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España está en peligro de muerte y necesita un Cincinato, un «cirujano de hierro»…

La vileza que impone el socialismo de Sánchez a España avanza al entregar a BILDU el diseño de la seguridad. Herederos de terroristas y con un pasado deleznable lleno de sangre están diseñando la seguridad en España, una locura miserable y sin perdón. Cada día un paso más hacia el abismo, de la mano del sanchismo, que es el socialismo más corrupto de Europa.

La causa de toda esta humillación e indecencia es que un tirano ambicioso y despiadado llamado Pedro Sánchez quiere permanecer en el poder.

Si el rey Felipe hubiera sido todo lo valiente y patriota que su rango exige, en lugar de haber encargado formar gobierno a un político inmoral y sin escrúpulos como Pedro Sánchez, del que sabíamos que gobernaría de manera corrupta, que conduciría a la destrucción como nación y que pactaría con golpistas y con gente llena de odio a España, habría designado a un ciudadano honrado y decente, a un Cincinato español, que es lo que España necesitaba para que iniciara la regeneración de este país, que es uno de los más corruptos y políticamente degradados del mundo.

No es cierto, como dicen los sanchistas, que el rey esté obligado a designar para que forme gobierno al político vencedor de las elecciones o al que sea capaz de formar una mayoría que gobierne. LA CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1978 OTORGA AL REY LA CAPACIDAD -EXCLUSIVA- DE PROPONER AL CONGRESO DE LOS DIPUTADOS QUE LE CONCEDA SU CONFIANZA A UNA PERSONA DECENTE, SABIA, PARA QUE PRESIDA EL GOBIERNO DE ESPAÑA DURANTE LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS.

La elección de un español decente y capaz para que gobernara España es privilegio exclusivo del Monarca, el cual, al haber designado a un mentiroso y corrupto se ha hecho cómplice de sus destrozos a la patria,…

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Cincinato es llamado por los romanos para salvar la patria en peligro

La historia del patricio romano Cincinato, Lucio Quincio Cincinato, es la que le conviene aprender al monarca y a millones de españoles ante la terrible situación que nos ha creado el gobierno sanchista, sin ética ni verdad, ni valores, ni decencia.

Sólo de pensar que a Pedro Sánchez le quedan años de gobierno, antes de que se agote la legislatura, da escalofríos y es dudoso que España resista tanta ignominia y podredumbre concentrada.

El rey nos hizo perder una ocasión valiosa al designar a Sánchez para que gobernara nuestra patria, pero quizás todavía estemos a tiempo de conseguir que un personaje decente y limpio, sabio y que ame a España, sustituya al mequetrefe depredador que ocupa la Moncloa.

Cuando la República de Roma estaba en peligro, el Senado buscaba a Cincinato y le entregaba todos los poderes para que arreglara el problema. Cincinato, una vez solucionado el drama, devolvía su poder absoluto a la República y regresaba a la agricultura, que era su profesión.

La admiración por el patricio Cincinato (519-439 a.C.) viene de muy lejos en la historia de Occidente y llega hasta nuestros días. Lucius Quincius Cincinnatus, al que conocemos como Cincinato (nacido con el pelo rizado), vivió en un momento en que la segunda Roma, la que abominó de sus reyes, instituyó un Senado poderoso que previno la existencia de circunstancias que podrían aconsejar la dictadura temporal para la salvación de la República. De hecho, Cincinato inspiró el lema «Omnia reliquit servare republicam»: «Dejó todo para salvar la república».

Poseía como hacienda cuanto podían arar en un día cuatro yugadas de bueyes tras haberse empobrecido (tenía siete) a causa de la defensa judicial de un hijo. Con sus propias manos labraba su tierra y la cultivaba. Ante enemigos que exigían un poder especial y total, la originaria Roma republicana le apartó del arado para nombrarle dictador, una dignidad temporal más honrada y apreciada que la de cónsul.

Cincinato, de familia patricia bien antigua y engarzada en los orígenes de la ciudad, fue designado dictador dos veces, 458 y 439 a.C., y en la primera de ellas apenas estuvo 16 días en el cargo, regresando a sus tareas agrícolas rechazando poder, honores y riquezas tras afrontar los peligros externos de la recién inventada República. En aquella ocasión, tras derrotar a los enemigos de Roma, castigó a un cónsul incapaz de desempeñar su cargo con dignidad y eficacia. La dictadura era vista, por tanto, no como un símbolo de tiranía, sino como una herramienta esencial para la gestión de crisis en la estructura política y social de la República. La historia de Cincinato ha perdurado a través de los siglos como un modelo educativo y moral, usado por los romanos para enseñar y recordar a las futuras generaciones el valor de la virtud cívica y el sacrificio. Su vida se convirtió en un arquetipo del liderazgo ideal en tiempos de crisis, influyendo en la política y la cultura mucho más allá de la antigua Roma.

Desde entonces, Cincinato es el mayor símbolo y modelo que existe en nuestro mundo de buen político y de persona generosa que sabe anteponer el interés general al propio, justo lo contrario de lo que ocurre con la mayoría de los políticos actuales y con el predador Pedro Sánchez.

España, como la Roma de entonces, está ahora en peligro, dividida, llena de corrupción y odio y amenazada por un político desalmado que gobierna en alianza con lo peor de la nación, con partidos que confiesan luchar por la destrucción de España.

La Constitución nunca obligó al rey a designar a Sánchez. El monarca, si cree que los políticos que han sido votados no dan la talla, puede y debe designar a un Cincinato, alguien capaz de salvar la patria y regenerar la podredumbre y el vicio.

Está comprobado que Sánchez antepone sus intereses a la nación española y a sus instituciones, que indulta a delincuentes, que expande la corrupción, que nos endeuda, que llena nuestras calles de delincuentes, que protege a los invasores que llegan sin intención de integrarse, que apoya a los ladrones de viviendas, que asalta la Justicia, que coloniza las instituciones y que embiste a las libertades, a los derechos ciudadanos y a la esencia de la democracia.

Si muchos en su propio partido lo querían apartar del poder, con más razón debió hacerlo el rey, obligado por la Constitución a defender España.

Francisco Rubiales Moreno

1948, Villamartín (Cádiz). Doctor en Periodismo, ha sido corresponsal de guerra (Ramadam 1973, Nicaragua 1979 y El Salvador 1980), director de las delegaciones de la Agencia EFE en Cuba, Centroamérica e Italia, así como director de Comunicación de Expo’92. Autor de los libros ‘China, nueva cultura’, ‘El debate andaluz’, ‘Democracia secuestrada’, ‘Políticos, los nuevos amos’, ‘Periodistas sometidos’, ‘Las revelaciones de Onakra, el escriba de Dios’ y ‘Hienas y buitres, periodismo y relaciones…

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