Francisco Gómez Valencia
Bueno pues salvo que usted sea un “pinfloi” de esos que dicen que se está mejor de vacaciones en junio o en septiembre, esto se ha acabado con más pena que gloria. Y aunque haya habido oportunidad de ver a parte de la familia y compartir algún buen momento con los amigos disfrutando del necesario cambio de aires, acompañado de cierta actividad física, es decir, “el trote cochinero” o algo de “ciclismo barriguero”, lo cierto es que nos la han metido doblada en forma de autocontrol responsable consiguiendo que nos sintiéramos culpables casi por hacer algo tan sano y recomendable.
No les digo nada si además han incurrido en delitos tan graves como tomarse alguna copilla por la noche en algún garito playero o pueblerino según toque, fumando algún cigarrito con nocturnidad y alevosía…
Y aunque hayamos intentado desconectar de los medios de comunicación más empeñados que nunca en crear tendencia de comportamiento y opinión, así como señalando cual apestados a aquellos que por un momento creyendo vivir en la vieja normalidad son capaces de hacer una locura de tal dimensión como echarse un purito que dura más tiempo o tomarse la segunda cambiando de garito sin embozarse, decir que: ole, ole y ole si lo han hecho responsablemente.
Contagiados a “tutiplén”, con muertos sin contar de forma uniforme y creíble para no preocupar a la población hasta finales de Agosto, que es cuando hay que volver a ser más responsables pensando en esa pobre gente. Y los políticos como de costumbre no dan ni una y echándose las culpas los unos a los otros sin aportar medidas medianamente inteligentes o ni tan siquiera copiadas de otros países donde la curva va mucho mejor nos han dado el veranito, ¿O no?
Que si rescate o no rescate, que si los ERTES sin cobrar aún para casi ciento cincuenta mil pobres personas abandonadas en el limbo legal, que si el SEPE no funciona hasta octubre y no dan cita, que si esto no arranca porque los alemanes han dicho que hasta aquí hemos llegado, en fin así hasta el día del juicio final y teniendo en cuenta que la mayor parte de los primeros espadas del Gobierno de la mentira se han ido de vacaciones sin ningún tipo de rubor para volver bien morenos con cara de preocupados, para seguir echando la culpa a la pasmada oposición más entretenida en purgar a sus disidentes más aptos que en formar un equipo ganador y no servil al PSOE como de costumbre.
Por otro lado, las naranjas que si no sé qué de la falta de democracia interna por lo del candidato en Cataluña mientras los verdes siguen buscando a un pardillo que haga el ridículo en la moción de censura y todo así…
Lo sorprendente en mi opinión es que estamos asistiendo estas últimas semanas a un proceso increíble de filibusterismo propio y autóctono de España y desde luego destacable desde el punto de vista del análisis político.
Me refiero a que estratégicamente el PSOE que aflojó el pistón y nos levantó el arresto por orden de vete a saber quién desde fuera de España, sabiendo que el pueblo español no estaba preparado para salir, ya que desde los medios ni se había mostrado la realidad de la pandemia ni se había preparado a la opinión pública para ser responsable guardando las medidas sanitarias mínimas, al haber estado más pendientes de mostrar la necesidad de llenar las malditas terrazas que las necesarias empresas para ir a trabajar en vez de ir de cachondeo cobrando el paro o el ERTE según toque.
Lo de España y los españoles en general (ya que sería muy feo hacer estratos por edades o localidades) es de un grado de estupidez muy importante, de hecho es para que nos lo hagamos mirar, pues fuimos líderes en el número de muertos por la enfermedad claramente por culpa de la gestión política del Gobierno Criminal pero, una vez liberados del estado de excepción encubierto y bajo el control de los Gobiernos Autonómicos inútiles ante la situación, tampoco nos ha hecho mejores ciudadanos ya que somos los primeros en contagios de Europa.
¿En serio? ¿Pero no estábamos bajo los criterios de un psicópata aspirante a “fraudillo” que mientras nos dejaba morir engañándonos en sus “Alo Presidente” semanales, aprovechaba para llevar a cabo nauseabundas leyes ideológicas y nombramientos abyectos realizados a dedo, acompañados de demostraciones de gasto público en campañas publicitarias o seguridad personal de su Ilustrísima & Señora, que harían vomitar a una cabra?
Bueno, pues quienes lo criticaban desde las instituciones y gobiernos autonómicos y ayuntamientos de postín porque era lo que tocaba, hoy parece que lo echan de menos y reclaman que de nuevo tomen cartas en el asunto amparándose en leyes generales de orden civil y sanidad pública.
Los que clamábamos al cielo por la dictadura social comunista jamás vista en la Historia moderna en la Europa Occidental, estamos en pie de guerra contra todo y todos los que se pusieran por delante y los mismos también clamamos porque en que esta situación tampoco se soluciona de diecisiete maneras diferentes, según les interese meter más o menos caña a su propia población en función de cómo le vayan los sondeos de opinión o de cómo esté configurado el Parlamento regional de turno.
