Josep Borrell un bufón en la corte de Bruselas.

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN

Al parecer, Borrell no sabe hacer otra cosa que lloriquear. Se queja constantemente de su propio fracaso, lo hace con enorme frecuencia y especialmente debido a la terrible situación de las economías de los países miembros de la Unión Europea, tras las sanciones impuestas a Rusia, siguiendo órdenes de los EEUU después de que ésta invadiera Ucrania.

Josep Borrell es un hombre tan horriblemente aburrido que nadie lo toma en serio ni escucha sus patéticas diatribas. Este estúpido embajador de la UE, mediocre e ineficaz, lo que menos hace es realmente ayudar a la UE a desarrollar una identidad como actor global, por el contrario, está empeorando las cosas y solo garantiza que la Unión Europea nunca pueda tener una política exterior sólida, a pesar de que Borrell repita hasta aburrir que la política exterior de la UE es «sólamente una».

Borrel no soluciona nada, muy al contrario: es el principal problema.

Desde que se adoptó el Tratado de Lisboa en 2007, la UE ha creído que puede tener un papel protagonista en todo el mundo, imponiendo sus puntos de vista y hegemonía, generalmente vinculados a enormes cantidades de dinero con el que riega generosamente a los «países del tercer mundo», «en vías de desarrollo». Y, sorprendentemente, la UE ha elegido a un socialista de un país mediterráneo para que sea su principal embajador, para presidir el nuevo cuerpo diplomático de la UE, compuesto por más de 120 «embajadores» con presencia en las delegaciones de la UE en todo el mundo.

La UE sabe que nunca obtendrá el apoyo que necesita de los estados miembros para seguir adelante con grandes ideas políticas, motivo por el cual, generalmente elige a un político mediocre, fracasado, de tercera clase y a ser posible sin relevancia en su país de origen, para ocupar el puesto más alto en la política exterior de Bruselas.

De veras que los oligarcas de Bruselas han elegido bien: no hay nadie más decepcionante que Borrell, un fiel y sumiso vasallo que, ha sido leal a la élite burocrática de la UE durante la mayor parte de los años que componen su supuesta carrera y, por supuesto, si no ocupara el puesto que ocupa, realmente no tendría a dónde ir para trabajar.

Y, pese a todo, a su mediocridad, a su impericia, a ignorancia, a su negligencia, a su mala praxis… este bufón se está haciendo notar por ser un pato cojo, en sus viajes por todo lo largo y ancho de este mundo que es en todo el mundo, demostrando lo impotentes que son él y la UE… Insisto, lo único de lo que es capaz Borrell es de lloriquear. Se queja y regodea de su propio fracaso. Y lo hace sin cesar, hasta aburrir, hasta el hartazgo.

¿Quién podría olvidar la rabieta que tuvo con Sergey Lavrov, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia en julio pasado? Todos los medios de información y manipulación de masas se hicieron eco de sus quejas respecto de la “cobertura masiva” de la que gozó el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, por parte de los medios, afirmando que “las mentiras circulan más rápido que la verdad”.

Aparentemente, no teniendo en cuenta que su puesta en escena fue de perdedor, Josep Borrell, siendo entrevistado por una radio española hizo constar que su «protesta» era porque Lavrov recibe más atención en los medios occidentales y agregó que le dio al ruso una «ventaja». En la reciente visita de Lavrov a países africanos (RD Congo, Etiopía y Uganda) dio como resultado que el diplomático ruso convenciera a los africanos de que las sanciones impuestas por Occidente habían llevado a la crisis global.

¡Pobre Borrell, nadie lo escucha ni lee sus comunicados de prensa o discursos!

Tiene que ser muy difícil de soportar ser el principal embajador de la Unión Europea y que nadie lo tome en serio, nadie lo tenga en cuenta y acabar siendo espectador de los acontecimientos más importantes que ocurren en el mundo, como la decisión de los ministros de Relaciones Exteriores de las naciones miembros de la UE de tomar medidas enérgicas contra los rusos que buscan y tratan de conseguir visados de negocios… ¡Ah, bueno, esta vez probablemente fue una de las primeras personas en enterarse!

