Palestinos contra israelíes,… israelíes contra palestinos; y vuelta a empezar. Y ninguno tiene alternativa.

Shimshon Zamir

Como todos los años y a veces hay años que sucede en varias ocasiones, los Palestinos e Israel están involucrados en una nueva escalada de terror.

A estas alturas ya no tiene ningún sentido comenzar a buscar quien fue el que comenzó…

La realidad es, que ninguno de los dos lados tiene otra posibilidad que actuar como lo hace… los Palestinos tratan de generar terror, como parte de su lucha… los israelíes tratan de evitarlo…

En el lado Palestino, después de oponerse ya hace más de cien años a la presencia organizada judía en lo que ellos consideran su territorio (desde el mar Mediterráneo hasta el rio Jordán y más allá…) con los pobres resultados de esa oposición, renunciar a atacar a los judíos puede darse solamente si los judíos se retiraran de Oriente Medio …o si los Palestinos renunciaran totalmente a sus aspiraciones nacionales.

No existe un «medio embarazo» …y por ello, la única opción es continuar oponiéndose a esa presencia, por la vía violenta. Hasta 1967 eso ocurría solamente en el territorio israelí de 1948. Después de la guerra de los Seis Días, cuando Israel conquisto otros territorios (Cisjordania), la lucha ocurre también en ellos. La presencia de colonos israelíes en esos nuevos territorios no es la generadora originaria de esa lucha, es solamente un frente más.

Por lo que, no les queda otra alternativa… todo tiempo que los israelíes no «desaparezcan del mapa» … que luchar, en condiciones claras de inferioridad de fuerzas.

Por supuesto que cuanto más Palestinos mueren, y más familias tienen miembros que murieron, la falta de posibilidad (también emotiva) de dejar de pelear contra Israel crece…porque se convierte en más difícil explicar cómo es posible dejar de combatir…después de tanto sacrificio.

Desde el punto de vista israelí, dada la concepción histórica de que los territorios pertenecen a los judíos, y la presencia Palestina es una «invención’ migratoria que prácticamente comenzó en el Siglo XIX, tampoco existe otra alternativa que actuar (en lo que se considera una «defensa») contra ese terror.

Según la concepción israelí, esos territorios en disputa (tan cercanos a Israel) son un peligro existencial (como lo demuestra el hecho del ataque contra ISRAEL en la guerra de los Seis Días en 1967) y no existe ninguna posibilidad de retirarse de ellos (o de parte de ellos). Tanto por considerarlos judíos, como por esos motivos de seguridad, Israel desarrolla un plan de asentamiento de civiles en lugares que considera claves para esa seguridad.

La existencia de esos civiles, rodeados de Palestinos, exige la presencia militar israelí…y la oposición a la existencia de peligros para ellos…atacando a los Palestinos (en la medida de lo posible, antes que generen terror…si eso no ocurre, entonces a continuación).

Con los años, también en la población israelí colonizadora, nacen, y crecen generaciones de jóvenes que ven en la Cisjordania su «cuna natal» no menos que como la ven los Palestinos…y presionan a sus dirigentes a ser intransigentes. Tanto como los Palestinos…y tienen capacidad para generar «terror» al igual que los Palestinos…ellos también consideran que una retirada Israelí de la Cisjordania (por razones políticas) después de tantos esfuerzos y victimas israelíes sería una derrota… (que tampoco satisfará a los Palestinos que están interesados en destruir a todo Israel) y prefieren empujar a los Palestinos a irse…

Pero allí no se termina el embrollo, porque factores externos, en el Mundo MUSULMAN y ARABE, de identificación con sus hermanos Palestinos, se expresa (y en algunos casos también actúa) contra ISRAEL. Aquellos Palestinos que están implicados activamente en la lucha contra ISRAEL, reciben de esa forma apoyo moral y económico que los empuja a actuar en forma más firme.

La «comprensión» de parte de los políticos OCCIDENTALES a la lucha PALESTINA, con sus expresiones (y a veces con su apoyo económico) también están entre aquellos que les otorgan «fuerza» para continuar su lucha.

Y aquí estamos, en una nueva escalada… que, desgraciadamente, seguramente no será la última…