Robby Starbuck y su lucha contra el movimiento «woke» y demás formas de neomarxismo, y en defensa de los niños

Walker Larson

Robby Starbuck es un activista conservador estadounidense y exdirector de videos musicales. En junio de 2023, una agencia de fotografía amenazó legalmente a Starbuck después de que usara una foto de paparazzi protegida por derechos de autor de Megan Fox y su familia en una publicación en las redes sociales acusando a la actriz de «abuso infantil» por haber «obligado» a sus hijos a «usar ropa de niña»…

El documental de Starbuck de 2024, «The War on Children» (Guera contra los niños) critica al movimiento trans por «sexualizar a los niños».

FUENTE: https://www.lifesitenews.com/opinion/john-deere-harley-davidson-and-the-filmmaker-exposing-the-woke-marxist-takeover-over-corporations/

Robby Starbuck, activista conservador y cineasta, ha causado revuelo al denunciar la apropiación progresista de Tractor Supply, John Deere y Harley Davidson. Pero ¿será suficiente la reacción negativa de sus usuarios a la que se enfrentan estas empresas para detener por completo la infiltración marxista en el mundo empresarial estadounidense?

( LifeSiteNews ) A estas alturas, todos conocemos la saga Bud Light de 2023, en la que la mega marca fue destronada de su posición como la cerveza estadounidense número uno debido a su apoyo a agendas progresistas.

Menos gente es consciente de que otras marcas estadounidenses han sido objeto de críticas por razones similares, incluidas John Deere, Tractor Supply y Harley Davidson. Y menos aún conocen al hombre que es en gran medida responsable de la última ronda de rechazo al capitalismo progresista. Ese hombre es  Robby Starbuck , y ha estado trabajando incansablemente para exponer el deslizamiento hacia la izquierda de estas empresas. Es un cineasta y activista conservador cuya madre y abuelos lo trajeron a los EE. UU. cuando era niño cuando huyeron de la Cuba comunista. El ex partidario de Trump comenzó a operar como un organismo de control corporativo después de descubrir las políticas progresistas de Tractor Supply, una empresa a la que solía comprar alimento para el ganado en su granja cerca de Nashville, y descubrió que sus informes en las redes sociales desencadenaron una reacción de la empresa: en realidad, enlataron  sus iniciativas DEI (diversidad, equidad e inclusión) y sus objetivos de emisiones de carbono .

Desde entonces, Starbuck no ha mirado atrás. Se dio cuenta de que las técnicas utilizadas contra Tractor Supply podrían replicarse contra otras marcas, específicamente marcas cuya base de clientes es en gran parte rural y conservadora y que se sentirán traicionadas por las políticas de la empresa que se rinden al espíritu de la época de la idiotez demoníaca y destructiva. John Deere fue el siguiente en estar en su punto de mira cuando  desenterró varias de sus políticas corruptas , incluyendo «capacitación» en género y orientación sexual, grupos de identidad basados ​​en la raza en las sedes corporativas, financiación para un evento del orgullo para niños de tan solo tres años, dar la bienvenida a grupos que se identifican en función de sus perversiones sexuales (grupos LGBTQ+) y trasladar puestos de trabajo a México mientras despide a empleados estadounidenses.

Desde entonces, John Deere  ha dado marcha atrás  en algunas de estas iniciativas, y ha declarado que “ya no participará ni apoyará desfiles, festivales ni eventos sociales o culturales externos”. Sin embargo, la empresa afirmó que una fuerza laboral diversa les permite satisfacer las necesidades de los clientes y que “seguirán haciendo un seguimiento y fomentando la diversidad” de su organización, a pesar de negar la existencia de cuotas de diversidad. 