Las autoridades autonómicas especialmente, han demostrado en dos meses lo inútiles que son, la parafernalia que les sostiene y el gasto que produce total ¿Para qué? Pues muy sencillo, para que a menos de diez días de mandar a los más pequeños al colegio estén reclamando la autoridad de la Ministra de Educación o al Ministro de Universidades para endiñarlos su propio fracaso.
¿Por qué a estas alturas de la pandemia en España aún estáis improvisando medidas para ver qué tal os va, sin poneros los diecisiete solitos de acuerdo sin necesidad de depender del Gobierno Criminal? ¿Y si no funcionan? Ya si eso ya las cambiamos sobre la marcha, confinamos, prohibimos y “pa’lante” ¿Verdad?…
En esta España moderna y democrática, además de todos aquellos adjetivos petulantes, modernistas, progresistas desde la óptica izquierdista, socialdemócrata, comunista, liberal y peperista, también y demás que se les ocurra, a mí la impresión que me da es que nuestros políticos, ante el riesgo de que el número de contagios y de muertos suban con el consiguiente riesgo político de perder la poltrona, surge en todos ellos la irrefrenable sed de PROHIBIR. Prohibir para mejorar, prohibir por tu salud, prohibir para salir más fuertes, prohibir para vencer juntos al virus y así hasta donde les permitamos.
Lo más evidente en cuanto a las coacciones sufridas con las prohibiciones desde luego las hemos vivido en el ámbito del ocio, lo cual directamente condiciona la vida social y el desarrollo de las actividades grupales que nos hacen ser más humanos y en cierta forma diferentes al resto de los seres vivos que aceptan su destino sin cuestionarlo.
Pero nosotros, los seres humanos somos como somos porque nos acercamos a los nuestros, nos damos la mano, nos besamos como muestra de afecto, cariño o amor, compartimos un momento de relax en el trabajo en el tiempo del café, tomando el sol, hablando de lo que sea, agarrándonos cariñosamente de la mano, del antebrazo, pellizcándonos la mejilla o el culo si se tercia.
Todo esto y mucho más hemos permitido que nos lo quiten por Decreto bajo pena de multa o estigmatización social y a los más renegados incluso los acusan de “negacionistas” porque no quieren creer en la existencia del virus como forma para auto protegerse del cambio social que desgraciadamente experimentamos diariamente, con el beneplácito de los medios de comunicación que marcan tendencia sobre la opinión pública y los políticos, que prohíben y prohíben lo que hacíamos antes con libertad y ahora parece que provoca nuestra propia destrucción.
La situación en España y en el mundo en general, es algo más complicado que todo esto que acabo de comentar sucintamente y por eso, a mí no me cabe duda de que esta situación está orquestada y hay un más allá y alguien ha visto ya la nueva manera de vivir en la modernidad de lo aséptico, lo carente de sentimiento y cultura patria, lo carente de sentimientos espirituales que alimentan el alma de millones de personas cada vez más perseguidas por buscar la calidez de Dios en su versión occidental.
Y son más los que cada vez de forma incesante ven en la sociedad occidental a la parte de la humanidad que más receptiva es a ser lobotomizada, para que cambien sus esquemas mentales pidiendo perdón hasta por existir ante aquellos que nos quieren destruir, doblegar y hasta diría yo esclavizar mentalmente con registros que nunca aceptaríamos en condiciones normales al estar absolutamente alejados de lo natural.
Sí, lo natural que está cifrado según las consignas del Derecho Natural, que es el padre de todos los derechos creados para controlar nuestra existencia bajo el amparo de la justicia terrenal ante los ojos de la divina, es decir: “LEY & ORDEN” bajo la mirada de Dios.
Usted quizás no sea cristiano, no vaya a misa, no acuda nunca a la iglesia, no crea en Dios, o crea que le ha abandonado pero en su subconsciente se acuerda de vez en cuando de él, aunque sea para “cagarse en su divina existencia” soltando juramentos al viento, o para hacer alguna exclamación incluso en los momentos más excitantes y acompasados que su humanidad, por decirlo de alguna forma, le permite llevar a cabo y me refiero al grito famoso de: “oh my god” generalmente usado de forma repetida y jadeante…
Ahí está y siempre ha estado y es porque somos culturalmente católicos y eso es lo que hay que defender a capa y a espada, incluso los más vagos en este sentido porque a medida que usted se vaya haciendo mayor, se irá acercando irremediablemente a esos principios y valores que algunos tienen en la bocaza tan frecuentemente y otros intentan a toda costa que usted olvide o reniegue de ellos.
Está demostrado que el COVID-19 de momento, mata menos mundialmente que el aborto, el cáncer, el sida, los accidentes de tráfico, el alcoholismo, el tabaquismo, el hambre, el suicidio o la sequía pero sin embargo paraliza la economía de una parte del mundo y rompe el ritmo a occidente, justo el año en que en EEUU y su Presidente, Donald Trump al que yo personalmente considero “el último vaquero” se la juega para mantener en Viejo Orden Mundial o si prefieren la Vieja Normalidad.
