La trampa de la ley Audiovisual a Esquerra Republicana de Cataluña-ERC
CÉSAR ALCALÁ
Este martes el Consejo de Ministros del Gobierno de España ha aprobado la remisión a las Cortes del proyecto de Ley General de la Comunicación Audiovisual que, adapta la legislación a la realidad de un mercado en crecimiento y en constante transformación tecnológica, con nuevas plataformas y regula la igualdad de trato de todos los agentes que operan en el mercado.
El “principio de país de origen” que recoge la directiva europea y que, se incluye en la ley española, implicará que la cuota del 6% prevista en catalán, euskera y otras lenguas cooficiales no afecte a las grandes plataformas internacionales.
¿Qué quiere decir esto?
Netflix, HBO, Amazon, entre otras, al tener sus sedes en otros países no deben cumplir esta normativa. La cuota sólo afecta a los prestadores de servicios establecidos en España.
Dicho de otra manera, esta cuota sólo afectara a las plataformas Movistar+, Atresplayer Premium, Mitele Plus, Filmin o FlixOlé, que si tienen su sede en España. Y aquí ha saltado el conflicto, porque las otras tiene una mayor penetración de mercado que las afincadas en España.
En el momento que Nadia Calviño ha introducido la directiva europea en la ley española se ha roto la baraja. Para ERC han sido engañados. Pocas horas después de conocerse la ley española salió el líder de ERC en Madrid, Rufián, comentando que “Para ERC el tema de la lengua es sagrado, y tocar las narices con esta excusa es un mal negocio”. Ahora, dicen, está en juego los presupuestos.
Ahora la mala de la película es Nadia Calviño. No sólo ERC considera que ha hecho trampas, también el grupo Socialista lo cree. Estos piensan que debería haber sido más prudente. Recordemos que los presupuestos del 2022 han sido devueltos al Senado para su aprobación definitiva. Ahora bien, pueden presentarse aún vetos. Dicho de otra manera, hasta el viernes 3 de diciembre hay tiempo para presentarlos y, de presentarse alguno, los presupuestos volverían al Congreso y, tal vez, sería complicado aprobarlos la última semana de diciembre.
Es decir, si alguno de estos vetos -lo más seguro es que, de no cambiar la cosa, haya de ERC y de Bildu- prosperara concluiría su tramitación en la Cámara alta y deberían volver al Congreso. Ahí se debería levantar el veto con mayoría absoluta -que no la tendrían- y, al cabo de dos meses, con mayoría simple. Con lo cual, hasta febrero de 2022 no estaría aprobados y esto es un revés para Pedro Sánchez.
Cuando parecía que las aguas habían vuelto a su cauce, el Gobierno socialista cierra el mes de noviembre con una inestabilidad. No una nueva inestabilidad, sino la que tiene siempre. Ahora una de dos, o retira la ley aprobada para su tramitación por el Consejo de Ministros o le da más dinero, porque por ahí van los tiros.
¿Ustedes piensan que ERC desconocía la normativa europea? Evidentemente pueden ser separatistas, pero no son tontos. Tienen asesores. Ellos conocían perfectamente que el resultado final tenia que ser este. Uno puede obligar, entre comillas, a las empresas son sede española a cumplir la ley. Lo que no puedes es hacerlo a empresas extranjeras y más si lo que hacen está amparado por la ley. Netflix lo tiene muy fácil, por ejemplo. Cerrando el canal para España o amenazando que lo hará, tema solucionado. Y así las otras plataformas. Esto ERC lo sabe. Y Nadia Calviño no les ha puesto una trampa. Ellos mismos se prestaron a que se la pusieran y lo aceptaron.
Ahora la pregunta es, ¿qué busca ERC? Porque hay una cosa segura, Calvino y Sánchez no se saltarán la normativa europea. Hay muchos miles de millones en juego para hacer el tonto. ERC lo sabe y también necesita ese dinero europeo, teniendo en cuenta que el presupuesto de la Generalitat está basado en los fondos europeos. Por un 6% nadie de los dos está dispuesto a perder un gran montante de millones de euros. Por lo tanto, la ley Audiovisual quedará como se aprobó ayer martes en Consejo de Ministros.
En los próximos días se despejará la “X” de la incógnita de lo que pedirá ERC y Bildu para pasar por el tubo y aceptar que Netflix, HBO y Amazon no doblen las series y películas en catalán o euskera. Esten atentos a sus pantallas porque, de aquí al viernes, antes de las 12 de mediodía sabremos el resultado. A esa hora se cierra la posibilidad de vetar los presupuestos y, pueden estar seguros, que ninguno de estos dos partidos los vetaran. Hay mucho dinero en juego. La pela es la pela y ¡qué importa una película más en catalán o en euskera? No viendo estas plataformas, tema solucionado.