CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN
Alrededor del 65% de las hortalizas frescas y las frutas que España importa procede de países que no pertenecen a la Unión Europea, principalmente de países como Senegal y Marruecos. Lo cual supone más de 2.400 millones de euros.
La «pertinaz sequía» que ha sufrido España durante meses hizo que las personas que viven del campo: agricultores, ganaderos, apicultores… comenzaran a pensar que de aquí a final de año la situación iba a ser algo más que complicada… fueron muchas las cosechas perdidas. en otros casos fueron malas, pésimas; las cosechas de melones, sandías, frutas dulces, manzanas, etc. han resultado especialmente perjudicadas por falta de agua. Y, para más INRI, tras la sequía vinieron lluvias torrenciales, acompañadas de tormentas, en lugares como el Valle del Jerte (Cáceres) que han hecho un daño terrible a sus famosas y apreciadas cerezas. También ha surgido el pánico entre los productores de frutas como el melocotón, la pera y la manzana en la huerta catalana, murciana, etc… y, para remate del tomate, la campaña internacional organizada por el gobierno social-comunista contra las fresas cultivadas en Huelva…
Pero los cambios que se producen en el clima, el que venga o no venga tiempo lluvioso, o seco, no es el único problema de quienes viven del campo y en el campo; hay otros enemigos de los agricultores y ganaderos (aparte de los ecolo-urbanitas que diseñan las políticas agroganaderas, tanto en España como en Bruselas).
Entre los principales problemas que sufren los agricultores españoles están las importaciones de frutas y verduras procedentes de lugares como Marruecos y Senegal y que les supone una enorme competencia.
La importación de frutas y verduras, de países no pertenecientes a la UE, en el primer trimestre de 2023, creció un 20% en comparación con el mismo periodo del año anterior, según los datos del Departamento de Aduanas e Impuestos especiales, procesados por la Federación Española de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas (Fepex).
En volumen, el crecimiento interanual de la importación española de frutas y hortalizas procedentes de países que no pertenecen a la Unión Europea fue del 2%, totalizando 1,8 millones de toneladas. De la UE se importó un total de 1,9 millones de toneladas (+12%), según datos del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales, procesados por FEPEX.
En cuanto a los países proveedores del mercado español, Marruecos se consolida como el primero, con unas importaciones que se situaron en 2022 en 540.149 toneladas, con un crecimiento del 10% respecto a 2021, por un valor de 930 millones de euros (+21%).
Francia es el primer proveedor del mercado español en cuanto a volumen, registrando, además un fuerte crecimiento en 2022, con un millón de toneladas importadas, un 20% más que en 2021 y 379 millones de euros (+36%).
El tercer proveedor del mercado de importación español es Portugal, desde donde se importaron 342.877 toneladas, un 13% más que el año anterior, por un valor de 286 millones de euros (+5%). En el ámbito comunitario destacan también Holanda e Italia. Las importaciones de Holanda en 2022 se situaron en 213.011 toneladas (-7%) por un valor de 202 millones de euros (+1%) y las de Italia fueron de 146.088 toneladas (+1%) por un valor de 170 millones de euros (+11%).
Fuera de la UE, después de Marruecos, los primeros países suministradores son Costa Rica, con 322.137 toneladas (-1%) y 222 millones de euros (+18%); Perú, con 217.554 toneladas (+8%) y 423 millones de euros (-7%) y Brasil, con 125.078 toneladas (-19%) y 139 millones de euros (-7%).
La Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas y Hortalizas explica que Marruecos es el país que más abastece hoy día a España de frutas y verduras. Es nuestro principal «productor», de donde más importamos. En una década, las compras de frutas y verduras a Marruecos pasó de las 856.919 toneladas al 1,4 millones de toneladas. Esto supone un crecimiento del 65%. Por ejemplo, dos de cada tres sandías que se consumen en España procede de países como Senegal o Marruecos. Algo que irrita a los productores españoles, que lo ven como una amenaza a la producción nacional. Algunos agricultores españoles se ven obligados a regalar su fruta porque ven imposible que las empresas se las compren.
Una situación que preocupa a los agricultores desde hace tiempo, pues denuncian que este crecimiento de importaciones de países como Marruecos, pero también de otros como Egipto y Turquía, se debe a que estos tiene menores costes de producción por las menores limitaciones en cuanto al uso de productos fitosanitarios, que en Europa regulan normativas mucho más estrictas.
