Por David de Caixal : Historiador Militar. Director del Área de Seguridad y Defensa de INISEG. Director del Máster de Historia Militar de INISEG / Universidad Pegaso. Director del Grupo de Investigación del CIIA (Centro Internacional de Investigación Avanzada en Seguridad y Defensa de INISEG-Universidad Pegaso. Membership in support of the AUSA (Association of the United States Army) Miembro asesor de la Sección de Derecho Militar y Seguridad del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid). Miembro del Grupo de Investigación de INISEG y “The University and Agency Partnership Program » (UAPP) proyecto universitario para la difusión de la Cultura de la Defensa de Estados Unidos.
LA CRISIS DE SUEZ / LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS
La guerra del Sinaí, llamada también crisis de Suez, o bien guerra de Suez, fue una contienda militar librada sobre territorio egipcio en 1956, que implicó a la alianza militar formada por el Reino Unido, Francia e Israel; en contra de Egipto, el cual contó con el apoyo en mayor o menor medida de los países que actualmente conforman la Liga Árabe.
El conflicto que opone a Egipto a una alianza formada por Gran Bretaña, Francia e Israel se produce a consecuencia de la nacionalización del Canal de Suez por el dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser. Esta alianza entre dos estados europeos e Israel respondió a intereses comunes: económicos, comerciales y políticos. Durante el curso del mes que siguió a la nacionalización del Canal, un acuerdo secreto fue firmado en Sèvres, en las afueras de Paris, en el cual se selló la cooperación militar de Gran Bretaña, Francia e Israel contra Egipto. Fuente: https://guerrafria5389.wordpress.com/37-2/
Fue una victoria militar para los tres aliados; pero también una derrota política, ya que la gran presión diplomática por parte de los Estados Unidos y de la Unión Soviética forzó a Francia, Inglaterra e Israel a retirar sus ejércitos. A cambio de retirar sus ejércitos del Sinaí, Israel obtuvo indirectamente de Egipto el compromiso de detener sus envíos de armamento a las guerrillas que luchaban contra Israel. Como resultado, las relaciones entre Egipto e Israel se tranquilizaron (en la medida en que esto era posible) por un tiempo. Además, un cuerpo especial de la ONU, conocido como UNEF por sus siglas en inglés, fue desplegado en la península del Sinaí, para interponerse entre israelíes y egipcios. Las tensiones continuarían en la zona y acabarían desembocando en la guerra de los Seis Días de 1967. Al signar en 1928 el Pacto Kellogg[1] de renuncia a la guerra como instrumento de política nacional el Gobierno de Londres reservó expresamente su actitud con respecto a «ciertas regiones del mundo cuya integridad presentaba un gran interés para la paz y la seguridad de la Gran Bretaña«, refiriéndose así fundamentalmente al Canal de Suez, arteria aorta económica del Imperio británico. Desde hace treinta años, aunque muchas cosas han cambiado e incluso los lazos que unían al Imperio británico se han relajado de tal forma que ya ni la Commonwealth puede calificarse de británica, sino de mera asociación de naciones libres e iguales, sin embargo, no ha dejado de constituir la Zona del Canal de Suez, el muelle real de todo el sistema económico, inglés. Cuando el 13 de junio de 1956 el último destacamento de fuerzas británicas salió de Port Said abandonando la guarda del Canal de Suez, cinco días antes de lo dispuesto en el Acuerdo anglo-egipcio de 19 de octubre de 1954, sólo se preveía un eventual retorno, de las fuerzas armadas británicas a la zona del Canal en caso de un ataque armado por una tercera Potencia contra cualquiera de las Partes del Tratado de Defensa colectiva de la Liga de Estados Árabes o Turquía, debiendo en tal caso dar Egipto las facilidades que fueren necesarias para el uso de las bases del Canal, para hacer la guerra. Pero esta disposición del artículo 4 del acuerdo firmado por Nasser[2] y Nutting no podía, naturalmente, encarar que dos meses después de la retirada del último soldado británico de la zona del Canal de Suez, se habría de producir una situación que llevara al Gobierno de Londres a considerar la vuelta de sus tropas como ejército de ocupación del Canal de Suez y que, en las semanas siguientes, de los puertos británicos zarparan buques de guerra conduciendo fuerzas de desembarco para una eventual ocupación de dicha zona en operación conjunta con fuerzas francesas. ¿Qué había sucedido en el mes de julio que tan fundamentalmente cambió las relaciones anglo-egipcias?
