Los nacionalistas alemanes harán campaña para salir de la UE. El cristiano social Markus Söder aparece como sucesor de Angela Merkel

Dmitry Sedov

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La mayoría del medio millar de delegados del congreso del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) celebrado en Dresde este fin de semana ha votado por incluir la salida de la Unión Europea en el programa del partido para las próximas elecciones federales del 26 de septiembre. Controles en la frontera y aduanas serían de nuevo realidad si el partido ganase la contienda electoral.

La formación populista desecha por tanto la idea de unirse en el Parlamento Europeo a otros partidos ultranacionalistas como el húngaro Fidesz del primer ministro Viktor Orban en una «internacional nacionalista» para rechazar la institución comunitaria en pleno.

En el tema migratorio, que no preocupa a los alemanes en este momento de pandemia, proponen «negar cualquier tipo de reagrupación familiar para los refugiados», a pesar de que algún delegado aseguró que esa medida iría en contra del Derecho Internacional.

Asimismo, AfD niega cualquier tipo de migración por motivos laborales, ya que «la carencia de personal cualificado» sería «un invento político», han escrito en su programa electoral para las elecciones del próximo septiembre. Un cambio en su modelo migratorio ideal, que hasta ahora tenía como modelo en de puntos australiano y que confirma el carácter radical identitario de la deriva de la AfD.

Alternativa para Alemania - Wikipedia, la enciclopedia libre

El partido, que en las últimas elecciones federales de 2017 fue la tercera fuerza con el 12,6% de los votos y 94 diputados en el Bundestag, cae en todas las encuestas a la cuarta posición, debido a que el tema principal de entonces, la inmigración, ha pasado a segundo plano y su radicalidad no atrae a los electores conservadores, que prefieren pasarse al partido verde, segundo en intención de votos en todas las encuestas.

Con la AfD en el Gobierno de Berlín, desaparecería, además, la obligación de llevar mascarillas, así como cualquier «obligación de ponerse la vacuna o hacerse un test», en una clara llamada al movimiento negacionista a votar por ellos. También piden, en consecuencia, la cancelación instantánea de todas las medidas de contención de la pandemia de covid-19.

Alternativa para Alemania aún no han decidido quién será el candidato del partido a las elecciones, que será elegido a final de mayo por medio de votación de los inscritos, pero en el congreso ha quedado claro que Jörg Meuthen, el co presidente de AfD, ha perdido poder dentro de la formación. Meuthen había tratado de dar la imagen de un partido conservador y está en contra de un «Dexit», así como de negar la pandemia de coronavirus.

El ala radical del partido, con el presidente de la formación en Turingia a la cabeza, Björn Höcke, sale de este modo reforzada del congreso. Tanto que éste se atrevió a decir, según recoge el diario «Die Welt»: «El señor Meuthen no tiene, a mi modo de ver, la conciencia político-histórico-filosófica para dirigir el partido en su situación actual». El posible candidato del ala más ultra sería Tino Chrupalla, actual co presidente de la formación.

Con un programa de estas características y un candidato más radical, la AfD tendría aún menos posibilidades de cooperar con ningún otro partido a nivel nacional, como es, hasta ahora, el caso.

Las últimas encuestas de opinión pública en Alemania han arrojado resultados sensacionales. El primer ministro bávaro, Markus Söder, se convierte en el favorito en la lucha por el cargo de canciller y está muy por delante de sus rivales seis meses antes de las elecciones federales.

De la información publicada el 1 de abril por el Instituto de Investigaciones Sociológicas, se desprende que el 68% de los miembros de la CDU (partido de Merkel) apoyan la candidatura de Zöder, quien también es presidente de la Unión Social Cristiana (CSU), la Socio de la CDU en la coalición gobernante. Solo el 21% de los demócratas cristianos prefirió a Armin Lashet, quien reemplazó a A. Merkel como presidente de la CDU hace dos meses.

Markus Söder es muy conocido. Trabajó durante mucho tiempo como periodista de televisión, no evitó las historias agudas, defendió los intereses de los alemanes comunes y, a sus 54 años, es uno del grupo de los políticos más famosos de Alemania. La simpatía por él en varios grupos del electorado alemán es innegable. En otra reseña del Instituto YouGov, se concluye que el 66% de los votantes alemanes consideran más acertada la actuación del Primer Ministro de Baviera en la lucha contra el coronavirus. Se acercan las elecciones federales, pero en la situación actual, la fórmula habitual, “quién es el presidente de la CDU, es el futuro canciller”, ya no encaja. Una vez finalizadas las vacaciones de Semana Santa, la dirección de ambas partes (CDU y CSU) programó una reunión en la que finalmente se resolverá el tema. Además, el problema se vio agravado por el reciente fracaso de la CDU en las elecciones territoriales en Baden-Württemberg y Renania-Palatinado , donde los demócratas cristianos perdieron el 4 y el 5 por ciento de los votos, respectivamente.

La principal crítica formulada por los votantes del partido de Merkel es su política de cuarentena y encierro, que ha vulnerado los intereses de muchos grupos de la población. Según la investigación de  YouGov, si las elecciones al Bundestag se celebraran el próximo domingo, solo el 27% de los votantes votaría por el bloque CDU / CSU. Esto es un 6% menos que en febrero. La tendencia no es alentadora, sobre todo si se tiene en cuenta que en las anteriores elecciones federales de 2017, el bloque obtuvo los peores resultados desde 1949, con solo el 33% de los votos. Ahora que la CDU / CSU sigue perdiendo terreno, la brecha entre ellos y los Verdes se ha reducido al 3%. Para el otoño, la situación puede no tener precedentes: la alianza de la CDU / CSU con los Verdes como parte del gobierno federal de coalición.

En este entorno, Markus Söder se comporta con moderación, declarando constantemente que «su hogar político es Baviera». Sin embargo, le resulta difícil ocultar por completo sus ambiciones. En un discurso reciente a la junta de CSU, dijo: “Dejen de beber té de manzanilla. Es hora de volver al modo red-bull « (bebida energética. – DS ). Sin embargo, esto se aplica a la política nacional. En política exterior, la posición de Zöder se distingue por la moderación. Su línea en relación con el proyecto Nord Stream 2 hizo mucho ruido en Alemania, principalmente entre los seguidores de los Verdes. En una entrevista con el  Frankfurter Allgemeinen Zeitung, Söder declaró: “Como saben, las amenazas en las relaciones con Rusia no han dado nada. Por supuesto, podemos abandonar Nord Stream 2, pero si realmente queremos lograr algo, ¿tal vez deberíamos abandonar todos los acuerdos de gas con la Federación de Rusia? Entiendo que hubo mucha controversia sobre este proyecto desde el principio. Pero debemos pensar en las consecuencias que esto traerá. Necesitamos sopesar todo con cuidado, como lo hace Angela Merkel. Y cuando se habla de moralidad, vale la pena señalar que no sería del todo inmoral pensar en el empleo y las condiciones sociales en su propio país” .

La diferencia entre las posiciones de Markus Söder y los Verdes, que reclaman el abandono del Nord Stream 2, radica también en que Söder está apostando por los sentimientos de la parte conservadora de la población; la juventud y la intelectualidad «ecológicamente avanzada» están detrás de los verdes, pero los cálculos matemáticos no están a su favor. Los partidarios del lanzamiento del gasoducto germano-ruso, cuya construcción está casi terminada, pueden demostrar con cifras en la mano que las propuestas de los verdes para reemplazar el gas por «energía verde» son prematuras y solo crearán problemas para la economía alemana.

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