Procesionando, paseando al «santo» (Don FelipeVI) para que haga de plañidero y de muñeco de «pimpampum».
CAROLUS AURELIUS CALIDUS UNIONIS
Para empezar, estoy seguro de que es necesario explicarles a las víctimas de las «leyes educativas progresistas» el significado del vocablo «plañidero» -en femenino «plañidera»: antiguamente, una plañidera era la mujer a quien se le pagaba por ir a plañir -llorar, sollozar, gemir, gimotear, lamentarse, gritar…- a un funeral, a un velatorio o al entierro de los difuntos.
Bien, después de esta digresión necesaria, pasemos al meollo de la cuestión:
Don Felipe, Majestad, me voy a tomar la libertad de decirle que en estos momentos tan terribles que, están sufriendo miles, cientos de miles de españoles, está de más permitir que el canalla, el gángster de Pedro Sánchez lo pasee por Valencia como cuando en algunos lugares de España «sacan al santo en procesión» y le piden que interceda ante Dios para que llueva (aunque expresar tal cosa sea en este momento nombrar la soga en la casa del ahorcado), o ponga remedio a alguna desgracia.
Don Felipe, no es momento de «mostrar empatía» y llorar junto a los damnificados por las riadas de Valencia y alrededores, y menos aún de permitir que Pedro Sánchez lo utilice como un muñeco de «pimpampum» para que los españoles ejerzan el derecho al pataleo y le arrojen de todo.
Don Felipe, ante el desgobierno, ante el vacío de poder que sufre España, es momento de que Su Majestad REINE, de que asuma la JEFATURA DEL ESTADO y ordene que se declare el ESTADO DE ALARMA en Valencia y las provincias limítrofes.
Don Felipe, ORDENE la repatriación de los soldados españoles dispersos por el mundo (en infinidad de guerras, de conflictos en los que no se nos ha perdido nada y nada tenemos que ganar), y acudan sin dilación a Valencia y alrededores para desescombrar, limpiar, poner orden, evitar saqueos, facilitar ayuda médica, alojamiento y alimentos y todo de lo que los damnificados precisen…
Don Felipe, no es momento de lamentos, ni condolencias, por más que Su Majestad piense que reconforta a los damnificados, es momento de actuar ante la inacción, la negligencia criminal de quienes controlan las diversas instituciones, es hora de que REINE y asuma la jefatura del estado y de las fuerzas armadas (también de la Guardia Civil, y de las diversas policías, y de proteccion civil). Don Felipe, es hora de apartar a los canallas.
Don Felipe, ejerza de JEFE DEL ESTADO, tome las riendas y ponga en marcha todos los resortes a su alcance para que la inacción y negligencia criminal de los responsables de la tragedia de Valencia y provincias limítrofes no queden impunes… no es hora de «empatía y de lloriqueo», los españoles están deseosos de que haga todo lo que esté en sus manos y que deje de actuar al dictado de Pedro Sánchez y demás enemigos de España.
Don Felipe, ORDENE que se ponga en marcha todo lo necesario para evitar que se repitan tragedias personales y demás desgracias como las de Valencia y provincias vecinas…
Don Felipe, ORDENE que se limpien, draguen, etc. los ríos, torrentes, arroyos y barrancos, para que no vuelva a repetirse nada parecido a lo ocurrido en Valencia y demás provincias afectadas por la «gota fría».
Don Felipe, REINE, asuma la JEFATURA DEL ESTADO para que España deje de ser un país tercermundista y nos homologuemos con los países civilizados en los que hay gobiernos decentes que, procuran evitar que sus ciudadanos sufran tragedias como las ocurridas en Valencia y alrededores.
Don Felipe, actúe, asuma la JEFATURA DEL ESTADO y aparte a los canallas, a los golfos que han sido los causantes del desastre de Valencia y alrededores, por no cumplir con su deber de avisar a los españoles que corrían un grave peligro con antelación suficiente (a pesar de saber lo que se les venía encima desde muchísimas horas antes del desastre) y por no haber evacuado a quienes han acabado muriendo por ahogamiento, y…
Los españoles se lo agradecerán infinito.
Don Felipe, no es momento de lloros y de «empatía».
Hechos son amores y no buenas razones.
Don Felipe, REINE, póngase en marcha, «agile palante» -como se dice en Extremadura- que mañana es demasiado tarde. Empiece por apartar a los canallas.