Meteor F.4 de la RAF en julio de 1955. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Gloster_Meteor
Porque, hasta entonces, no sólo habían sido normales sino incluso amistosas y así, la Gran Bretaña suministraba armas a Egipto, especialmente los «caza Gloster-Meteor[3]«, si bien desde comienzos del verano de 1956, la actitud egipcia frente al Pacto de Bagdad se endureció lo bastante como para que Nasser pudiera declarar que los «enemigos tradicionales» de Egipto eran Inglaterra y Francia, y no la Unión Soviética. La respuesta al interrogante lleva el nombre de un gran proyecto: la construcción de la presa nueva de Assuan. Desde 1954 venía acariciando el Gobierno cairota la realización de un gran plan de regularización de las aguas del Nilo para aumentar considerablemente la superficie cultivable y la producción de energía. Pero las obras se calculó costarían sobre los quinientos millones de dólares en su primera fase, y el Gobierno egipcio no podía por sí solo financiar tan grandioso proyecto. El Banco Internacional para la Reconstrucción y Fomento[4], se mostró dispuesto a ayudar, pero en condiciones inaceptables para el Gobierno cairota, en cuanto que venía a significar un control financiero del país. La Unión Soviética propuso (aunque sin comprometerse firmemente) a Egipto, un préstamo de doscientos millones de dólares a bajo interés y reembolsable en gran parte en algodón. Entonces, los Estados Unidos ofrecieron un crédito de cincuenta y seis millones de dólares (prácticamente como donación), que la Gran Bretaña completaría con catorce millones más. Incluso el Director del Banco mundial firmó en febrero de 1956 un acuerdo de principio con el Gobierno egipcio, para concederle un crédito de doscientos millones de dólares. Pero Nasser extremó su postura neutralista, anunciando su reunión con Tito y Nehru en Briomi, y especulando con la sedicente oferta soviética para tratar de obtener mayores cantidades, y en mejores condiciones, de los anglosajones. Ante este juego, los Estados Unidos reaccionaron. La Comisión financiera del Senado recomendó la inclusión de una enmienda al proyecto de Ley de ayuda al exterior, prohibiendo el empleo de estos fondos para ayudar a Egipto a construir la presa de Assuan, sin autorización especial de la Comisión, mientras que el 17 de julio de 1956 se hacía público en Washington que el Secretario de Estado consideraba improbable que los fondos norteamericanos pudieran ser utilizados próximamente para la construcción de la presa egipcia. Al propio tiempo, los más entusiastas partidarios norteamericanos de Nasser, el Subsecretario de Estado adjunto para el próximo Oriente, George Alien y el Embajador en El Cairo, Byroade, eran trasladados de puesto, uno a Atenas y otro a Pretoria. El Presidente egipcio comprendió que debía detener su peligroso juego o dicho de otra manera, aceptar la ayuda anglosajona para construir la presa de Assuan, sabiendo que no podía contar con una efectiva ayuda soviética. Pero ya era tarde. Cuando el 19 de julio el Embajador egipcio en Washington acudió al Departamento de Estado para anunciar a Foster Dulles[5] que Egipto aceptaba el crédito norteamericano, el Secretario de Estado ya había decidido correr un «riesgo calculado» (hoy, tal vez pueda decirse «mal calculado«), y justo a la media hora de terminar la entrevista Hussein-Dulles, funcionarios del Departamento hacían pública una declaración oficial (naturalmente redactada antes de dicha entrevista), en la cual el Gobierno norteamericano anunciaba que le era imposible participar en la construcción de la presa de Assuan. Al día siguiente, el Foreing Office anunciaba una decisión análoga. La reacción egipcia fue fulminante, una semana después: el 26 de julio de 1956, el Presidente Nasser, al mismo tiempo que anunciaba la nacionalización de la denominada Compañía Universal del Canal Marítimo de Suez, llevaba a cabo la ocupación de sus bienes e instalaciones. Comenzó así la crisis del Canal de Suez. Pero bien entendido que en esta cuestión se hacía preciso separar cosas que no deben confundirse por mucha que sea su interpenetración: el problema de la Compañía y el del Canal, así como los aspectos jurídicos y políticos de una situación, que trasciende políticamente más allá de los sucesos concretos. La crisis del Canal de Suez que protagonizaron los ejércitos de Egipto, Israel, Francia y Gran Bretaña se puede reducir a la descripción y análisis de las acciones bélicas que comenzaron con la invasión, por parte de tropas israelíes, de la Península del Sinaí y de la Franja de Gaza en los últimos días del mes de octubre de 1956. En los breves días de beligerancia y sus consecuentes acciones políticas y diplomáticas podemos encontrar todos los elementos para poder afirmar que el año 1956 significó para todo el Medio Oriente (y no solamente para los países involucrados en los combates) un cambio, que denominamos “histórico”. Hay quienes afirman que este cambio, como en todos los procesos históricos, no comenzó en el día y la hora en que el primer soldado israelí cruzo la línea del cese de fuego que separa a Israel de Egipto, en ese vasto desierto, que de un lado se denomina Neguev y del otro: Sinaí. Este proceso se inició, al decir de estos historiadores, el 26 de julio de 1956, cuando en la ciudad de Alejandría, el líder egipcio, el coronel Gamal Adbel Nasser proclama la nacionalización del Canal de Suez. El historiador y economista libanés Georges Corm[6] incluso afirma que para los árabes, el siglo XX no comenzó con el derrumbe del Imperio Otomano en los años 1918-1919, ni siquiera con los procesos de descolonización a partir del fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945, y que hasta la creación de la Liga Árabe es hecho histórico de menor importancia. “El siglo XX árabe comienza ese 26 de julio de 1956, en Alejandría, una ciudad de extrema importancia en la historia mediterránea, cuando Nasser anuncia a los egipcios que el Canal de Suez ha sido nacionalizado y que los técnicos egipcios, que reemplazan a los extranjeros, aseguran con éxito el paso de los navíos… La nacionalización del Canal de Suez es un hecho histórico incomparable y es como un manantial de la cual surgieron muchos acontecimientos cuya influencia persiste hasta hoy día”, escribió Corm. Por lo tanto la crisis del Medio Oriente en el año 1956 tiene como epicentro la nacionalización del Canal Suez. Pero fue esta fue la culminación de una etapa histórica que tiene su comienzo… en 1916. En mayo de 1916, Sir Mark Sykes[7], diputado británico y representante oficial de su país, concluyó con el diplomático francés CharlesGeorges Picot[8], un acuerdo para repartirse los territorios árabes del ya moribundo Imperio Otomano. Este pacto, de carácter secreto y que contó con el apoyo de la Rusia zarista, se publicó luego de la Revolución de Octubre por la nueva República Soviética, para la gran sorpresa de la opinión pública de la época y especialmente para los actores políticos mesorientales.
