Álvaro Celorio
La subida de los precios ha obligado a modificaciones en el plan inicial para acomodarlo a la situación actual. Los tipos de interés también encarecen la financiación.
uando el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el Plan de Recuperación en julio de 2021, un macroproyecto inversor y de reformas para recibir miles de millones de euros procedentes de los fondos europeos Next Generation EU, el objetivo era superar el descalabro que supuso la pandemia para la economía española, que se dejó un 11,3% de su producto interior bruto (PIB) en 2020. Entonces, la inflación marcaba un 2,9%.
Ahora, prácticamente dos años después y con una guerra a las puertas de Europa de por medio y tras haberse roto todas las cadenas de suministro por la enfermedad en China, el Ejecutivo se ha obligado a corregir sus planes iniciales por el mordisco que la subida del índice de precios al consumo (IPC) ha provocado en las partidas comprometidas inicialmente.
Fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos, responsable de elaborar la Adenda -actualización- del Plan de Recuperación remitido a Bruselas, apuntaron esta semana que el subidón de los precios –han aumentado un 12,6% de manera acumulada entre julio de 2021 y abril de este año, de acuerdo con el INE- ha provocado un ligero cambio de planes en las cuantías de las inversiones comprometidas.
Así, apuntan desde el Ejecutivo, el aumento de los costes y precios en determinadas inversiones, como las vinculadas a la construcción, infraestructuras para ferrocarril o puesta en marcha de determinados servicios como residencias para ancianos o colegios se ha visto muy impactada por el aumento de los costes de las materias primas.
El Ejecutivo aprobó este pasado martes en Consejo de Ministros la Adenda del Plan, que permitirá canalizar cerca de 90.000 millones de euros adicionales de los fondos Next Generation EU, de los cuales 7.700 millones provienen de transferencias adicionales, más de 80.000 millones en préstamos y 2.200 millones de los RePowerEU.
«Al reiniciarse la actividad económica con un inusual impulso después de la pandemia del COVID-19, las cadenas de suministro sufrieron fuertes tensiones que motivaron la escasez de determinados productos y componentes, así como la ralentización de determinadas decisiones de inversión», detalla este documento.
«Inmediatamente después, en febrero de 2022, se produjo la invasión rusa de Ucrania, que ocasionó un incremento sin precedentes en los precios de las materias primas y de la energía», reconoce el Gobierno. Es por esto que reclaman la adaptación de los hitos y objetivos «debido al cambio objetivo en las circunstancias económicas, lo que permitirá incorporar una mayor capacidad para abordar el despliegue de proyectos de inversión ambiciosos, de forma que asegure el impacto estructural de las actuaciones en el potencial de crecimiento de la economía española».
Además de una menor productividad de las cantidades inicialmente comprometidas por un aumento de los costes, hay que añadir los efectos de la política monetaria, que en julio de 2021 mantenía los tipos de interés a cero y, desde entonces, los ha subido 375 puntos básicos. Esto implica, reconocen en el Gobierno, que las inversiones van a resultar más costosas por un aumento de los intereses, a pesar de que la deuda que se emita para sufragar esos préstamos se haga con la calificación de la Unión Europea, más ventajosa que la del tesoro español.
“Las condiciones de esa deuda son favorables y por eso es una oportunidad”, detallan desde Asuntos Económicos, señalando que esa es la razón por la que van a solicitar los más de 80.000 millones en préstamos que estaban previstos.
Pero eso tendrá que esperar, por un lado, a que la adenda reciba el aval de Bruselas –tiene dos meses para hacerlo– y, por otro, a que se conforme un Gobierno que vaya sacando las licitaciones y que no negocie cambios en ese plan. Ese retraso, sumado a un incremento de los tipos de interés por parte del BCE, encarecerá las condiciones de financiación.
Algunos Perte, en concreto el de microelectrónica y semiconductores (Perte Chip), van a financiarse sobre todo gracias a estos préstamos. Según detallaron fuentes de Asuntos Económicos, de los 12.250 millones destinados al proyecto, más de 10.000 millones serán en forma de préstamos. Que, a pesar de tener unos tipos de interés ventajosos, supondrán un coste añadido a la inversión. Este proyecto, la gran apuesta del Gobierno para evitar la dependencia de terceros países a la hora de fabricar semiconductores, fue aprobado en mayo del año pasado, pero no ha sido hasta hace unas semanas cuando se lanzó la primera convocatoria asociada al programa: 160 millones de euros para fortalecer los ecosistemas de diseño.
FUENTE: https://www.economiadigital.es/economia/inflacion-fondos-europeos-gobierno-bruselas.html
Álvaro Celorio
Redactor de política económica, macroeconomía y laboral en Economía Digital. acelorio@economiadigital.es.
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