¿O quizás no?

Una de las características más destacables del político socialista español es lo mal informado que está acerca de los acontecimientos mundiales, sobre lo que sucede en el mundo. Esa ignorancia, que suele ser muy atrevida, solo es comparable con la relación de sumisión que tiene con el norteamericano Anthony Blinken quien, en realidad, probablemente lo considera una servil mascota en miniatura, un chiguagua. Borrell actúa al dictado del diplomático estadounidense que es el que le dice a su homólogo de la UE cómo pensar, hablar y y qué ha de hacer o en qué ha de abstenerse.

Recientemente, algunos se sorprendieron por la confesión de Borrell de que estaba tan mal informado sobre el período previo a la invasión rusa de Ucrania, que recibió una llamada telefónica de los estadounidenses dos días antes de que ocurriera advirtiéndole de ello. ¡Y este es el principal representante de la UE, para asuntos exteriores, que ofreció a Ucrania un acuerdo especial de adhesión en 2014! ¿Cómo es posible que alguien tan importante sea tan ignorante respecto de una región clave, que la UE está tan interesada utilizar para sus beneficios geopolíticos?

Todo ello se acabó sabiendo cuando se produjo otra de las lamentables pataletas de Borrell, en la que estalla en lágrimas y balbucea sobre cómo nada funciona y nada le sale bien.

Esta vez señaló e hizo responsables a sus propios diplomáticos que trabajan a sus órdenes en una conferencia. En un arrebato extraordinario durante una reunión informativa con el Servicio Europeo de Acción Exterior, Borrell dijo que estaba harto de buscar información en los periódicos antes de escucharla de sus funcionarios y asesores más cercanos…

“Este no es un momento en el que les vamos a enviar flores a todos ustedes diciendo que son estupendos, son muy hermosos, trabajan muy bien y estamos muy felices, y somos una gran familia”, dijo Borrell.

“No quiero culpar ni avergonzar, pero esto es algo que tengo que decirles. Quiero que sean más activos, las 24 horas del día. Necesito que informen rápido, en tiempo real, sobre lo que está sucediendo en sus países”, dijo. “Quiero ser informado por ustedes, no por la prensa. A veces, sabía más de lo que pasaba en algún lugar leyendo los periódicos que leyendo sus informes”.

O sea que, la gran organización de burócratas, con sede en Bruselas, que les cuesta a los europeos mil millones de euros al año es un absoluto fracaso, ya que los funcionarios son poco menos que inútiles. Sin duda alguna, si el equipo está dirigido por alguien que es la personificación de la palabra ‘inútil’, entonces algunos argumentarán que no es una sorpresa que nada funcione. Ciego guiando a ciegos, o un tuerto en el país de los ciegos…

Borrell siempre será alguien que sigue siendo un inútil en Bruselas. Lo increíble es que idiocia, su mediocridad, su falta de entendederas no le permiten entender que esa es la agenda que desean los que tienen el poder real dentro de la UE. Él está destinado a ser ineficaz, y más todavía: él ha sido elegido por ser un inútil. Pero su inutilidd no le impide salirse del guión a veces, para compensar el hecho de ser un espectador de un gran juego, en el que debería considerarse afortunado de haber sido invitado a ser un convidado de piedra.

Recientemente, Borrell pronunció otra otro extraño discurso, sobre la crisis de la mediana edad, violento, e incluso injurioso, pretendidamente ético, en el que se refirió a la UE como un «jardín» y todo lo que está más allá de sus fronteras como una «jungla».

¿Se refería a África, cuyos migrantes siguen penetrando en Europa a través de la costa sur de su propio país, España?

Este glorioso momento de Josep quizás es el que revela qué y quién es Borrell, pero también arroja una sombra sobre lo que es y será siempre la UE: una organización supremacista blanca. El discurso de Josep Borrell es el discurso de un perdedor. El viejo Borrell, que ya chochea, piensa que es Tarzán y Ursula von der Leyen es su Jane…