EGYPT: SUEZ CRISIS, 1956. An Indian contingent of the United Nations Emergency Force (UNEF) photographed at El Cap, Egypt, following the ceasefire at the time of the Suez Crisis, mid-to-late November 1956. Fuente: https://www.history.com/topics/cold-war/heres-why-the-suez-crisis-almost-led-to-nuclear-war-video
Las causas de la intervención franco-británica en Suez
El canal de Suez, financiado por Francia y Egipto, comenzó a operar en 1869, y rápidamente se convirtió en un enlace vital entre el Reino Unido y su colonia más importante, la India Británica. Dada esta relevancia, el Reino Unido compró su participación al Gobierno egipcio. El canal conservó su importancia incluso tras la independencia de la India, puesto que se transformó en la principal ruta para transportar petróleo desde el golfo Pérsico a Europa, por lo que resultaba vital para todas las economías de Europa Occidental. El militar egipcio Gamal Abdel Nasser encabezó en 1952 un golpe de Estado contra el gobierno del rey Faruq I, tras el cual proclamó la república y reemplazó las políticas prooccidentales de la monarquía por una nueva política panarabista cercana al socialismo. En junio de 1956, Nasser fue elegido presidente y, como parte de su nueva política, implantó en el país lo que denominó el nacionalismo socialista árabe. Posteriormente, el gobierno de Nasser compró tanques a Checoslovaquia y reconoció diplomáticamente a la República Popular China. Con Nasser a la cabeza de Egipto, desató una campaña antiimperialista, por lo que buscó nacionalizar el Canal de Suez (hasta ese momento en posesión anglo-francesa), cosa que afectaba a los intereses económicos británicos y franceses en la zona, y firmó a su vez acuerdos de ayuda mutua con Siria y Jordania. La influencia del presidente Nasser en el mundo árabe le granjeó las antipatías del Reino Unido y de Francia. En consecuencia, británicos y estadounidenses se negaron a financiar la construcción de la Presa de Asuán, como se habían comprometido con anterioridad. En respuesta a aquello, el presidente Nasser nacionalizó el Canal el 26 de julio de 1956 con el objetivo de financiar tal construcción, lo que irritó considerablemente a franceses y británicos, principales accionistas del Canal de Suez y máximos beneficiarios del petróleo que por él circulaba.
El Acuero Sykes-Picot[9], firmado hace noventa años, significa el comienzo de la hegemonía colonial de Gran Bretaña y Francia por espacio de más de treinta años y la repartición del Medio Oriente árabe en dos zonas de influencia. Es de señalar que el secreto Acuerdo Sykes-Picot fue firmado casi dos años antes de que finalizara la Primera Guerra Mundial y que desapareciera el vencido Imperio Otomano. De acuerdo con este pacto, a Francia le correspondía la costa siria (Líbano y gran parte de Siria de hoy día incluyendo una parte del territorio turco), Gran Bretaña se adjudicaba la mayor parte de Irak y Palestina seria dirigida por un condominio de los dos potencias. La Rusia zarista debía también recibir su tajada: Armenia, parte del Kurdistán y una salida al Mediterráneo vía el Mar Negro. Italia, la última que se enroló en la Gran Guerra en “el bando correcto”, recibía, de acuerdo a lo firmado, varias islas frente a Turquía y una parte de Anatolia, también en territorio turco. Cuando los británicos emergieron como los grandes vencedores de la guerra, especialmente en el frente mesoriental, se modificaron los términos del reparto. La Revolución de Octubre tuvo como efecto de sacar a Rusia del pacto. Gran Bretaña se adjudicó la mayor parte de Palestina y la región iraquí de Mosul, donde el petróleo era la causa de los crecientes apetitos coloniales ingleses. La Conferencia de San Remo que se realizó seis años después de firmado el acuerdo Sykes-Picot rediseñó finalmente, y con la ayuda del tiralíneas colonial, el mapa del Medio Oriente. La región fue divida en cinco mandatos bajo la égida de la Liga de la Naciones (la malograda antecesora de las Naciones Unidas): a Gran Bretaña se le adjudicó Palestina, Transjordania (el Reino de Jordania de hoy día) y las provincias otomanas de Mosul, Bagdad y Basora (Irak). A Francia le correspondió Líbano y Siria. Egipto se convirtió en un estado independiente (aunque en los hechos Gran Bretaña continuó dirigiendo sus asuntos). El estratégico Canal de Suez continuaría bajo control inglés. Este es el orden geopolítico que se mantuvo hasta después de la Segunda Guerra Mundial, hasta fines de la década del cuarenta del siglo pasado. La guerra que se desató, después de nacionalizado el Canal de Suez en 1956, significó su punto final.