La última marca bajo la lupa de Starbuck es Harley Davidson. Starbuck afirmó en  The Dennis Prager Show  que el director ejecutivo de la empresa, Jochen Zeitz, es  un activista progresista  y que la empresa promovió el libro de la Teoría Crítica de la Raza (CRT) “ White Fragility ” entre sus empleados y se unió a la cámara de comercio LGBTQ+ en Wisconsin. En el video, Starbuck señala que este activismo político/social también es simplemente un mal negocio por parte de Harley Davidson. “No están alineados con su base de clientes… Tienen el deber fiduciario con los accionistas de hacer realmente cosas que sean en el mejor interés de los resultados de la empresa. Ese no es el caso con la forma en que han adoptado la conciencia progresista porque claramente no está alineada con su base de clientes”. La situación en la importante concentración de motociclistas en Sturgis, Dakota del Sur, en este momento respalda la afirmación de Starbuck: se  informa que la carpa de Harley Davidson allí es un “pueblo fantasma”  mientras los motociclistas boicotean a la empresa que ya no apoya sus valores.

Harley Davidson ya podría estar considerando dar marcha atrás en su postura de concienciación, como lo indica su anuncio de que están evaluando “políticas, estrategias y actividades para garantizar que sean relevantes para nuestro negocio”. ¿Es esto una preparación para un cambio en las políticas de DEI? Es demasiado pronto para decirlo, pero si siguen el patrón de Tractor Supply y John Deere, es posible que se produzca algún tipo de cambio.

Starbuck también ha publicado un documental que detalla la sexualización, explotación y adoctrinamiento intencional de los niños por parte de la izquierda llamado » La guerra contra los niños «.

Starbuck, el periodista Christopher Rufo y otros investigadores parecen ser parte de un movimiento creciente que se opone a la concienciación de nuestros sectores empresarial, educativo y gubernamental. David Primo, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Rochester, Nueva York, citado por USA Today , comenta que “Starbuck y otros activistas están aprovechando el sentimiento de que las iniciativas de DEI y ESG, por bien intencionadas que sean, han ido demasiado lejos”.

Hay un susurro en el viento. Hay un eco en las colinas. Hay una agitación en las aguas, quizás no lo suficiente como para que se pueda decir que la marea está cambiando, pero sí algo así como una parada que podría preceder a un cambio. No soy un profeta y las predicciones son una tarea arriesgada. Pero tengo la sensación de que la “larga marcha a través de las instituciones” posmoderna y neomarxista puede estar llegando, por fin, a su fin. 

Esta “larga marcha” fue un lema desarrollado alrededor de 1967 por el activista socialista Rudi Dutschke y se hizo eco del concepto del teórico marxista Antonio Gramsci de la “guerra de posición”. Dutschke elaboró ​​la teoría en una correspondencia con el filósofo Hervert Marcuse, uno de los padres de la izquierda moderna. El lema expresa la estrategia de Dutschke para revolucionar la sociedad siguiendo líneas marxistas y, según el periodista Christopher Rufo , esta estrategia es la clave del poder de la izquierda moderna. Explica que en los años 60 y 70, los radicales de izquierda se alejaron de la agitación violenta y la revolución de estilo leninista porque no funcionaba en las democracias occidentales. En cambio, llevaron la guerra al frente intelectual infiltrándose en las instituciones de élite que dan forma a la cultura y las creencias de nuestra sociedad. En lugar de apoderarse de la producción industrial, se apoderarían de la producción cultural y de conocimiento para difundir la ideología revolucionaria y transformar la sociedad.

Pero esta “larga marcha” –que hasta ahora ha sido notablemente exitosa– puede finalmente estar llegando a su fin. Consideremos lo siguiente: los republicanos han atacado los programas de DEI en la educación superior mediante leyes; los padres están resistiendo a la teoría crítica de la raza en las escuelas; ha habido repetidos fracasos de taquilla en la industria del entretenimiento; y hemos sido testigos del exitoso boicot a marcas obsesionadas con la política de identidades.

Todas estas son señales de esperanza. Cualquier ideología tan absurda, irracional y malvada como la conciencia política acabará por perder su curso. Las leyes naturales así lo exigen. Pero la pregunta es: ¿qué destruirá primero: a sí misma o a la cultura occidental?