Las víctimas del feminismo

Miguel De Farnesio

¿Qué es el feminismo hoy en España? ¿Qué aporta? Nada. Solo es un negocio para que unas cuántas talibanas inútiles, que nunca han hecho nada por sí mismas, vivan muy bien sin dar un palo al agua.

¿Qué era de Montero, Belarra, Díaz y su horda de discípulas del odio antes de ser «cargas públicas»? Todas vivían en el indigencia física e intelectual. Actualmente, después de llegar a la política, solo viven en la indigencia intelectual. Donde antes tenían un puñado de euros, hoy tienen cientos de miles o millones de euros. Ninguna había cotizado un solo día ni siquiera presentaba la declaración de la renta. Lógico, si no trabajaban, ¿qué leches iban a declarar?

Vaya por delante, estimado lector, todo mi desprecio para estas pirómanas ideológicas que, sobradas de maldad, utilizan las crueles situaciones que desgracidamente ocurren en beneficio propio. No tienen otro objetivo que criminalizar a la mitad de la población, véase, el hombre hetero blanco, padre de familia y español con la intención de enfrentar y romper la sociedad. Si además es católico o viste uniforme militar, policía, guardia civil, juez, etc., supondrá un plus de odio tan irracional como ellas mismas.

Citaré algunas causas de las feministas y las consecuencias que han tenido para mujeres y niñas. Nunca olvidar que su casus belli -el odio infundado al hombre- ha llevado a la marginación, destrucción y en los casos más extremos al sucicidio de muchos de esos hombres que han tenido la desgracia de cruzarse con ellas.

El feminismo rojo es Juana Rivas, la de «Juana está en mi casa», condenada a 5 años de cárcel por secuestrar a sus hijos, pero indultada por la izquierda porque fue juzgada sin perspectiva de género. Su hijo de tres años fue abusado (imágenes espeluznantes de una brutal agresión, exposición del juez) mientras estaba a su cargo y, lejos de denunciar la agresión, hasta tres veces intentó retirar la denuncia presentada por los cuidadores del menor.

El feminismo rojo es la asociación podemita Infancia Libre y su expresidente, María Sevilla, hoy en prisión por sustracción de menores. ¿Qué hizo la izquierda? Elevarla a los altares feministas como paradigma de la ejemplaridad zurda. Normal que haya acabado en la cárcel.

El feminismo rojo es la violación y prostitución de las niñas de Mallorca que estaban bajo protección del Gobierno de PSOE-Podemos, los mismos partidos que se niegan a investigar esas agresiones sexuales. Ha tenido que ser Europa, previa denuncia presentada por VOX, quién lo investigue.

La izquierda siempre está al lado del delincuente y de espalda a la víctima

El feminismo rojo es la vicepresidente de Valencia Mónica Oltra -comunista-, cuyo marido ha sido condenado por abusar de una niña (14 años), cuando trabajaba como educador en un centro de menores. La misma Mónica Oltra ha reconocido que dio orden para que la niña abusada fuese llevada ante al juez con las esposas puestas. Ya son ocho los altos cargos del gobierno valenciano que están siendo investigados por estos brutales hechos.

El feminismo rojo son los insultos, amenazas y agresiones con palos y piedras que han recibido los seguidores y líderes de VOX, muchas eran mujeres y niñas. Son las agresiones verbales del también comunista Pablo Iglesias a una periodista, «la azotaría hasta hacerla sangrar», escribió. O la condena de 19 meses de cárcel a Isa Serra -otra comunista- por agredir a dos mujeres policías. Esto es el feminismo rojo, nada más. Una lacra social, como la propia izquierda.

Esta es la catadura moral de la gentuza que pretende darnos clases a los demás. Esto es el feminismo rojo

En cambio, yo me quedo con las mujeres femeninas, que no feministas, que aman a sus abuelos, padres, hijos, hermanos, novios y maridos. Me quedo con Macarena Olona, Rocío Monasterio, Patricia Rueda, Rocío de Meer y todas las mujeres que han tenido la valentía y el coraje de enfentarse a ese feminismo tan rojo como nocivo. Entre ellas, nuestras amigas del canal @2libres Vic, Esther, Belén, Ruth, Camino, Boni Cheli, Abril Azul, MartaMad, Isa, Carol Carol. Me quedo contigo, amiga, madre, hija, hermana, novia, esposa y por encima de todo, mujer. Me quedo con la satisfacción de sentirte parte de mí, como tú me sientes parte de ti. Me quedo contigo, Auxi.

FUENTE: https://nuestraespana.com/las-victimas-del-feminismo/

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