Mapa del Acuerdo de Sykes-Picot Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Acuerdo_Sykes-Picot
En julio de 1952, un golpe de estado en El Cairo, promovido por el Movimiento de Oficiales Libres, liderado entre otros por el coronel Gamal Abdel Nasser, derrocaba al corrupto gobierno del rey Farouk, estableciendo en Egipto una república que pronto sería presidida por el propio Nasser con un amplio respaldo popular. En ese panorama, los Estados Unidos intentaron, con muy escasa fortuna, aglutinar a árabes e israelíes para formar una alianza regional que supusiese un freno a la expansión del comunismo. Aunque el golpe de estado egipcio fue en principio bien visto en Washington, y soterradamente apoyado por la CIA, los intentos de la inteligencia estadounidense por atraer a Nasser hacia su sistema de alianzas fracasaron totalmente porque el rais egipcio buscaba alternativamente el apoyo de soviéticos y estadounidenses. Obra emblemática del gobierno de Nasser era la presa de Asuán, con la que pretendía generar energía para todo el país y, sobre todo, regular el Nilo, con la creación de nuevas áreas de cultivo.
Los artífices del acuerdo, el británico Mark Sykes y el francés François Georges-Picot (LVD) Fuente: https://www.lavanguardia.com/internacional/20160513/401777953934/cien-anos-acuerdo-sykes-picot.html
Pero, en julio de 1956, el gobierno de Eisenhower se retira del proyecto quedando en entredicho la financiación de la presa. La respuesta de Nasser sería la nacionalización del Canal de Suez para conseguir los fondos necesarios para seguir con las obras. La nacionalización provoca las airadas protestas de Francia y Gran Bretaña, con intereses económicos y estratégicos en esa vital vía de navegación. Israel, por su parte, ve en la crisis desatada en torno al Canal una oportunidad para solventar sus propios problemas: acabar con la amenaza del rearme egipcio, asegurar sus fronteras de las continuas incursiones de los fedayines palestinos y conseguir la reapertura de los Estrechos de Tirán (única salida israelí al Mar Rojo), cerrados por el gobierno egipcio. La Conferencia de Londres de agosto de 1956[10], promovida por EEUU para dar una salida diplomática a la situación, resulta un fracaso y, ante ello, Francia, Reino Unido e Israel deciden, tras un acuerdo secreto firmado en Sèvres, resolver por vía militar el contencioso. El ejército israelí debía atacar y ocupar el Sinaí, avanzando hasta 15 km del Canal, que, junto con Port Said, debería ser ocupado por británicos y franceses, mediante un asalto aerotransportado y anfibio. Este problema de la garantía internacional de la navegación por el Canal de Suez fue tal vez, el fundamental que se trató en la Primera Conferencia de Londres, celebrada del 16 al 23 de agosto de 1956, expresándose los siguientes planes principalmente a este respecto:
A) El primitivo de la Declaración anglo-franco-norteamericana del 3 de agosto, que afirmando que la nacionalización de la Compañía era «un embargo arbitrario y unilateral por un Estado de una institución internacional encargada de mantener el Canal de Suez y asegurar su funcionamiento de tal manera que todos los signatarios y beneficiarios del Tratado de 1888 pudieran efectivamente, aprovecharse de la utilización de una vía de agua internacional, de la cual dependen la vida económica, el comercio y la seguridad de una gran parte del mundo«, proponía que se tomaran medidas «para establecer, bajo un régimen internacional, un modo de gestión destinado a asegurar de manera permanente el funcionamiento del Canal tal como lo garantiza la Convención del 29 de octubre de 1888, teniendo en cuenta los intereses legítimos de Egipto».
B) La propuesta Pineau del 17 de agosto, de crear una autoridad internacional a la que, por Tratado, Egipto confíe la gestión del Canal, con poderes para la fijación de tarifas, funcionamiento del Canal, determinación de las inversiones necesarias, indemnización de la Compañía Universal y rentas a pagar a Egipto, y que estaría compuesta por los principales países interesados y usuarios del Canal, comprendido Egipto, pudiendo existir una asociación de esta autoridad internacional con las Naciones Unidas.
