La forma humillante, canalla, criminal en que los terroristas musulmanes de HAMÁS, han devuelto a los israelíes secuestrados no puede tener perdón de Dios, ni de los hombres…

Shimshon Zamir

Antes de nada, para que nadie se lleve a engaño, debo advertir que SOY ISRAELÍ. Es por ello que, antes de empezar ruego que me disculpen si mis próximas frases les parecen «demasiado emotivas»…

Pues sí, me es imposible ser «objetivo».

Después de 16 meses de espera… los terroristas de HAMÁS devuelven cuerpos de ISRAELÍES -muertos- a ISRAEL.

Dado que éste es el motivo por el que estoy hablando, no voy a extenderme sobre lo sucedido el día 7 de octubre de 2023, cuando la organización terrorista musulmana de nombre HAMÁS, invadió el territorio del Estado de ISRAEL pues, ya he hablado de ello en otras ocasiones y, es seguro, que volveré a hacerlo más veces.

Tampoco voy a hablar demasiado sobre el hecho de que setenta -70- o posiblemente más  de mis amigos, vecinos o conocidos estuvieron durante unas 10 horas encerrados en sus casas, rezando para que los terroristas no los mataran o secuestraran.

También podría escribir acerca de que dos de mis consuegros (personas de casi 80 años de edad) estaban entre esos amenazados pero, no es de ello de lo que pretendo ocuparme…

No me faltan ganas de extenderme acerca de la barbarie, de la crueldad, de las canalladas, de las acciones criminales que los terroristas musulmanes de HAMÁS realizaron cuando incursionaron en territorio israelí, el 7 de octubre de 2023. Suficientemente se ha hablado ya del tema. Aunque es seguro que se seguirá retomando el asunto durante años y años…

Por el contrario, sí escribiré sobre lo que ocurrió con aquellos ciudadanos israelíes que fueron raptados ese día… de los cuales, parte de ellos (es sabido) ya estaban muertos, y, por supuesto, solamente la idea de poder utilizar sus cadáveres en un futuro «intercambio», en algún momento, pudo hacer que hubiera quien decidiera llevarse con el a esos fallecidos.

Parte de los secuestrados (es sabido) estaban heridos (algunos más, otros menos; unos con heridas leves, otros de gravedad) y sus raptores no tenian planes de ofrecerles el tratamiento médico adecuado para curar sus heridas y salvar sus vidas…

Algunos de los israelíes raptados eran ancianos de entre 70 y 80 años, e incluso más… y estaba claro que sus cuerpos no resistirían un rapto tan prolongado.

Otra parte de esos ancianos necesitaba sus remedios diarios, pues algunos padecían enfermedades crónicas… pero, durante casi año y medio nadie se ha ocupado de otorgárselos.

También fueron raptadas personas jóvenes y niños… Si le concedemos algún tipo de «lógica» (perversa lógica) al secuestro del 7 de octubre de 2023, hemos de suponer que la posibilidad de resistir tan prolongado cautiverio era más grande que en el caso de las personas mayores y ancianas.

Pero, para colmo de crueldad y de maldad, también capturaron a dos bebés, uno de cuatro años, y el otro de menos de un año, además de a la madre de ambos.

¿Cómo pensarían los raptores, los terroristas musulmanes de HAMÁS, que podrían enfrentarse al llanto de esas criaturas… o a todo tipo de enfermedades infantiles, en las condiciones a las cuales se los llevaron al otro lado de la frontera?

Es decir, cuando se produjo el secuestro de los 251 israelíes y fueron llevados a Gaza el 7 de octubre de 2023 -decenas de ellos aún siguen allí, sin que sus familias sepan si están vivos o muertos-... cada uno con sus características específicas… Algunos han acabado muertos (mejor dicho, vilmente asesinados), otros heridos, muchos gravemente enfermos por negársele medicamentos, etcétera.

A casi todos los condenaron a muerte.. excepto a un pequeño grupo «privilegiado» de jóvenes que cuando se produjo el secuestro gozaban, afortunadamente, de buena salud.

Ahora ha llegado el momento de entregar como mínimo a cierta parte de los «rehenes sin suerte».

Pero, al parecer de los terroristas musulmanes de HAMÁS, también eso debe hacerse en actos humillantes… actos de suma crueldad que, no demuestran valentía por su parte, sino todo lo contrario: lo hacen para batir nuevos récords de bestialidad, de maldad.

El día 20 de febrero de 2025 fueron devueltos cuatro ataúdes… entonces hemos sabido que los dos bebés, los dos niñitos FUERON ASESINADOS… sus asesinos lo hicieron con las manos… ni siquiera gastaron balas para acabar con sus vidas.

El cadáver de su madre (que supuestamente estaba en otro ataúd) resultó que había sido cambiada por el cuerpo de otra mujer. O fue por equivocación (de lo cual hay que dudar) o porque no quieren que se sepa cómo fue su muerte a manos de semejantes bestias.

Quienes hayan llegado hasta este párrafo, posiblemente, con razón, estarán pensando que, al escribir estas líneas hay una palabra que ocupa mi mente, mi cerebro me pide venganza… o de manos de Dios. O por parte de personas de carne y hueso…..

¿Acaso no se merecen otro castigo… en lugar de encarcelarlos, privarlos de libertad, en una prisión en la que coman gratis durante 50 años a cuenta de sus victimas?

Espero que sean ustedes capaces de ponerse en mi lugar, en la piel del pueblo israelí, y sean «empáticos» con las víctimas de secuestro del 7 de octubre de 2023, de sus familiares, vecinos, amigos…

Y, por supuesto, sean capaces de entender que ISRAEL tiene derecho a responder cuando se le ataca.

¡Les ruego que me perdonen por no escribir en forma «políticamente correcta»!