Es así de simple y tiene: primero al enemigo en casa, que es su oposición demócrata o socialdemócrata con tintes marxistas de nuevo cuño más viejunos que nunca. Para hacerme entender: que provocan altercados violentos con las mínimas fuerzas de control del orden público posibles para que esto prolifere (en España el modelo Frankenstein) y tengan que ser los malos supremacistas ante los ojos de la opinión publica los que vayan al rescate con la Guardia Nacional allí, o la Policía Nacional poco o mal pertrechada como paso aquí…
En otro orden también “el último vaquero” tiene a las grandes empresas globalistas enfrente, ya que estás solo buscan el cambio social esclavizando con sus servicios ajustados a un nuevo modelo de sociedad dependiente de ellos en todos los sentidos de la palabra, a todo bicho viviente conectado por internet y pese a todo y aun así, incluso Trump las defiende desde la libertad auténtica del viejo y maltrecho capitalismo con aranceles ante el falso liberalismo europeo, enfermo de codicia y poder rancio amparado en la más absoluta corrupción política y moral (En España toda nuestra oposición y en Europa la UE).
Y por último, en tercer lugar: la tan denostada guerra fría que pese a lo que digan, jamás acabó con el derribo del muro más famoso por la canción y el videoclip, que por la repercusión política y social que contrajo para Europa hasta nuestros días.
Rusia con su terrorismo informático y su expansión al Mediterráneo, China y su terrorismo económico en forma de capitalismo comunista salvaje comprando a medio mundo desarrollado y por desarrollar, Corea del Norte con su constante hostigamiento a Japón y lo que ello representa geopolíticamente, el Islamismo extendido por todo el mundo occidental como un engendro maléfico insertado con sus células terroristas mezcladas con sus células sociales, con sus costumbres más radicalizados que nunca bajo el imperio del mal que los financia (algunos son nuestros niños, como dice la comunista Teresa Rodríguez de Adelante Andalucía) gracias a gobiernos como el nuestro que considera que ellos pagarán nuestras pensiones cuando lo que realmente piensan, es que ellos y demás inmigrantes no católicos nos sustituirán perfectamente a la hora de mantenerlos gracias al desarrollo de la pobreza vía subsidio socialmente aceptado por lo que quede de la sociedad culturalmente católica autóctona y el resto de inmigración proveniente de América Latina y este de Europa, ambos también católicos pero futuriblemente en minoría, perseguidos y sin arraigo patrio….
Si después de estos breves tres ejemplos descritos a golpe de artículo en contra de la cultura occidental y de su paladín Donald Trump, al que afortunadamente tenemos a la cabeza como líder mundial, aún no ve las conexiones con el maldito COVID-19 y con la restricción de libertades y derechos que estamos sufriendo desde febrero de este año, les recomiendo que sigan a lo suyo y se despreocupen, elijan la mascarilla más carilla que le pegue con los zapatos o la blusa, sigan saludándose con el codo como auténticos gilipollas, sigan emocionándose porque un negro de dos metros multimillonario se niega a jugar su partido de la NBA y otro blanco, de dimensiones similares y español le apoya en las redes mientras gana 5€ por segundo o mientras auténticos nazis racistas comunistas le obliguen a besarle la bota a la vez que le pida perdón a otro negro porque Cristóbal Colón según ellos los esclavizo según su Historia reescrita soezmente, y así hasta el nunca acabar, hágame caso y váyase a tomar viento fresco lejos de mí.
Si por el contrario usted lo ha visto venir, está harto de que lo manipulen que le coarten, que no le dejen vivir en paz, tomarse un vino con un amigo, reírse con una amiga cogidas de la mano o del pie, o que le jodan las fiestas patronales, el fútbol, los toros, los bailes de salón, regionales o de discoteca, si usted tiene tanto miedo al COVID-19 como a que le ocupen su casa, es que de momento la batalla cultural está empatada porque creo sinceramente, que cada vez somos más los que pensamos rectamente, ya que sino el comportamiento tan radical de aquellos que o bien infectando el planeta de virus mortíferos o bien amenazando con atentados terroristas sin pudor, o bien desestabilizando los mercados gracias a políticas económicas centralistas y proteccionistas para endeudarnos de por vida, a la par que para vanagloriarse de perpetuo como los nuevos salvadores de la vieja Europa, no tendría sentido y por eso creo firmemente que nos tratan como niños o como ganado si lo prefieren, prohibiendo, prohibiendo y prohibiendo, primero lo que más nos gusta que es el ocio, luego la libertad para desarrollarlo y por último los vínculos afectivos para mantenerlos con la falta de contacto físico necesario para mantenernos tal y como somos.
Quiéranse, abrácense, ofrezcan su mano o den la paz si lo prefieren, bésense y háganlo con precaución pues el virus existe y quiénes lo han dado sentido para acabarnos tal y como nos conocemos, también pues la naturaleza pese a ser cruel nos respeta y nos cuida a la vez que nos castiga, pero una parte muy importante de los hombres como tales, son crueles, se castigan y no se respetan a sí mismos maltratando y explotando a los demás.
https://lapaseata.net/2020/08/30/por-aqui-espanoleando/
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