C) El Plan Dulles[11], del 20 de agosto, proponiendo la creación de un Consejo del Canal de Suez, integrado por Egipto y otros Estados elegidos de acuerdo con los Estados Partes en el Tratado, teniendo en cuenta el uso del Canal, comercio y situación geográfica, de modo que su composición garantizase el cumplimiento de sus funciones de gestión para mantener y asegurar el Canal, armonizando y garantizando los intereses de todos mediante este sistema institucional, debiendo tal Consejo enviar un informe periódico a las Naciones Unidas, y creándose una Comisión arbitral para arreglar las diferencias que surgieran en la gestión del Canal.
D) La posición soviética expresada por Chepilov el 17 de agosto, contraria a la creación de cualquier organismo internacional para la administración del Canal de Suez, aunque en una nueva Conferencia general podía tratarse con el Gobierno de Egipto sobre «el establecimiento de una cooperación internacional en el dominio de la aplicación del Convenio sobre la libertad de navegación«.
E) El Plan Menon de 21 de agesto, a base de una Corporation egipcia, única habilitada para llevar la gestión del Canal, si bien con la obligación de enviar un informe anual a las Naciones Unidas, y con la asistencia de un organismo integrado por técnicos de los Estados usuarios con funciones asesoras, consultivas y de enlace, asociando así los intereses de los usuarios internacionales de la vía marítima con la nueva Compañía nacionalizada, sin perjuicio de la propiedad y conservación del Canal por parte de Egipto, y debiéndose convocar una Conferencia para la revisión del Tratado de Constantinopla.
F) El plan español de 17 de agosto, configurando una nueva modalidad de colaboración internacional en la administración del Canal de Suez, y para la salvaguardia del derecho de todos los países a la libre y segura navegación por el Canal, mediante la representación de las naciones usuarias del Canal en el Consejo -de Administración del organismo egipcio que suceda a la Compañía Universal y en la jefatura de sus servicios técnicos, con las facultades precisas para velar por la libre y segura navegación del Canal y su igual disfrute mediante el pago de una retribución equitativa, pudiendo funcionar una Comisión de representantes de los países usuarios como órgano de control para entender en las reclamaciones que puedan presentarse por la inobservancia de las reglas que garantizan el libre paso del Canal y el aprovechamiento de sus servicios, debiendo entender, en última instancia, las Naciones Unidas.
Las causas de la intervención israelí en el Conflicto de Suez
En 1947 se aprobó el Plan de la ONU para la partición de Palestina, resolución que contemplaba la formación de dos Estados sobre el mandato británico. Los estados árabes circundantes, así como la dirigencia árabe-palestina, rechazaron este acuerdo y le declararon la guerra al Estado judío al momento de declarar su independencia, lo que provocó la guerra árabe-israelí de 1948, en la que participó, entre otros, el entonces Reino de Egipto. Esta guerra acabó con la victoria de Israel, que no sólo obtuvo su independencia, sino que vio su territorio ampliado con respecto al trazado del plan original de la ONU. La victoria israelí causó que la opinión pública de los países árabes demandara una nueva guerra para acabar con Israel. Nasser, como político nacionalista, no podía permanecer insensible a estas demandas, por lo que convirtió a su país en uno de los principales instigadores de la guerra de guerrillas contra los israelíes, de manera que guerrilleros fedayin operaban desde la franja de Gaza sobre territorio israelí desencadenando acciones violentas, que se intensificaron de manera importante en el año 1956. Al nacionalizar el canal el 26 de julio de 1956, Nasser ordenó el bloqueo de los estrechos de Tirán, vía de acceso a Eilat, principal puerto mercantil israelí en el golfo de Aqaba, y que le permitía comunicarse con los mercados del Sudeste Asiático a través del mar Rojo y el Índico. En octubre de 1956, Egipto, Siria y Jordania firmaron una alianza militar, e incrementaron aún más la presión sobre Israel.
