Santiago Abascal y sus secuaces «vencerán, pero no convencerán»…

PERO GRULLO DE ABSURDISTÁN

El sector crítico de Vox ha vuelto a emitir un manifiesto –la declaración de Fuenteovejuna– con motivo de la nueva cúpula confeccionada por Santiago Abascal para su candidatura a la Asamblea General Extraordinaria del próximo 27 de enero, en la que blinda aún más su núcleo duro, expulsando a Pedro Fernández del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) e incluyendo a personas de su confianza como Pepa Millán o Juan García-Gallardo.

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En el documento, al que ha tenido acceso VOZ IBÉRICA, los miembros del sector crítico de Vox -no firman- lamentan que el presidente del partido se presenta a una asamblea «controlada y sin adversarios», y hacen suyas las palabras de Miguel de Unamuno –«venceréis pero no convenceréis»– para retar a los capos de la calle Bambú 12 de Madrid: «Os vais a enfrentar a cuatro convocatorias electorales este año. Esa será la prueba de fuego de un Vox irreconocible que apura sus últimas horas, pero el proyecto sigue vivo porque España lo necesita. Esperaremos, porque nuestro momento llegará».

Los críticos lamentan en el texto que la formación conservadora haya dejado «perder el talento de Iván Espinosa de los Monteros, Inés Cañizares, Victor Sánchez del Real, Mireia Borrás, Rubén Manso, Victor González, Pedro Fernández, Juan Luis Steegmann, Carla Toscano, Patricia de las Heras, Xisco Cardona, incluso a Macarena Olona. Por no hablar de los más de 250 Concejales que ‘huyeron’ la pasada legislatura o cúpulas provinciales enteras». «Aquí pasa algo», apuntan.

En opinión de los firmantes del manifiesto, anónimos, el cónclave del próximo 27 de enero debería haber oscilado en torno a tres ejes: uno ideológico, otro organizativo y uno estratégico. Sobre este último, apuntan que «el enemigo es Sánchez, la izquierda y la aplicación de la Agenda globalista 2030, no el PP con el que estamos llamados y/o condenados a entendernos para formar una mayoría».

Sobre el primer eje, dicen que «la deriva ideológica que está tomando Vox hacia posiciones ultras, políticas y religiosas, se alejan del Manifiesto Fundacional y de cualquier partido conservador homologado y de futuro. Hay que retomar el espectro electoral que nos llevó a tener un respaldo en las encuestas por encima del 21% en abril de 2022, y que en enero de 2024 ha caído al 9,7%». Y sobre el organizativo, apuntan a que «los estatutos y actual estructura organizativa no permite el funcionamiento democrático ni participativo de las bases ni de los cargos electos». Todo un torpedo a la línea de flotación.

Los autores del manifiesto, aunque permanecen en el anonimato, son los mismos que pidieron un congreso refundacional el pasado jueves. Creen que la remodelación de este martes del CEN ha dado razones a sus peores presagios, así que avisan: «Nuestro momento llegará. Os mantendremos informados».

El nuevo CEN

El nuevo Comité Ejecutivo Nacional (CEN), máximo órgano de toma de decisiones, prescindirá de Víctor González -conocido como «el último liberal»- y de Pedro Fernández, ambos vocales en el actual organigrama. Este último se enfrentó a Santiago Abascal el año pasado en el chat de WhatsApp del CEN, cuando el presidente de Vox pasó la propuesta de lista a las elecciones generales de Madrid y vio que Mireia Borrás había sido relegada a un puesto bajo.

Por otro lado, la propuesta de Abascal para la nueva dirección nacional, que pasará a operar el 27 de enero, designa a Ignacio Garriga vicepresidente único, y da entrada en su seno a líderes autonómicos como Juan García-Gallardo. Junto a ellos, se estrenan como vocales la portavoz en el Congreso, Pepa Millán; el secretario general del grupo parlamentario, José María Fidalgo; y la directora de Comunicación de Presidencia y jefa de presa en el Congreso, Rosa Cuerva-Mons.