subir siempre mucho los impuestos y vamos a ver que son los que «cardan la lana» de las subidas.

Mi interés está en seguir demostrando que España se ha convertido, desde el punto de vista fiscal, en una dictadura, de la cual solo se escapan los amigos del Gobierno, los familiares, los altos cargos que reciben, presuntamente, mordidas y todos aquellos que fueron conseguidores, recibieron licencias para «traficar con carburantes» y posteriormente no ser investigados por quien tenía que hacerlo y que, a la par, someten al contribuyente a la ley del miedo, de si pillo que te has equivocado en 300 euros me la pagas y te doy como si fueses un saco de boxeo.

En una «democracia fiscal», todos los ciudadanos son iguales frente a los impuestos, no se hacen diferencias y normalmente se les trata con respeto y solo se persigue, de verdad, al gran defraudador y no se trata como un miserable al pequeño empresario o al autónomo, que lleva su propia contabilidad, porque no puede contratar a un gestor, que comete pequeños errores insignificantes y que son perseguidos con saña y mala fe, eso sí, mientras el hermano del Presidente recibe apoyo personal para cobrar en España, no ir a trabajar a su puesto de trabajo, desconoce incluso donde lo tiene y dice que cotiza en el país vecino.

España ha dejado ya hace varios años de ser una «democracia fiscal» y se ha ido convirtiendo en, cada día, una dictadura que necesita represaliar a cualquiera que se salga del carril, que monta impuestos especiales con la teoría de Curro Jiménez, de quitarle al rico, pero al contrario que el mítico bandolero, no dárselo al pobre, sino gastárselo en aquello que dicen que hace crecer el PIB, incluido en señoras de alterne y cosas que se meten por la nariz y no me refiero al dedo, que conste que quien tiene la culpa de esto es el INE por ponerse a subir el PIB sumando estas posibles transacciones.

Pero es que además, cuando nos comparamos en un período de seis años con nuestros vecinos o con los países más importantes de la Unión Europea o incluso con los países nórdicos, que siempre se ha dicho de ellos que allí no se podía vivir porque te crujían a impuestos, es cuando más se nota que hemos dejado la democracia para pasar a una dictadura.

Ya sé que la mayoría de los que me leen creen en mis palabras, pero muchos lo hacen porque siempre aporto los datos para refrendar lo que digo, no como hace el Gobierno de la Nación que siempre nos cuenta las verdades a medias, que nunca son verdades y, por lo tanto, son mentiras que tratan de manipular a los ciudadanos, por eso yo trato siempre de comparar peras con peras, pero además con datos oficiales, aunque algunos ya ni yo mismo me los crea.

Si estos datos le llegasen a Donald Trump, estoy convencido de que le entraría un ataque de risa y posiblemente se daría cuenta de que, a la Unión Europea, no hay ni que subirle los aranceles, ni meterse con ella, simplemente con presionarla para que cumpla sus compromisos con la OTAN es suficiente, porque ya se está ahorcando ella sola sin necesidad de hacer nada más.

En los últimos seis años la recaudación impositiva en los 27 miembros ha crecido un 30,4 %, lo cual demuestra que hemos perdido completamente el norte teniendo en cuenta que sufrimos una pandemia y que tuvimos que recuperarnos, que es como si solo fuese cuatro años en lugar de seis, porque cualquiera con sentido común hubiese ayudado a las empresas y a los ciudadanos con reducciones sustanciales de impuestos.

Pero fíjense cuál es el país, entre estos siete que he escogido, que más ha subido los impuestos, resulta que ha sido la España gobernada por un dictador, de momento fiscal, que nos ha subido el 41,4 % los impuestos totales, frente a una Suecia que solo los ha subido un 13,2 %.

Así tenemos los dos extremos de los países nórdicos: Dinamarca que sube el 26,9 %, un 35 % menos que lo sube España, comparado con Suecia, que con ese 13,2 % y sube sus impuestos un 68% menos de lo que lo hace España.

Pero podemos ver a Francia, que también tiene fama de gran depredadora fiscal, que en este período solo ha subido la recaudación en 18,2 %, lo que significa que Macron ha subido a los franceses un 56 % menos los impuestos de lo que lo ha hecho Sánchez con los españoles. O tenemos a Italia y Alemania, que han subido un 24,6 % y un 24,7 % respectivamente, que significa que crecen en recaudación un 40 % menos que España.

En definitiva, no sé si esto es lo que tenía en la mente Sánchez cuando llegó al poder, pero lo que sí sé es en lo que se ha convertido, en un dictador miserable, que dice que ayuda a las clases bajas, a las medias y a los pensionistas, con subidas del Salario Mínimo Interprofesional y de las pensiones, el primero no pagando ni un euro él y en el tercero de los casos, incrementado la recaudación con los pensionistas más del doble de lo que supone la subida.