Fuerzas francesas desembarcan cerca de Port Said en noviembre de 1956 Fuente: https://www.abc.es/cultura/20141129/abci-britanicos-franceses-serian-1956-201411271424.html
Los años de construcción del estado se vieron enturbiados por serios problemas de seguridad. Los acuerdos de armisticio de 1949 no solamente no abrieron el camino hacia una paz permanente, sino que fueron constantemente violados. En violación de la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU del 10 de septiembre de 1951, se impidió el paso por el Canal de Suez de barcos en camino a Israel o que habían zarpado de él; se intensificó el bloqueo del Estrecho de Tirán; se multiplicaron las incursiones de terroristas a Israel desde los países árabes vecinos para cometer asesinatos y sabotaje; y la península del Sinaí se convirtió gradualmente en una enorme base militar egipcia. Después de la firma de una alianza militar tripartita entre Egipto, Siria y Jordania (octubre de 1956), la inminente amenaza a la existencia de Israel se intensificó. En el curso de una campaña de ocho días las Fuerzas de Defensa de Israel tomaron la Franja de Gaza y toda la península del Sinaí, deteniéndose a 16 km. al este del Canal de Suez. La decisión de las Naciones Unidas de apostar una Fuerza de Emergencia de la ONU (FENU)[1] a lo largo de la frontera entre Israel y Egipto, y el compromiso egipcio de permitir la libre navegación en el Golfo de Eilat, llevaron a Israel a aceptar una retirada por etapas (noviembre de 1956 a marzo de 1957) de las áreas conquistadas algunas semanas antes. Se abrió así el paso por el Estrecho de Tirán, permitiendo a Israel desarrollar su comercio con los países de Asia y África Oriental, así como importar petróleo del Golfo Pérsico. Durante la segunda década de existencia del país (1958-68) las exportaciones se duplicaron y el PNB aumentó en un 10 por ciento anual. Algunos productos previamente importados, como papel, neumáticos, radios y refrigeradores ahora eran manufacturados en el país, pero el más
rápido crecimiento tuvo lugar en las recién creadas industrias de metales, maquinaria, químicos y electrónica. Dado que el mercado interno para los alimentos cultivados en el país estaba alcanzando rápidamente el punto de saturación, el sector agrícola empezó a plantar una variedad de cultivos para la industria procesadora de alimentos, así como para la exportación de productos frescos. Se construyó un segundo puerto de aguas profundas en Ashdod, en la costa Mediterránea, adicional al existente en Haifa, para ocuparse del gran volumen de comercio. En Jerusalén, se construyó la sede permanente de la Knéset y se edificaron las instalaciones del Centro Médico Hadassah y de la Universidad Hebrea en nuevos sitios, para reemplazar las sedes de ambas instituciones en el Monte Scopus[1], que debieron ser abandonadas durante la Guerra de la Independencia. También se creó el Museo de Israel con el objeto de reunir, conservar, estudiar y exhibir los tesoros artísticos y culturales del pueblo judío. Las relaciones exteriores se ampliaron constantemente, estrechándose los lazos con Estados Unidos, los países de la Comunidad Británica de Naciones, la mayoría de los estados de Europa Occidental, prácticamente todos los países de Latinoamérica y África y algunos de Asia. Se emprendieron amplios programas de cooperación, en los que cientos de médicos, maestros, ingenieros, agrónomos, expertos en regadío y organizadores juveniles israelíes compartieron sus conocimientos y experiencias con sus homólogos de otros países en desarrollo. En 1965, Israel intercambió embajadores con la República Federal de Alemania, un paso que había sido demorado debido a los amargos recuerdos del pueblo judío por los crímenes cometidos contra él durante el régimen nazi (1933-45). La normalización de las relaciones entre ambos países tropezó en Israel con una vehemente oposición y suscitó amplias controversias
The 3rd Battalion, The Parachute Regiment, and the Commandos at the Coast Guard barracks in Port Said. Major Scragg (pointing) is in conversation with one of the Commandos, whilst the Adjutant of 3 Para, Captain Mullins (hands on hips) looks on. The paratroops have with them a captured SU-100 tank, and the Commandos a Buffalo amphibious assault vehicle. Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_del_Sina%C3%AD#/media/Archivo:British_tanks_in_Port_Said.jpg
[1] Monte Scopus, es una montaña, situada en el nordeste de Jerusalén. A diferencia de Jerusalén Este, el Monte Scopus fue capturado por Israel durante la Guerra de Independencia de Israel de 1948, siendo un enclave israelí dentro del territorio jordano durante el período en que dicho Estado se anexionó Judea y Samaria, entre 1948 hasta 1967, cuando fue ocupada militarmente por Israel. Este país se anexionó administrativamente Jerusalén Este a un municipio, cambiando el perímetro por decisión israelí; mas esta decisión no fue aceptada internacionalmente. Por el contrario, la soberanía israelí sobre el Monte Scopus es internacionalmente reconocida.
[1] Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (FENU), en inglés, United Nations Emergency Forces (UNEF) fue un contingente creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1956 durante los enfrentamientos entre Israel y Egipto en medio de lo que se conoce como la Crisis del Canal de Suez o la Guerra del Sinaí.
[1] El pacto Kellogg-Briand, también conocido como pacto de París, es un tratado internacional que fue firmado el 27 de agosto de 1928 en París por iniciativa del ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Aristide Briand, y del Secretario de Estado de los Estados Unidos Frank B. Kellogg, mediante el cual los quince estados signatarios se comprometían a no usar la guerra como mecanismo para la solución de las controversias internacionales. Este pacto es considerado el precedente inmediato del artículo 2.4 de la Carta de las Naciones Unidas, en el que se consagra con carácter general la prohibición del uso de la fuerza.
[2] Gamal Abdel Nasser Hussein, fue un militar y estadista egipcio y el principal líder político árabe de su época, conocido impulsor del panarabismo y del socialismo árabe. Ocupó el cargo de presidente de Egipto desde 1954 hasta su muerte en 1970.
