Los estudiantes, contra la deriva ‘woke’ de la universidad española: «Se centran en tonterías y olvidan lo importante»
María Curiel
Un documento firmado por 55 universidades españolas recomienda a profesores y alumnos dejar de utilizar términos como ‘ciudadano’ de forma genérica porque no incluye a las ciudadanas y aboga por sustituirlo por ‘ciudadanía’…
La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) ha publicado recientemente una serie de pautas y recomendaciones para utilizar un lenguaje «libre de sexismo» en el ámbito universitario ya que «lo que no se nombra no existe».
Así lo señala un documento firmado por 55 universidades españolas y aprobado por el pleno de Políticas de Igualdad de Género de la CRUE. El texto incide en que el término ‘hombre’ como genérico «no incluye a las mujeres» por lo que recomienda utilizar ‘humanidad’, ‘ser humano’ o ‘persona’.
Ni ‘ciudadano’, ni ‘profesores’, ni ‘alumnos’: 55 universidades redactan pautas woke para no utilizar lenguaje sexista
Las 55 universidades de las 77 que agrupa la CRUE señalan que hay que dejar de utilizar términos como ‘ciudadano’ de forma genérica porque no incluye a las ciudadanas y aboga por sustituirlo por ‘ciudadanía’. «Evitar un discurso que ignore a las mujeres y sus experiencias», es el objetivo de estas recomendaciones, que sugieren que se use ‘profesorado’ o ‘personal docente’ en vez de ‘profesores’, al igual que ‘alumnado’ o ‘estudiantado’ en lugar de ‘alumnos’.Otras terminologías que señalan como adecuadas son las de ‘personal investigador‘ en lugar de ‘los investigadores’, ‘personas tituladas’ en lugar de ‘los titulados’ o ‘becas para alumnado extranjero’ en lugar de ‘becas para extranjeros’.
También piden nombrar a las mujeres allí donde aparezcan para no contribuir a su invisibilización y hacer referencia a ‘las mujeres’ no a ‘la mujer’, «ya que no hay un solo modelo de mujer». En el mismo sentido, instan a que si se nombra o se escribe sobre una realidad en la que hay más mujeres que hombres, «utilizar la lógica y anteponer el femenino inclusivo».
«La izquierda quiere acaparar todo»
Aunque esto son tan solo unas recomendaciones, los estudiantes universitarios no han recibido con agrado las directrices, las cuales han tachado de «inútiles».
«No tiene ningún tipo de sentido. Hacen un informe sobre esta tontería y no se dan cuenta de que hay grados en los que faltan profesores. Para eso debe de ser que no tienen tiempo», lamenta Sara, alumna de segundo de Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, a este medio.
Julia, con tan solo 18 años, también tiene claro que estas medidas woke «son una tontería». «No nos sentimos ofendidas porque en clase se use el masculino para referirse a todos. La RAE es lo que dice, así es el lenguaje. Cualquiera que sepa un poco de gramática no debería ofenderse», expresa en conversación con El Debate esta alumna de primero de Derecho y Estudios Internacionales en la Universidad Rey Juan Carlos.
Tenemos muchas cosas mejores que hacer que andar cambiando la forma de hablarCarlosEstudiante de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid
«Ningún alumno, independientemente de su ideología, se ha ofendido porque se refieran al conjunto de la clase como ‘alumnos’. Sabemos de sobra que no se dirigen solo a los hombres. Me interesa mucho más que el profesor explique bien la clase», apostilla esta estudiante.
Carlos está en cuarto curso de Ingeniería Industrial de la Universidad Politécnica de Madrid y, a su juicio, «tenemos muchas cosas mejores que hacer que andar cambiando la forma de hablar porque a cuatro personas no les parezca bien lo que dice la RAE, y mucho más en una carrera como esta, en la que hay que estudiar mucho. Se centran en tonterías y olvidan lo importante», manifiesta a este periódico.
Fuera de las fronteras de la capital, Marta, estudiante de Enfermería en la Universidad de Salamanca, señala ante los micrófonos de este medio que «no entiendo el empeño en cambiar la forma que tenemos de hablar y por qué quieren politizar todo», ya que esta alumna sostiene que la finalidad de este tipo de medidas no es social, sino puramente política. «Es la izquierda en su empeño por acaparar todo»