¿Se acabarán declarando los hombres en «huelga matrimonial» debido a las políticas de los tribunales de familia contra los padres, varones?
Glenn Sacks y Dianna Thompson
Kahleen es atractiva, triunfadora, y educada.
Sin embargo ella no puede encontrar un esposo, por qué?.
Porque la mayoría de los hombres que analiza esta encuesta no quieren casarse.
Estos hombres tienen el síndrome de Peter Pan- rehúsan comprometerse, rehúsan establecerse y se niegan a “crecer”.
Sin embargo, dado las pautas de los juzgados de familia y los procesos de divorcio de hoy día. Peter Pan no es un chico ingenuo, sino por el contrario es un hombre sensato.
“Porque debería yo casarme y tener hijos cuando puedo perder a esos hijos, y la mayor parte de todo por lo que he trabajado con una sola denuncia?.
Preguntaba Dan de 31 años de edad, técnico agrícola, quien decía que él nunca se casará.
“Yo he visto lo que le ha pasado a muchos de mis amigos.
Conozco a compañeros que han vuelto a casa un día, a una casa o a un apartamento vacío –la esposa, y los hijos se han ido.
Ellos nunca les verán volver.
Algunos de ellos no han podido ver de nuevo regularmente a sus hijos.”
La tasa norteamericana de matrimonios ha descendido al 40% en las últimas cuatro décadas, hasta el punto más inferior de nunca.
Hay muchas explicaciones plausibles de este acontecimiento, pero una de las menos mencionadas es que los hombres americanos, de cara al sistema judicial familiar que esta incomprensiblemente aunado contra ellos, ha iniciado subconscientemente una “huelga al matrimonio”.
No es difícil ver porque. Digamos que Dan defiere Peter Pan, se casa con Catherine, y tiene dos hijos. Hay un 5=% de probabilidades de que este matrimonio termine en divorcio en unos ocho años, y si esto es así, la probabilidad es dos a uno a que Catherine, no Dan, sea quien inicia el divorcio.
No importa el que Dan sea un esposo decente- los estudios muestra n que pocos divorcios se inician por abuso o porque el hombre haya abandonado a la familia.
Tampoco es el adulterio, como un factor citado por las mujeres que se divorcian, apreciablemente mas que por los varones que se divorcian. Mientras que los juzgados pueden conceder a Dan y a Catherine la patria potestad conjunta (custodia legal), las probabilidades están desorbitadas, sobre que es Catherine, no Dan, quien ganará la custodia física. Dan un padre diario, acostumbrado a ver a sus hijos todos los días y a ser una parte integral de sus vidas, se convertirá en un padre al “14 por ciento” – un padre al que solo le está permitido pasar uno de cada siete días con sus propios hijos.
Una vez divorciados, existen al menos probabilidades de que la ex esposa de Dan interfiera sus derechos de visitas.
Tres cuartos de los hombres divorciados analizados, dicen que sus ex esposas han interferido con sus visitas, y un 40% de las madres estudiadas admiten haberlo hecho y que ellas han generalmente actuado con maldad o para castigar a sus ex esposos.
Catherine se quedara con la casa y la mayoría del ajuar de la pareja Dan necesitará buscar una nueva residencia y pagar al menos un tercio de su salario a Catherine como pensión para los hijos
Y lo peor de todo esto, es que Dan puede considerarse uno de los afortunados. Después de todo, él podría ser uno de esos padres que no ve a sus hijos nunca porque su ex esposa, ha hecho una falsa acusación de violencia domestica, abuso infantil o abuso sexual. O un padre que solo puede ver a sus propios hijos en visitas supervisadas o en centros de visitas donde a los padres se les trata como a criminales.
Él podría ser uno de esos padres cuyas esposas se han trasladado con sus hijos a cientos o millas de distancia, desobedeciendo las sentencias judiciales que a menudo los juzgados no hacen respetar, él podría ser uno de esos padres que destroza su vida y su carrera una vez y otra para poder seguir a sus hijos, solamente por que su exesposa continuamente se muda.
Él podría uno de esos padres quienes han perdido su empleo, visto como se desplomaba su salario, o han sufrido una lesión invalidante, solo por tener atrasos en la pensión infantil y crear una montaña de deudas que nunca pueden esperar pagar. O un padre que está forzado a pagar el 70% o el 80% de su salario como pensión infantil porque el juzgado le ha imputado a él un salario irreal.
O un padre que sufre de uno de los errores del sistema de Pensiones Infantiles, difíciles de corregir, o que es encarcelado porque no puede hacer frente a sus pagos. O un padre que llega a la vejez empobrecido porque perdió todo lo que tenia en un divorcio, cuando estaba en la edad media de la vida, y no ha tenido tiempo ni oportunidades para ahorrar.
“Esto es una vergüenza” decía Dan “Yo siempre quise ser un padre y tener una familia. Pero al menos que las leyes cambien y den a los padres el mismo derecho que tiene la madre, de ser parte de las vidas de sus hijos, no correré el riesgo”
Este articulo apareció originalmente en el Philadelphia Inquirer en 5 de Julio de 2002. www.