[3] El Gloster Meteor fue el primer caza de reacción británico y el primero en entrar en servicio con los Aliados de la Segunda Guerra Mundial. El desarrollo del Meteor dependía en gran medida de sus innovadores motores turborreactor, desarrollados por Sir Frank Whittle y su compañía, Power Jets Ltd. El desarrollo del avión comenzó en 1940, pero ya se había comenzado a trabajar en los motores en 1936. El Meteor realizó su primer vuelo en 1943 y comenzó a operar el 27 de julio de 1944 con el 616º Escuadrón de la Royal Air Force (RAF). Se desarrollaron diversas variantes del Meteor para incorporar avances tecnológicos durante los años 1940 y 1950. Se fabricaron miles de ejemplares para servir en la RAF y otras fuerzas aéreas, y el modelo permaneció en servicio durante varias décadas. En la Segunda Guerra Mundial el Meteor entró en acción de forma limitada, mientras que los Meteor de la Real Fuerza Aérea Australiana (RAAF) contribuyeron de forma importante en la Guerra de Corea y otros usuarios como Argentina, Egipto e Israel también usaron sus Meteor en conflictos regionales. En el año 2011 permanecían en servicio activo dos Meteor, matrículas WL419 y WA638, en la compañía Martin-Baker como bancos de pruebas para asientos eyectables.
[4] El Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) es una cooperativa internacional dedicada al desarrollo, propiedad de los 189 países que lo integran. Como el mayor banco de desarrollo del mundo, el BIRF apoya la misión del Grupo Banco Mundial, proporcionando préstamos, garantías, productos de gestión de riesgos, y servicios de asesoría a los países de ingreso mediano y a los países de ingreso bajo con capacidad crediticia, y coordinando, además, las respuestas ante los desafíos mundiales y regionales. Fue fundado en 1944 para ayudar a la reconstrucción de Europa después de la Segunda Guerra Mundial. El BIRF, junto con la Asociación Internacional de Fomento (AIF) —el fondo para los países más pobres—conforma el Banco Mundial. Ambos colaboran estrechamente con las otras instituciones integrantes del Grupo Banco Mundial y con los sectores público y privado para reducir la pobreza y promover la prosperidad compartida en los países en desarrollo.
[5] John Foster Dulles (25 de febrero de 1888 – 24 de mayo de 1959) fue un político estadounidense que fue secretario de Estado bajo el mandato del presidente Dwight D. Eisenhower entre 1953 y 1959. Fue una figura significativa en los primeros años de la llamada Guerra Fría, en especial en una lucha específica contra el comunismo internacional.
[6] Georges Corm, (15 de junio de 1940) es un historiador y economista libanés. Es consultor económico de instituciones internacionales y profesor de la universidad de San José de Beirut. Estudió en el Institut d’Etudes Politiques de París (1958-1961) donde terminó la carrera en Finanzas públicas, tiene también un doctorado de la Universidad parisiense en Derecho Constitucional (1969). Fue Ministro de finanzas desde el 4 de diciembre de 1998 al 28 de octubre de 2000 en el gobierno de Hoss Salim El Hoss.
[7] Tatton Benvenuto Mark Sykes, 6° Baronet (16 de marzo de 1879 – 16 de febrero de 1919) fue un noble inglés, partícipó en el Acuerdo secreto Sykes-Picot, de mayo de 1916, entre Gran Bretaña y Francia sobre una futura partición del Imperio otomano tras la Primera Guerra Mundial.
[8] François Marie Denis Georges-Picot (París, 21 de diciembre de 1870 – París, 20 de junio de 1951) fue un diplomático y abogado francés quien negoció el acuerdo Sykes–Picot con el abogado británico, Sir Mark Sykes entre noviembre de 1915 y marzo de 1916, y que fue firmado el 16 de mayo de 1916. El mismo consistió en un tratado secreto proponiendo que, cuando se iniciara la partición del Imperio otomano después de una victoria teórica por parte del Triple Entente, el Reino Unido, Francia y, más tarde, Rusia e Italia, se dividirían entre sí los territorios árabes bajo influencia otomana.
