Leo Strauss y su influencia en la política de EE.UU. e Israel: ética espartana, neoconservadurismo y guerra perpetua

CAROLUS AURELIUS CALIDUS UNIONIS
Leo Strauss (1899-1973) es una de las figuras más influyentes y, a la vez, controvertidas de la filosofía política contemporánea. Sus ideas han sido adoptadas y reinterpretadas por círculos intelectuales y políticos, especialmente en Estados Unidos e Israel, donde su pensamiento ha influido en las doctrinas neoconservadoras y en el enfoque estratégico del Estado israelí.
I. El pensamiento de Strauss: Guerra, élites y el «fraude santo»
El núcleo del pensamiento de Strauss se basa en una visión elitista de la política, una profunda desconfianza hacia la democracia liberal y la convicción de que la guerra es un estado necesario para la preservación de la moralidad y el orden. Sus postulados clave incluyen:
- La necesidad de una élite gobernante
Strauss creía que las sociedades deben ser dirigidas por una élite ilustrada, capaz de comprender la «verdad filosófica oculta» de los textos clásicos y de gobernar sin estar atada a las masas ignorantes. Consideraba que la democracia liberal moderna debilitaba la autoridad de los líderes y promovía el relativismo moral. - El mito y la religión como herramientas políticas
Una de sus ideas más polémicas es la noción del «fraude santo» o «mentira noble». Strauss argumentaba que las sociedades necesitan mitos para mantener la cohesión y el orden. En este sentido, la religión, aunque pueda no ser literalmente verdadera, es útil para sostener la estabilidad social y la lealtad política. - Guerra y conflicto como fuentes de moralidad
Inspirado en la ética espartana, Strauss sostenía que la paz prolongada conducía a la decadencia y la corrupción de las sociedades. La guerra, en cambio, fomentaba la disciplina, el sacrificio y la cohesión nacional. Esta idea influyó fuertemente en sus seguidores, quienes promovieron estrategias de conflicto constante como mecanismo de control social y político.
II. La influencia de Strauss en EE.UU.: El neoconservadurismo y la política exterior intervencionista
Las ideas de Strauss fueron recogidas y reinterpretadas por un grupo de discípulos que conformaron el movimiento neoconservador en Estados Unidos. Figuras clave como Paul Wolfowitz, Richard Perle, Donald Rumsfeld y Dick Cheney introdujeron sus principios en la política exterior estadounidense, especialmente durante las administraciones de George W. Bush.
- La política de guerra perpetua
La concepción straussiana de la guerra como elemento regenerador se reflejó en la estrategia neoconservadora de intervencionismo global. La invasión de Irak en 2003, promovida por Wolfowitz y otros straussianos, se justificó bajo la idea de «imponer la democracia» como un nuevo mito político para reorganizar el Medio Oriente. - El uso de la mentira política
La «mentira noble» de Strauss se vio reflejada en la narrativa de las armas de destrucción masiva en Irak, utilizada para justificar la invasión pese a la ausencia de pruebas concretas. Este tipo de engaño deliberado, defendido por los neoconservadores, se alineaba con la visión straussiana de que las masas no pueden manejar la verdad y deben ser dirigidas mediante relatos controlados. - La división del mundo en «amigos» y «enemigos»
La política exterior de EE.UU. bajo la influencia neoconservadora adoptó una visión dualista del mundo, alineándose con la idea straussiana de que la sociedad debe cohesionarse frente a un enemigo externo. Tras el 11 de septiembre de 2001, esta visión se cristalizó en la doctrina de la «Guerra contra el Terror», en la que el islamismo radical se convirtió en el enemigo absoluto.
III. Strauss y el Estado de Israel: la ética espartana aplicada
La relación entre Strauss y el sionismo es compleja. En su juventud, fue seguidor de Vladimir Jabotinsky, líder del sionismo revisionista, partidario de la idea de un Estado judío fuerte y militarizado. Aunque más tarde Strauss se distanció del sionismo político, su pensamiento ha influido indirectamente en la estrategia del Estado de Israel en varios aspectos.
- Énfasis en la seguridad y la fuerza militar
La idea straussiana de que un Estado debe estar siempre preparado para la guerra ha sido adoptada en la doctrina militar israelí. Israel mantiene una política de defensa agresiva, con una inversión constante en tecnología militar y estrategias ofensivas para garantizar su supervivencia. - Cohesión social frente a amenazas externas
La idea de que la sociedad debe unirse frente a un enemigo ha sido un componente clave del discurso israelí. La narrativa de la «amenaza existencial» ha sido utilizada para justificar políticas de seguridad extrema, desde el mantenimiento de asentamientos en Cisjordania hasta las operaciones militares contra Hamas y Hezbolá. - El conflicto como mecanismo de control político
La visión straussiana de la «guerra perpetua» como antídoto contra la decadencia se refleja en la constante postura de alerta de Israel. La doctrina del conflicto continuo ha sido utilizada para reforzar la identidad nacional y evitar divisiones internas. - Papel de la élite gobernante y uso de la religión como herramienta política
En algunos círculos políticos israelíes, la visión straussiana de la élite como rectora de la sociedad ha influido en la concentración del poder en manos de ciertos grupos políticos y militares. Además, la instrumentalización de la religión en la política israelí encuentra eco en la idea de Strauss de la religión como un mito útil para la cohesión social. - Influencia indirecta a través de EE.UU.
La relación entre los straussianos y el Estado de Israel también ha sido indirecta, a través de la política exterior estadounidense. La alianza entre los neoconservadores y los «sionistas revisionistas» de Benjamin Netanyahu en 2003 consolidó una estrategia de cooperación que ha influido en las decisiones de política exterior de Israel.
IV. Conclusión: Strauss y la transformación de la política global
La influencia de Leo Strauss ha sido profunda y multifacética. En Estados Unidos, sus discípulos han moldeado la política exterior a través del neoconservadurismo, promoviendo la guerra como herramienta de dominación y legitimando el engaño político. En Israel, su ética espartana ha permeado ciertos sectores de la política y la seguridad nacional, contribuyendo a una mentalidad de conflicto permanente.
Sin embargo, es importante señalar que la influencia de Strauss no es monolítica ni aceptada universalmente. Su pensamiento ha sido adoptado por ciertos círculos intelectuales y políticos, pero también ha generado críticas tanto en el mundo académico como en la política práctica.
Lo cierto es que las ideas de Strauss han dejado una huella indeleble en la geopolítica contemporánea. Su legado continúa siendo un tema de debate, especialmente en una era en la que la guerra, el poder de las élites y la manipulación política siguen siendo elementos centrales en el escenario internacional.