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¿POR QUÉ LAS ESCUELAS NO HAN CAMBIADO EN LOS ÚLTIMOS 100 AÑOS?

Imagina que una persona que vivió hace 100 años pudiera aparecer de repente en nuestro mundo. Sus sorpresas serían mayúsculas ante tantísimos cambios y tantísimas innovaciones. Sin embargo, hay algo que le acabaría sorprendiendo por lo poco que ha cambiado. ¿Qué es? El colegio. Los alumnos siguen sentados en sus pupitres en el aula muchas horas al día. Sólo interaccionan con compañeros de su misma edad. La parte más creativa se suprime o se homogeniza. El sistema educativo sigue diseñado bajo un modelo rígido y obsoleto, donde los estudiantes se tratan de manera uniforme, como si fueran productos en una línea de montaje. ¿Por qué la educación no ha evolucionado en variedad y calidad como tantos otros sectores?

La causa principal de por qué esto es así es la completa regulación de la educación por parte del Estado y las autonomías. En realidad, por parte de los políticos que gobiernan. Consiguen ese control no sólo mediante los centros de educación pública, sino mediante el establecimiento de los currículums, los estándares de evaluación, los inspectores de educación… y gracias a una jugada magistral: la enseñanza concertada, establecida mediante la LODE por el ministro Jose María Maravall, en 1985, durante el primer gobierno del PSOE. Fue una forma excelente de controlar a la inmensa mayoría de colegios privados sin necesidad de nacionalizarlos, lo que hubiera supuesto un enorme coste político. Una vez que el Estado les financia, deben aceptar toda una serie de condiciones y regulaciones impuestas por el Estado, fundamentalmente en lo que respecta a los contenidos y a la admisión de alumnos. 

¿Cómo sería una educación más flexible y libre de las regulaciones estatales?

Diversidad de oferta y competencia entre instituciones y modelos.

Actualmente todos los estudiantes reciben una educación similar, sin importar sus intereses o talentos individuales. Con una enseñanza liberalizada se fomentaría una competencia entre instituciones educativas. Estarían motivados a ofrecer una educación de calidad que atraiga a las familias. Los más valorados crecerían. Los menos, cerrarían. Al igual que en cualquier otro mercado, los padres actuarían como consumidores, eligiendo la institución que mejor se adapte a sus expectativas y valores. Esta competencia no solo beneficiaría a los alumnos, sino que también incentivaría la mejora constante de las instituciones.

Más poder para las familias

Parto de la base que educar implica siempre adoctrinamiento. La clave es que sean los padres y quienes ellos quieran, quienes eduquen y adoctrinen, y no los políticos a través de la regulación y el control de contenidos.

Uno de los puntos clave en un sector educativo liberalizado es el poder de decisión que tendrían las familias. En lugar de que el Estado imponga un currículo obligatorio para todos, las familias podrían elegir el tipo de educación que consideraran más adecuado para sus hijos. Esto tendría además la ventaja de que fomentaría una mayor responsabilidad y una mayor implicación de los padres en la educación de sus hijos.

Libre de política

Temas que responden a una agenda política, como la memoria histórica, la educación para la ciudadanía, la ideología de género, la educación sexual, el activismo climático, etc. sólo serían escogidos por las familias que los quisieran. Más aún, habría una diversidad de enfoques en esos temas.

No sólo es poder “librarse” de la agenda política a la que el Estado obliga a nuestros hijos, sino poder incluir los temas que el Estado evita, como la educación financiera, gestión del dinero, ahorro, inversión, impuestos, deudas y planificación financiera.

También todo lo que se refiere al emprendimiento: creación de empresas, innovación, modelos de negocio, gestión de proyectos y muchos otros temas que no podemos ni imaginar, en función de la demanda que hubiera por parte de un grupos suficientes de familias.

Innovación y evolución con el mercado laboral.

La educación regulada por el Estado -que es toda, no lo olvidemos, pública y privada- es rígida y lenta para adaptarse a los cambios.

Como en cualquier otro sector, la libre competencia favorecería enormemente la innovación. Los colegios incorporarían rápidamente nuevas tecnologías y se adaptarían mucho mejor al mercado laboral y a la aparición de nuevos tipos de trabajo.

Homeschooling

El homeschooling, o educación en casa, es una opción cada vez más popular entre las familias que desean una mayor libertad en la educación de sus hijos. Este modelo permite que los padres elijan los contenidos y el ritmo de aprendizaje de sus hijos.

Contrariamente a lo que muchos creen, el homeschooling no conlleva menor contacto social para los niños. Las oportunidades de que los hijos interactúen con otros niños son muy variadas: desde contacto con otras familias “homeschoolers” hasta todo tipo de actividades extraescolares, asociaciones, etc. Además, así serían los padres quiénes escogen dónde van a socializar los niños. Es cierto que los colegios son oportunidades de socialización pero conozco muchos casos en los que las peores cosas que los hijos han aprendido las han aprendido de otros niños en su colegio.

La enseñanza y formación online

En paralelo a la enseñanza obligatoria cada vez surgen más y más instituciones privadas libres como Khan Academy, Coursera, Udemy, Domestika, Skillshare, Synthesis, edX, FutureLearn, la 42,… Tienen millones de alumnos y miles de los mejores profesores y los mejores profesionales en cada materia.

Conclusión

La revolución de la enseñanza online de todo tipo apenas ha empezado y crece a un ritmo enorme cada año.

Me permito aventurar este pensamiento: la educación pública es tan lenta y rígida respecto a necesidades laborales, que en 30 años estará tan obsoleta que nadie estudiará ni en colegios ni universidades públicas. La innovación, la tecnología, internet, la inteligencia artificial y los emprendedores superarán al Estado.

Miguel Ángel Sanz
Doctor Ingeniero Industrial por la Universidad de Oviedo, MBA por INSEAD y graduado en Teología por la Universidad de Deusto. Actualmente es Partner en Madavi. Es profesor en la Universidad de Navarra y en la Universidad de las Hespérides. 

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RedaccionVozIberica

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