Cada vez hay más denuncias respecto de productos procedentes de países terceros que contienen productos fitosanitarios prohibidos en la Unión Europea o en cantidades superiores a las autorizadas, lo cual es un riesgo para los consumidores, pero también para los productores españoles que aseguran que es una competencia desleal que debería ser regulada. Es por ello que, piden más controles y la aplicación de cláusulas espejo, es decir, que se exija a los productos importados las mismas condiciones que deben cumplir los productores locales.
«La importación española de frutas y hortalizas frescas muestra el continuo crecimiento de la competencia exterior tanto en el mercado nacional como el comunitario y está impulsada por normativas menos exigentes en los lugares de producción, en distintos ámbitos como el fitosanitario, haciendo cada vez menos competitivo el modelo de producción comunitario», afirman portavoces de Fepex.
Pimiento, tomate, sandías, fresas, judías verdes, aguacates, frambuesas y hasta naranjas. Poca es la fruta o verdura que no proviene de países como Marruecos y que España comprea para el consumo nacional. En la campaña de la fresa 2018/2019 se estima que España compró a Marruecos nada menos que el 78,98% de las fresas que provenían de fuera de España. Alrededor de 14,01 millones de Kg, por un precio de 37,69 millones de euros. Si hablamos de fresa, en España además de la marroquí, también consumimos fresas procedentes de Portugal, Francia, Perú o Bélgica.
Dirán que es asunto de un mercado globalizado, de la economía de mercado y que el mercado es «abierto y que estas operaciones responden al incremento de la oferta y la demanda. Pero lo cierto es que expertos remarcan que muchas de las toneladas de frutas y verduras que España importa proceden de explotaciones marroquíes que son propiedad de empresas españolas y francesas.
También son muchos, sobre todo agricultores, los que se quejan de que los sistemas de calidad que se emplean para calibrar el producto que procede, por ejemplo de Marruecos, no son los mismos o tan exigentes como los que se desarrollan aquí en España. Las importaciones de Marruecos crecieron en 2022 cerca del 10% respecto a las producidas el año anterior.
En el primer trimestre del año, la exportación de frutas y hortalizas frescas a países no europeos cayó un 25% en volumen, un 9% en el valor total, más de lo que aumentó la importación, dejando así un balance negativo para España. De esta forma, lo que se ha vendido fuera de Europa solo representa el 3% del volumen y el 2% del valor del total exportado.
En este periodo, descendieron las exportaciones a los principales mercados fuera de Europa, como Canadá, donde se perdió un 43% del volumen y el 18% del valor, así como Brasil, con un 19% y un 12% menos, respectivamente. También perdió volumen Estados Unidos, un 2%, pero aumentó un 12% el valor de lo exportado al país norteamericano. «El retroceso de la exportación fuera de Europa constata la dificultad de abrir y consolidar nuevos mercados para las producciones españolas, a pesar de los esfuerzos de las administraciones nacionales implicadas y el interés de los exportadores», dicen los dirigentes de Fepex. Por ello, piden «una mayor implicación de la Comisión Europea y un enfoque más ambicioso y decidido en las negociaciones con países terceros para la apertura real de esos mercados a las producciones comunitarias».
En España el consumo de verdura fresca se sitúa por encima de los 210 millones de kilogramos al mes. Esto se traduce en un gasto anual de los hogares españoles superior a los 5.500 millones de euros. Eso sí, no todas las hortalizas gozan de la misma popularidad entre la población. Patatas, tomates y cebollas son los productos más vendidos en el mercado español.
No es una novedad que España destina gran parte de su producción al comercio exterior. Solo en 2020, el valor de las exportaciones de verduras y hortalizas en España superó los 7.800 millones de dólares estaodunidenses, con Alemania como el principal destino dentro de la Unión Europea. En concreto, el mercado germano importó más de un millón de toneladas de verduras y hortalizas españolas durante el último año. Entre estas, problablmente, se econtraban los pimientos. No en vano, se trata de la hortaliza más exportada por España, seguida de la lechuga y el tomate.
En contraposición, las importaciones españolas de este tipo de productos estuvieron valoradas en alrededor de 1.600 millones de dólares, lo que supuso un ligero incremento respecto a años anteriores. Ahora bien, esto no impidió que se mantuviera el saldo positivo de la balanza comercial en este sector, sin duda, una buena noticia respecto de la crisis económica que sufre la España postpandemia.
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