[9] El Acuerdo Sykes-Picot, conocido oficialmente como el Acuerdo de Asia Menor, fue un acuerdo secreto entre Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda y la Tercera República Francesa para definir las propuestas esferas de influencia y control de los dos países en el Próximo Oriente en el caso de que la triple entente obtuviera la victoria en contra del Imperio otomano en la Primera Guerra Mundial. Las negociaciones se desarrollaron entre noviembre de 1915 y marzo de 1916, se firmó el acuerdo el 16 de mayo de 1916, y fue expuesto al público por Izvestia y Pravda el 23 de noviembre de 1917 y por el británico The Manchester Guardian el 26 de noviembre de 1917. Se considera que el acuerdo dio forma a la región. Se definieron las fronteras de Irak y Siria, y ha llevado hasta el conflicto actual entre Israel y los palestinos. Muchas personas ven el acuerdo como un punto de inflexión en las relaciones entre el mundo del Occidente y el mundo árabe. Se negaron las promesas hechas a los árabe por el coronel T. E. Lawrence de una patria nacional y árabe en el área de Gran Siria, a cambio de haberse aliado con los británicos en contra del Imperio otomano. La arquitectura geopolítica fundada por Sykes-Picot favorecería circunstancias que dan a lugar cosas como la protección que disfrutaron las minorías religiosas y étnicas en el Medio Oriente, las cuales son motivos de conflictos. Se repartió a los británicos el control de las áreas desde la línea de la costa del mar Mediterráneo hasta el Río Jordan, Jordania, el sur de Irak y una pequeña área que incluyó los puertos de Haifa y Acre para dejar acceso al Mediterráneo. Se repartió a los franceses el control del sureste de Turquía, el norte de Irak, Siria y Líbano. El Imperio ruso iba a recibir Estambul, los Estrechos Turcos y Armenia. Se dejaron libres a los poderes para decidir las fronteras dentro de sus propias áreas. Se esperaron más negociaciones con otros poderes incluyendo a Rusia y Husayn ibn Ali, jerife de La Meca para determinar la administración internacional. Dada la derrota eventual del 1918 y la subsiguiente partición del Imperio otomano, el acuerdo efectivamente dividió las provincias árabes de los otomanos fuera de la Península arábiga en áreas de influencia y control de los británicos y franceses y se propuso una «administración internacional» para Palestina. Los británicos formaron el Mandato británico de Palestina entre 1920 y 1948 y el Mandato británico de Irak desde 1920 hasta 1932, mientras el Mandato francés de Siria y Líbano duró desde 1923 hasta 1946. Los diplomáticos británicos y franceses Mark Sykes y François Georges-Picot negociaron los términos del acuerdo. El gobierno de los zares en Rusia fue una parte menor en el acuerdo y cuando ocurrió la Revolución rusa, fueron los bolcheviques quienes publicaron el acuerdo el 23 de noviembre de 1917, con el resultado de que «los británicos se avergonzaron, los árabes se consternaron y los turcos se alegraron»
[10] En octubre de 1956, Israel, con Francia y Gran Bretaña como aliados, atacaba Egipto. La «cuestión del Canal de Suez» como casus belli desencadenaba una ofensiva militar de los tres países contra el régimen de Nasser: comenzaba la Guerra del Canal, segunda contienda entre árabes e israelíes. Las fricciones de la Guerra Fría, ausentes de la zona en los inmediatos compases de la posguerra y durante la primera guerra árabe-israelí, no tardaron en hacer acto de presencia en Oriente Medio al comienzo de la década de los cincuenta. Aunque la URSS había sido un decidido partidario del establecimiento del Estado de Israel, no tardó en bascular hacia el bando de los países árabes, a los cuales suministró armas y apoyo político en sus reivindicaciones, al tiempo que en Siria y Egipto se establecían regímenes afines ideológicamente a la URSS, mezcla de panarabismo y socialismo.
[11] The Dulles’ plan or the Dulles Doctrine, is the central document of a conspiracy theory, according to which the CIA chief Allen Dulles had developed a plan for the United States to destroy the Soviet Union during the Cold War by secretly corrupting the cultural heritage and moral values of the Soviet nation. The plan was first published in Russia shortly after the dissolution of the USSR and was often quoted by prominent Russian politicians, journalists, and writers. The text originates from a work of fiction, a 1971 novel The Eternal Call, by Anatoly Ivanov, where it is provided in the form of an exposition by one of the novel’s villains, a Nazi collaborator. It was first published as a distinct «plan» and ascribed to Allen Dulles in a 1993 book by Metropolitan John (Snychov) of St. Petersburg and Ladoga. The literary origins of the plan were traced in the early 2000s. The term «Dulles’ Plan» may also refer to a series of out-of-context excerpts from the program NSC 20/1 («US objectives with respect to Russia») as presented by Nikolay Yakovlev in his 1983 book CIA against USSR. The original program outlined by the US National Security Council in 1948 established the basic policy towards the Soviet Union. However, this text neither has anything to do with the CIA or Allen Dulles, nor does its contents bear any textual similarity with the document presented by the supporters of the conspiracy theory.
[12] Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (FENU), en inglés, United Nations Emergency Forces (UNEF) fue un contingente creado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1956 durante los enfrentamientos entre Israel y Egipto en medio de lo que se conoce como la Crisis del Canal de Suez o la Guerra del Sinaí.
[13] Monte Scopus, es una montaña, situada en el nordeste de Jerusalén. A diferencia de Jerusalén Este, el Monte Scopus fue capturado por Israel durante la Guerra de Independencia de Israel de 1948, siendo un enclave israelí dentro del territorio jordano durante el período en que dicho Estado se anexionó Judea y Samaria, entre 1948 hasta 1967, cuando fue ocupada militarmente por Israel. Este país se anexionó administrativamente Jerusalén Este a un municipio, cambiando el perímetro por decisión israelí; mas esta decisión no fue aceptada internacionalmente. Por el contrario, la soberanía israelí sobre el Monte Scopus es internacionalmente reconocida.
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